La dirección del PP se ha fijado como prioridad el nombramiento de su candidato a las elecciones andaluzas. Según fuentes de la cúpula dirigente, a la vuelta de las vacaciones de Navidad, "al mismo tiempo que se nombra el candidato a las europeas, el partido despejará ya la incógnita y el nombre de nuestro candidatura en Andalucía". El motivo de las prisas de los populares no es sino el miedo a que la flamante presidenta de la Junta de Andalucía y líder del PSOE-A, Susana Díaz, convoque elecciones anticipadas en su Comunidad.
Según ha comentado un miembro del Comité Ejecutivo Nacional del PP a cuartopoder.es, "no es urgente, sino urgentísimo nombrar un candidato en Andalucía, porque si a la presidenta Susana Díaz se le ocurre adelantar las elecciones y hacerlas coincidir con las europeas (se celebrarán el último domingo de mayo de 2014, el 25 de mayo de ese año) nos pilla absolutamente con el pie cambiado".
Desde la dirección del PP aseguran que la candidatura del ministro Miguel Arias Cañete, de quien se llegó a decir que sería el mejor de todos los posibles candidatos, "está descartada, porque no se le puede pedir tanto, aunque él haría, sin duda, lo que le pidiese el partido". Aseguran estas mismas fuentes que "existen muchas posibilidades de que el candidato que sea elegido por el PP no pueda ser presidente en unas primeras elecciones y deba permanecer cuatro años en la oposición hasta volver a optar a la presidencia de la Junta y, en el caso de Miguel Arias Cañete, podría suponer que que afrontase esas elecciones con alrededor de 70 años... Es pedirle demasiado".
Otro de los nombres que se han barajado para hacerse con el liderazgo del PP andaluz es el de la ministra de Trabajo, Fátima Báñez. De hecho, una de las personas que ocupa despacho en la sede nacional del PP, en la madrileña calle Génova, dice en su favor que "conoce bien el partido en Andalucía, porque fue la mano derecha de Teófila Martínez cuando ésta optó a la presidencia de la Junta", pero asegura que, en su contra o, en la de su posible candidatura, pesa sobre todo "que ella no quiere, de ninguna manera, ir a Andalucía en calidad de candidata ‘popular’".
Descartados los nombres de los ministros que parecían tener más papeletas en la rifa de la candidatura andaluza, en la cúpula del PP se inclinan por buscar a su "cartel electoral" entre quienes "ya tienen tirón popular y experiencia de gestión". Eso significa buscar al candidato entre los alcaldes de grandes ciudades andaluzas y/o los presidentes de Diputación. Ese es el retrato robot del futuro candidato o candidata del PP, aseguran los dirigentes populares consultados por este diario. Una de ellas precisa, además, que "no tiene por qué ser una mujer".
En todo caso, lo que resulta imprescindible a cualquiera que sea candidato es "hacerse con el partido y darle la vuelta como a un calcetín", asegura uno de los máximos dirigentes populares consultados, puesto que entiende que las estructuras que dejó el que fuera presidente del PP andaluz, Javier Arenas, "están muy resentidas y necesitan múltiples retoques y una importante revitalización".
Como siempre dicen en el PP, "la última palabra sobre quién es el candidato la dirá Mariano Rajoy", pero, si atendemos a sus colaboradores más cercanos, la tendrá que decir en un plazo máximo de dos meses, para evitar sorpresas como un eventual adelanto electoral, que podría conducir al PP a una abultada derrota en Andalucía, tierra en la que hace poco más de un año fue la fuerza más votada. Las últimas encuestas publicadas, tras el relevo de José Antonio Griñán por Susana Díaz al frente del gobierno andaluz, así como en el PSOE de Andalucía, llegan a situar a los socialistas hasta 7 puntos por delante del PP.