Negación, gran mentira, duda, nebulosa, momento oportuno, balones fuera, disociación, lugar adecuado, revés, tinta de calamar y otras “infotácticas” descritas en los años noventa por el observador estadounidense Alvin Toffler en su best seller Cambio de Poder están siendo enriquecidas por la vicepresidenta y portavoz del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, a cuenta del extesorero del PP Luis Bárcenas. Vaya por delante que esas tácticas no han logrado de momento cegar ni opilar las entendederas de los ciudadanos, que sitúan la corrupción y el fraude como el segundo problema del país, tras el paro, según la última encuesta del CIS. Pero eso no quita para que las estratagemas de la ocultación, la elusión de responsabilidad y la disociación entre el Mariano Rajoy jefe del Gobierno y el Rajoy presidente del PP merezcan un repaso.
La vicepresidenta y portavoz del Gobierno entró en el juego de las “infotácticas” el 18 de enero. Tres días antes, los medios de comunicación informaron de la fortuna oculta del extesorero del PP en cuentas bancarias en Suiza, en las que llegó a manejar 22 millones de euros. Luego aparecieron 8 más y el propio Bárcenas cifró su fortuna en 38 millones. Le preguntan a la portavoz qué sintió al conocer esa información. Y Sáenz de Santamaría contesta: “Si la información que hemos conocido hoy se confirmara (Táctica de la duda), se lo digo rotundamente: indignación”. Le preguntan si el Gobierno está preocupado por la imagen que traslada a los ciudadanos. “En lo que a mí me afecta personalmente, y a otros miembros del Gobierno con los que he hablado, estamos, de un lado, sorprendidos e indignados si eso fuera así” (Reiteración de la duda). Le preguntan si es verdad que el tesorero, oficialmente apartado del PP en 2010 tras su imputación en la trama Gürtel, tiene una sala, una secretaria y un coche oficial en la sede nacional del PP. “No lo sé. A mí me corresponde…, el parking de los partidos, como comprenderá, no me corresponde a mí” (Infotáctica del lugar correspondiente).
Le preguntan si Bárcenas se ha acogido a la amnistía fiscal del Gobierno para blanquear 10 millones de euros, como afirma su abogado. “Yo me remito ahí a los comunicados de la Agencia Tributaria, por cuanto yo no dispongo de esa información y no puedo disponer de esa información, porque está sometida a secreto” (Infotáctica de la legalidad vigente). Le preguntan si el Gobierno va a publicar la lista de los amnistiados. “Sobre ese asunto hemos tenido un debate aquí y se generó la polémica inversa. Cuando el ministro de Hacienda dijo "soy favorable a publicar los datos de los que no cumplen", dentro de determinados incumplimientos graves, el debate se generó en sentido contrario. Por nosotros, desde luego, se está analizando en el Ministerio y eso demuestra que es bueno tener siempre un criterio y el mismo, y el criterio del Gobierno es que hay que trabajar por dar una mayor transparencia a estos asuntos, analizando, en la medida en que lo permita la Constitución, la posibilidad de conocer los datos de los principales defraudadores” (Infotáctica del momento oportuno). Y suelta tinta de calamar: “Yo quiero recordarle que el Partido Socialista también aprobó en su día una regularización y sabe por qué se hacen estas cosas; entre otras cosas, porque hay una vía, una necesidad tributaria importante, y porque hay un problema de necesidad de ampliación de las bases fiscales”. A la pregunta de si sabe si los dirigentes del PP cobraban sobresueldos, contesta: “Precisamente esta mañana la secretaria general del Partido Popular hacía una intervención en la que expresaba muy claramente que no le constaban esas circunstancias” (Infotáctica del lugar oportuno). Le preguntan si como miembro de la dirección del PP, ella cobró u oyó hablar de sobresueldos en negro. “Yo en ese tiempo ni vi, ni se me ofreció, ni se me dio, ningún sobre con dinero y, por supuesto, no lo hubiera aceptado” (Táctica de la duda ofende).
La situación se complica con la publicación de los papeles de Bárcenas que revelan los supuestos sobresueldos en dinero negro al jefe del Gobierno y a otros dirigentes del PP. La portavoz del Gobierno emplea varias estratagemas conocidas. “La situación se refiere al Partido Popular; entienda que desde esta mesa yo no hablo de formaciones políticas, hablo del Gobierno” (Táctica de la disociación y del lugar oportuno). “Yo me remito a lo que el Partido Popular ha puesto de manifiesto” (Balones fuera). “El Gobierno es una cosa y los partidos que sustentan al Gobierno son otras” (Más disociación). “Este Gobierno goza de una gran estabilidad a nivel parlamentario y es un Gobierno que trabaja, que sigue trayendo reformas; que ha vivido a lo largo del año 2012, como el conjunto del país, momentos y situaciones muy difíciles, porque la del país lo es, y muy complicada. Desde luego, nosotros estamos plenamente dedicados a esa tarea” (Infotáctica de farfolla y nebulosa).
Periodista: “Usted trata de diferenciar entre partido y Gobierno, pero lo que pasa es que el presidente del Partido Popular es presidente del Gobierno y lo que están viendo los españoles es que el actual presidente del Gobierno está bajo sospecha. ¿No cree el Gobierno que el presidente del Gobierno ha visto mermada su credibilidad para plantear nuevas medidas o nuevos ajustes?”.
Vicepresidenta: “En primer lugar yo quiero decirle una cosa: llevo doce años trabajando con Mariano Rajoy Brey, primero en la oposición y después en el Gobierno, y yo lo que he visto en estos doce años ha sido siempre una conducta ejemplar. Nunca le he visto saltarse una norma y siempre ha dado ejemplo a los que trabajábamos con él de una vida recta y de una vida al servicio público”.
Periodista: “Pero también han trabajado veinte años con el señor Bárcenas y parece que nadie se daba cuenta de lo que el señor Bárcenas hacía, con lo cual algo falla en las percepciones personales, ¿no?”.
Vicepresidenta no contesta (Infotáctica del no coment).
Periodista: “También me gustaría saber por qué el presidente del Gobierno, o incluso el Gobierno no se querellan contra el señor Bárcenas”.
Vicepresidenta: “Hasta el año 2007 el criterio constante de la Abogacía General del Estado era que, cuando son asuntos particulares que afectan a cada uno de los miembros del Gobierno y que no forman parte de su tarea de gobierno, el ejercicio de las acciones oportunas era individual y de su cuenta. En el año 2007 se cambió esa teoría y se utilizó a la Abogacía General del Estado para la defensa de posiciones personales y de partido. Yo misma lo critiqué. Yo soy muy coherente. Las acciones que quiera ejercitar cada uno individualmente, porque, además, forman parte de aspectos que afectan a lo que es su ámbito individual o, en su caso, al ámbito del partido, corresponden al ámbito individual o al ámbito del partido, no al del Gobierno” (Táctica de la dispersión y tinta del calamar).
Dos semanas después del estallido del caso Bárcenas, Rajoy y Sáenz de Santamaría deciden que el gerente y tesorero no existe, exhiben la táctica del ostracismo, lo convierten en “innombrable” y, si existe, sus operaciones no afectan al Gobierno, sino al partido. “Sobre la posición del presidente del Gobierno (los sobresueldos), él mismo la dará a conocer mañana como presidente del partido”, dice el 1 de febrero la portavoz en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros. Como es sabido, Rajoy niega la mayor ante el comité ejecutivo del PP: “Yo no cobre sobres en negro, yo no he venido a la política a ganar dinero”, pero destruye la “infotáctica del deslinde” cuando anuncia que en el plazo de una semana publicará sus declaraciones de bienes y patrimonio (Infotáctica del sueño, pues el dinero negro no se declara) en el web de La Moncloa. ¿Por qué no en la del partido? Tras ese fallo y para no hacer más penosa la tarea de la vicepresidenta portavoz, deciden agotar el plazo y colgar las cuentas legales del presidente después de la habitual rueda de prensa del viernes siguiente (Infotáctica de la dilación y momento oportuno).
Con los datos de renta y patrimonio de Rajoy aparecen las famosas preguntas dirigidas o convenientes. ¿Van a pedir o van a exigir que cunda el ejemplo en el resto de partidos y dirigentes políticos? Y la vicepresidenta y portavoz responde: “Va a ser el primer presidente de la democracia que hace públicas sus Declaraciones de Renta, de Patrimonio y aquellos elementos tributarios que considere relevantes para que los ciudadanos los conozcan” (Infotáctica de la gran mentira). Y añade: “Yo creo que aquí estamos ante una decisión personal y directa, asumida por el presidente del Gobierno, pero en el marco de las negociaciones que queremos abrir para acordar un pacto por la transparencia y la corrupción, es un tema que puede abordarse” (Infotáctica del revés). Le preguntan sobre los sorprendentes incruentos salariales en el PP en plena crisis y forzosa austeridad. “Yo no conozco las cuentas del PP, porque no me corresponde a mí cerrarlas” (Balones fuera). Le preguntan por el riesgo de desestabilización política a causa de la corrupción, detectado por la Comisión Europea. “Tendemos mucho a mirarnos a nosotros mismos, pero a lo largo de estos días hemos repasado momentos en que distintos Estados de nuestro entorno han sufrido procesos de corrupción. Yo creo que hay que ponerlo en ese marco. Por desgracia, la corrupción es algo que afecta a muchos Estados o que afecta a Estados en diferente medida y de distintas formaciones” (Dispersión y tinta de calamar).
El deslinde entre Gobierno y PP se complica cuando los informes periciales revelan que la ministra Ana Mato se lucró de la trama Gürtel. ¿Debe seguir en el Gobierno? Vicepresidenta: “Tanto la ministra como el presidente ya han abordado este asunto. La ministra ha dado explicaciones públicas y yo sólo quiero recordar un dato: los jueces en el año 2011 rechazaron una denuncia al respecto; es decir, que ni siquiera abrieron un procedimiento. Yo creo que hay que estar a lo que señalan los Tribunales” (Infotáctica de la simulación legal de la responsabilidad política). Le preguntan si Esperanza Aguirre es leal cuando dice que ella habría destituido a Mato. “Cada uno es responsable de la opinión que tiene y no me corresponde a mí, como Gobierno, valorar las opiniones de nadie” (Balones fuera). El 15 de febrero, pocos días antes del debate sobre el estado de la nación le preguntan si será sobre el estado de la corrupción y contesta: “Yo creo que el Debate se tiene que centrar en lo que son los problemas económicos, el paro y, sobre todo, las medidas que se pueden poner en marcha para abordar esa situación. Los titulares ya serán otra cosa” (Táctica del reves). Le preguntan cómo está el famoso pacto por la transparencia y la corrupción, y tras explicar que ha habido contactos con los grupos parlamentarios dice: “El ciudadano quiere que, de verdad, si todos somos sinceros en ese Pacto por la Transparencia y contra la Corrupción, adoptemos medidas eficaces, medidas en las que creamos, medidas que no sean la táctica del momento, sino una estrategia de verdad del país que se toma en serio, que tiene que hacer un proceso de regeneración democrática y de fortalecimiento institucional, y que está dispuesto a luchar contra la corrupción; que preocupa a los ciudadanos, pero que puedo decirle que también preocupa, y mucho, a los políticos que se dedican a esto honradamente y, como ha explicado el ministro Montoro, y cada vez más sin cobrar” (Táctica de la farfolla y la nebulosa). Le preguntan si la Ley de Transparencia que tramita el Congreso debe incluir a la Casa Real, y contesta: “Sobre la Casa Real ya hemos hablado de que esta Ley es heredera de un Convenio europeo, donde establece un tratamiento específico a las Casas Reales y, de hecho, las principales Casas Reales europeas no están sometidas a la Ley de Transparencia” (Táctica de la dispersión). Y añade: “Estamos hablando, fíjese, de una ley que en principio nació para las Administraciones Públicas y que ahora se va a aplicar a partidos políticos y otras organizaciones en cuanto estén vinculadas a esas Administraciones Públicas” (Infortáctica de la nebulosa).
Mientras se celebra el debate del estado de la nación, Bárcenas demanda al PP por despido improcedente. Preguntan a la portavoz si puede aclarar la relación laboral del PP con Bárcenas, y contesta: “El Gobierno no puede entrar aquí a contar datos laborales de nadie” (Infotáctica del lugar oportuno). Le preguntan qué problema tiene el presidente en pronunciar el nombre de Luis Bárcenas, ¿le avergüenza? No contesta. Le preguntan si Bárcenas está intentando chantajear al presidente del Gobierno. Y responde: “Esta es la mesa de Consejo de Ministros, con lo que me remito a lo que he dicho en anteriores ocasiones” (Táctica del lugar oportuno). Le preguntan si como ha dicho el portavoz del Grupo Popular, hay que plantarse de una vez por todas contra Bárcenas, y contesta: “Yo aquí no hablo de los partidos” (Balones fuera), “máxime cuando los asuntos están pendientes de decisiones de la Justicia o de organismos que colaboran con ella” (Táctica del “sub judice”). Le preguntan si Rajoy se va a querellar contra Bárcenas, y responde: “Me consta que el Partido Popular les ha informado”. Le hacen saber que no. “Entonces espero que les informen” (Balones fuera).
Periodista: “El presidente ha dicho que va a hacer de la transparencia su bandera, pero el caso Bárcenas ha puesto de manifiesto que el PP ha mentido en reiteradas ocasiones sobre el estatus del ex tesorero. ¿Le preocupa la gestión que se está haciendo de este asunto?”
Vicepresidenta: “Yo no puedo entrar a valorar aquí las actuaciones ni las declaraciones de nadie” (Balones fuera). Y añade: “Como Gobierno, ¿qué nos corresponde? Impulsar las medidas que sean necesarias para fortalecer la transparencia. En ese sentido, este Gobierno es el primer Gobierno democrático que ha llevado a las Cortes un Proyecto de Ley de Transparencia, porque ha habido borradores, pero quien ha remitido a las Cortes un Proyecto de Transparencia de las Administraciones Públicas ha sido este Gobierno” (Infotáctica del revés).
Y en ese juego lleva dos meses la vicepresidenta y portavoz. Ya no es necesaria la capacidad de persuasión, aquella retórica hábil y artificiosa capaz de dar aspectos de brillantez a lo que es opaco; basta con una estructura mental de cemento armado y unas aristas tácticas de feldespato para intentar provocar la fatiga de los materiales. O como dijo Juan Negrín, con resistir para vencer. Y se equivocó.
Cara de cemento armado, mentiras y opacidad. Muy buen repaso.
La obligación de los periodistas es insistir. Todavía no sabemos por qué Bárcenas utilizó el nombre de Rajoy en los bancos suizos.
mari carmen, la obligacion de los periodistas es informar no desinformar, y todavia estamos esperando por que el diario EL PAIS no prueba la veracidad de sus papeles, el caso es acusar falsamente y hacer daño al partido adversario, pena de pais, por algo los periodistas son la profesion peor valorada en españa
Raul, tipico ignorante izquieridista