El Rey pidió un debate "tranquilo" a Rajoy y Rubalcaba

El rifirrafe vivido entre el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, con motivo del reciente debate sobre el Estado de la Nación fue, probablemente, el más tranquilo y menos agresivo de los que se recuerdan en los últimos años. En contra de lo que se esperaba, ambos líderes evitaron enzarzarse en una pelea basada en el " Y tú más" y, salvo un par de menciones al extesorero del PP, Luis Bárcenas, por parte de Rubalcaba,  y una velada alusión al caso Filesa (de financiación irregular del PSOE, por el que algunos de su miembros fueron condenados en los años 90) que hizo Rajoy en su réplica inicial, no hubo voluntad de "hacer sangre" por parte de ninguno de los dos. Seguramente, ese "sosiego" en la oratoria parlamentaria de ambos, pese a que sus respectivas formaciones llevan semanas reprochándose los casos de presunta  corrupción que salpican al PP y una supuesta campaña de acoso y derribo a Rajoy por parte del PSOE,  tuvo que ver con la petición que el rey Juan Carlos hizo tanto al presidente del Gobierno como al líder del primer partido de la oposición horas antes de la celebración del debate.

Fuentes de la Casa Real han confirmado que el monarca le trasladó a Rajoy, en uno de sus despachos habituales, su petición de que fuese un debate de confrontación de ideas, pero no de descalificaciones, ni que acabase en un rosario de reproches que pudieran dañar y deteriorar más aún la imagen de los dos principales partidos y las instituciones. Asimismo, fuentes socialistas han asegurado a cuartopoder.es que Rubalcaba recibió una llamada telefónica del Rey para desearle un debate " bueno y constructivo", en la que el monarca no ocultó su preocupación por el descrédito de la clase política ante los ciudadanos que reflejan insistentemente los estudios sociológicos, así como la desafección ciudadana hacia la clase política. "No es la primera vez que el rey -asegura un dirigente socialista- manifiesta su preocupación por este asunto. Y nosotros la compartimos, aunque eso no signifique que vayamos a hacer dejación de nuestra labor de oposición. Ni mucho menos".

Desde la Casa del Rey aseguran, no obstante, que esas llamadas y conversaciones, tanto con el presidente del gobierno como con el líder del primer partido de la oposición, se enmarcan adentro de la normalidad y la rutina del monarca, que "despacha semanalmente con Rajoy y llama con regularidad al líder de la oposición", aunque, a renglón seguido, admiten su convicción de que esa petición del monarca influyó para que el debate sobre el estado de la nación no se convirtiese en un espectáculo. Con todo, el del pasado miércoles fue uno de los más sosegados cara a cara entre el jefe del Gobierno y el de la oposición, desde que el entonces presidente del Ejecutivo, Felipe González, lo instaurase.  Un cara a cara que Rajoy se esforzó en cerrar comentando las grandes posibilidades de acuerdo que hay entre populares y socialistas en materias como política europea, Asuntos Exteriores y Defensa, entre otras.