Nadie quiere más de aquello que le perjudica y el PP se han dado cuenta de que la política de becas del ministro de Educación, Cultura y Deportes, José Ignacio Wert, es altamente perjudicial para su electorado, y el próximo año hay elecciones. Tras el primer curso académico bajo el mandato de este ministro cuya voz produce el efecto de una sucesión de petardos que estallan, unos 30.000 universitarios se enfrentan al drama de no poder continuar sus estudios por falta de medios económicos, y las universidades estiman que el próximo curso no podrán matricularse más de 80.000 por el mismo motivo. Tan grave es la situación que hasta el PP ha dicho basta.
Al “tasazo” provocado por los recortes en las transferencias a las universidades, Wert ha sumado la quita del 5% de las becas universitarias, del 20% de las becas para comedor escolar –datos oficiales--, y no conforme con ello, ha elaborado un reglamento más duro contra los que menos tienen. Con los conceptos de “mérito y capacidad” en detrimento del nivel de renta, el reglamento pretende exigir una nota media de 6 en el acceso al Bachillerato (ahora es 5,5), de 5,5 a Formación Profesional (ahora es un 5) y de 6,5 a los estudios universitarios (ahora es 5,5) para tener derecho a beca.
Pero la presión de las autonomías del PP y los correctivos de los superiores del propio Gobierno han obligado al ministro a corregir el tiro antes de que le huela la cabeza a pólvora. La secuencia es conocida: el martes, el Consejo Escolar rechazó de plano el nuevo reglamento de becas. El miércoles por la mañana, la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría tranquilizó a la oposición en el pleno del Congreso, señalando que el decreto no estaba aprobado todavía. En el fragor del debate con la socialista Soraya Rodríguez, quien recordó que 40 dirigentes del PP se embolsaron 22 millones de euros en sobresueldos mientras recortan las becas, el correctivo a Wert, allí presente, pasó desapercibido.
Horas después, hasta los consejeros autonómicos del PP, comenzando por el de Castilla-La Mancha y siguiendo por el de Castilla y León, se sumaron a los argumentos de los socialistas asturianos y andaluces. La andaluza Mar Moreno preguntó si para obtener un título basta con un 5 por qué para tener derecho a beca se ha de exigir 6,5. El ministro advirtió el aire de fronda y dijo: “Basta, somos gente educada y no hace falta que nos repitamos”. Ayer, jueves, la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) también rechazó el nuevo sistema de becas por entender que es excluyente y discriminatorio.
La presidenta de la CRUE, Adelaida de la Calle, expresó el “desacuerdo de la mayoría de los rectores con el real decreto” y aunque recalcó que no se puede generalizar, “unos hablan del 54% y otros del 48%”, es decir, que la mitad de los alumnos que hasta este curso tenía derecho a recibir ayuda, se quedarán sin ella. A falta de los datos de Cataluña, el Ministerio de Educación ha suprimido oficialmente 18.440 becas este curso respecto al anterior. Y las que ha reconocido, las paga tarde porque ni siquiera contrata suficientes parados, como ocurría antes, para tramitarlas.
“¿Cómo puede usted dormir tranquilo sabiendo que está frustrando los proyectos de vida de miles de jóvenes españoles? ¿Cómo puede, señor ministro?”, le preguntó el socialista Germán Rodríguez en el pleno del Congreso del miércoles. Y Wert contestó: “Si ustedes piensan que un seis y medio es una nota inalcanzable para esos que ustedes, no yo, denominan los pobres o los alumnos con menores recursos, explíquenlo a la opinión pública”. Previamente, el diputado le había preguntado si se sentía satisfecho de su gestión y Wert respondió: “No me corresponde a mí contestar, sino a los ciudadanos”.
Ajeno a las críticas y manifestaciones de la Marea Verde, sólo cuando este ministro sociólogo ha comprobado la rebelión en su propio partido se ha mostrado dispuesto a rectificar mediante la “técnica del salami”, consistente en ofrecer una rodaja milimétrica por determinar. Y, por supuesto, sin apearse del insultante argumento de que el rendimiento académico debe prevalecer sobre el nivel de renta para no tirar el dinero público. El propio Wert sabe que su aserto es falaz y cínico (de canelo, perruno, que orina en público), pues desde 2005, en que la ley reconoció el derecho a beca en función del nivel de renta, el 79% de los universitarios con beca vienen aprobando todos los créditos de las asignaturas del curso frente al 65% de los que estudian sin beca. Ni derroche ni desperdicio, sólo clasismo y una concepción abusiva del poder.
No se anden con eufemismos sobre unos reaccionarios redomados, más franquistas que sus abuelos. No solo son abusivos sino chupópteros insaciables que saben que el saber iguala a pobres y a ricos, y no lo van a tolerar.
Este individuo ,en mi opinión es una persona franca, y coherente con su idiosincrasia.
Es un facha y actúa en consecuencia, y lo peor es que los que le votan ,están por los alrededores ideológicos del valedor de los poderosos y arrasador de los pringaos.
Esa sonrisa burlona del gachó ,me recuerda la de Nosferatu;Un calambre me recorre la médula espinal cada vez que veo su careto por la caja tonta.
Lo dicho ,es pura coherencia ,para que formar a personas que no tengan a «nadie» que les pueda enchufar en ningún sitio, y tengan que ser expatriados a Alemania ,y a la dueña del ranchito ,le salgan los peones sobradamente cualificados ,gratis.
Estos miserables se ven con el agua al cuello y quieren dar marcha atrás, pero no les va a votar ni el tato.
Ánimo, pues. A ver si ahora sale alguien a frenar el daño de Rajoy al resto de los españoles