"Nunca un ministro concitó tantos adversarios", espetó Cayo Lara a José Ignacio Wert , ministro de Educación, Cultura y Deporte, el pasado mes de mayo durante un debate parlamentario. Al líder de Izquierda Unida, a juzgar por las reacciones a la LOMCE (conocida como ley Wert), no le faltaba razón. A la enemistad de alumnos, maestros y padres se suma este jueves el rechazo de ocho colectivos cristianos de base*, que a través del documento 'Iglesia que dice NO a la LOMCE' muestran su repudio por la reforma educativa que pretende el ministro.
El documento, que se presenta la tarde de este jueves en la parroquia San Carlos Borromeo (Madrid), denuncia el “carácter fuertemente ideológico” de la ley que queda demostrado en “la retirada de asignaturas como Educación para la ciudadanía”, el “mantenimiento de Religión Confesional como materia optativa” o la excesiva “facilidad” para establecer “conciertos educativos con instituciones privadas, sin manifestación expresa alguna de una apuesta por el fortalecimiento de la escuela de titularidad pública”.
“Proponemos la incorporación de una asignatura sobre el Hecho Religioso con un currículo no confesional de rigor académico, plural, respetuoso y no vinculado a ninguna confesionalidad ni autoridad religiosa, sino académica”, apunta el documento, promovido por Profesores Cristianos por la Enseñanza Pública, en defensa de “una educación pública de calidad”.
El argumento principal de los colectivos cristianos en su crítica es que en la ley educativa que proyecta Wert salen perjudicadas todas las “personas implicadas en el hecho educativo”, es decir, los “alumnos, el profesorado y las familias”. Con la nueva legislación, asegura el informe, el estudiante sería “ignorado por la ley”, “sometido a un sistema de reválidas que abre las posibilidades a la segregación y exclusión de aquellos con más necesidades”.
Paulatina privatización del sector
Las familias, no obstante, se llevarían la peor parte de las consecuencias de la ley Wert. “Verían cómo se pone en peligro su posibilidad para acceder a un sistema educativo público, gratuito y de calidad como eje vertebrador de la educación del país”, crítica el documento, que alerta sobre la “paulatina privatización” del sector y del peligro de que la escuela pública quede sometida a las “leyes del mercado”.
“Sufrirían las consecuencias de una cada vez mayor desigualdad social entre familias con posibilidades económicas y aquellas más desfavorecidas, en esta ocasión en relación con la educación de sus hijos e hijas”, advierte. Por último, denuncia la escasa atención que se presta al profesorado “del que se pone en duda su capacidad para valorar el progreso educativo”.
Por todo ello, los colectivos cristianos de base piden “como ciudadanos” la retirada de la LOMCE del trámite parlamentario y solicitan “como cristianos” que sus representantes tengan en cuenta “el interés por el bien común de la sociedad” y de la “diversidad de opiniones y opciones que en relación con el tema educativo conviven en el seno de la Asamblea Universal de cristianos y cristianas”.
No me extraña que los cristianos ,piensen y actúen así.
Las enseñanzas de Cristo ,no son en modo alguno dogmáticas ni contrapuestas a la libertad.
(Recuerdo vivamente el pasaje en que sacó a latigazos a los mercaderes de la casa de Dios.)
Lo que me desconcierta ,es que estas personas ,naveguen en el mismo barco ,que los que dictan leyes retrogradas que nos hunden en la miseria intelectual, religiosa y humana.