Rajoy, ante su última oportunidad de explicar la 'tangentópolis' del PP

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Rajoy, en una imagen del pasado mes de julio. / Efe

El presidente del Gobierno y del PP comparece a las nueve de esta mañana en el pleno del Congreso, que se celebra en el Senado por obras en la Cámara Baja (Con José Bono profundizaron en el sótano y con Jesús Posada arreglan el techo). Es la última oportunidad de Mariano Rajoy de explicar a los españoles los fallos en el control financiero del PP que facilitaron la "tangentópolis" o cobro de favores antes de que los sucesivos secretarios generales, Francisco Álvarez-Cascos, Javier Arenas y María Dolores de Cospedal sean interrogados como testigos en el juzgado 5 de la Audiencia Nacional y de que él pueda ser llamado a declarar sobre la financiación paralela y los sobresueldos en su partido.

Todos los indicios señalan que Rajoy, que no deseaba esta comparecencia, empleará el menor tiempo posible en hablar de las graves acusaciones del que fuera su tesorero y persona de confianza, Luis Bárcenas Gutiérrez, convertido ahora en innombrable y calificado de “delincuente” por el portavoz parlamentario del PP, Alfonso Alonso, sin  el “presunto” que valga.

La renuencia de Rajoy queda de relieve en la fecha elegida, el comienzo de las vacaciones de millones de españoles que todavía tienen trabajo y pueden disfrutar de un periodo de descanso. Con la fecha y la gente más preocupada de ir y venir, La Moncloa intenta que la comparecencia tenga poco impacto. El segundo elemento es el formato del debate, con una intervención inicial de Rajoy, sin límite de tiempo, y una réplica conjunta a todos los oradores de los distintos grupos, que sólo tendrán cinco minutos cada uno de contrarréplica. Con ello, Rajoy, que cerrará el debate, evitará entrar en detalles sobre las informaciones que le comprometen personalmente.

Según una persona que le asesora desde hace años, ni siquiera el mensaje que le envió a Bárcenas cuando ya se conocía la fortuna que tenía a buen recaudo en Suiza –“Luis, sé fuerte”-- merecerá más reflexión que la derivada del secreto de las comunicaciones. La intención de Rajoy pasa por dedicar la mayor parte de su alocución a los índices menos negativos de la evolución económica, tales como el descenso del paro (y también de la población activa) en el segundo semestre del año o el que conocimos ayer del Banco de España sobre el superávit de 2.400 millones de euros en la balanza comercial, algo que no ocurría desde 1997, y que se explica por el crecimiento del turismo y el aumento de  las exportaciones. Este dato, el único positivo que puede exhibir Rajoy, se debe al aumento de la competitividad, basado en la reducción de los sueldos, y a la caída de las importaciones porque consumimos menos.

Aunque la visión económica que expone Rajoy sin esperar siquiera a que la economía crezca una décima, es perfectamente discutible porque seguimos en recesión, la industria está en retroceso, no se crea empleo fijo, el rescate bancario no ha facilitado el crédito a la economía real y en seis meses se ha alcanzado el déficit previsto para todo el año, los jefes de filas parlamentarias no están dispuestos a seguir su juego y van a exigirle que explique la financiación ilegal de su partido, los cobros a cambio de concesiones de obras y servicios, y la contabilidad B de Bárcenas.

El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, pide a Rajoy que diga la verdad y dimita. Y lo propio va a hacer Rosa Díez, de UPyD. Si Bárcenas –el juez Pablo Ruz impuso ayer una fianza de 6 millones de euros a su esposa, Rosalía Iglesias, muy apreciada por Rajoy-- y la decena de imputados del PP en la trama Gurtel pudieron operar con procedimientos mafiosos durante años y cobrar para sí y para el partido grandes cantidades de dinero de importantes empresas constructoras a cambio de adjudicaciones de obras y servicios públicos desde el poder, significaría que para ganar las elecciones y alcanzar el poder habrían utilizado los medios económicos suplementarios e ilegales que se derivan del anterior presupuesto.

Ese juego sucio basado en la mentira y la perversión de la democracia, y documentado en sede judicial por Bárcenas –con chantaje o sin él--, llevará al dirigente de IU, Cayo Lara, no sólo a exigir la dimisión de Rajoy, sino también la convocatoria de elecciones generales anticipadas. En el mismo sentido se podría pronunciar el portavoz del PNV, Aitor Esteban, así como los representantes de Amaiur, ERC y el BNG, integrados en el grupo mixto. El de CiU, Josep Antoni Durán i Lleida, dedicará su monólogo al deterioro de la credibilidad del presidente.

2 Comments
  1. Y más says

    A mí me parece que ese Bárcenas no tiene nada que documentar y que lo que está haciendo es chantaje. El discurso del presidente del Gobierno, sin embargo, me ha parecido impecable. Qué poco confiamos los españoles en la Justicia. Y me parece que los medios tendrían que considerar sus azogues antes de usarlos a tutiplén.

  2. juanjo says

    La mayor mentira de Rajoy es decir que se equivocó con el Sr Bárcenas
    ………
    Rajoy no sólo no se equivocó con respecto a Bárcenas
    ………
    Si no que Basrcenas fue el niño mimado de Rajoy
    ……….
    porque el Bárcenas siempre hizo lo que quiso Rajoy,
    ……..
    Siempre, menos llevarse al propina. Esa propina que se llevó a Suiza, y que, pese a todo, jamás hubiera develado por sí mismo
    ……..
    No, en sí no hay caso Bárcenas
    ………
    El caso Bárcenas no es más que un apéndice del caso Rajoy

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