(Actualizado a las 15:03 horas del 21-2-2013 con la segunda jornada del debate)
El debate sobre el maltrecho estado de la nación terminó a las 13:00 de este jueves, tras las intervenciones del PNV, los representantes del Grupo Mixto y del PP, sin que el jefe del Gobierno aceptara ninguna propuesta de cuantas planteó la oposición. Esto no quita para que Mariano Rajoy dijese que ha sido “útil” aunque no satisfactorio, pues no se sentirá satisfecho hasta que la economía crezca y comience a crear empleo. Aparte las modificaciones legales que incluyó en su discurso inicial para combatir la corrupción, Rajoy reiteró que se mantendrá cuatro años en el poder y que perseverará en las políticas de ajuste que necesita el país.
Con ello contestó a las peticiones de que abandone el cargo antes de que el caso Bárcenas le coloque en peor situación, como le había pedido el PSOE; a la reclamación de elecciones generales, que le formularon IU y UPyD, y a las reformas constitucionales que sobre el reconocimiento del derecho a la autodeterminación plantearon CiU, PNV, ERC, Amaiur y el BNG.
Aitor Esteban, del PNV, animó a Rajoy a explorar un “nuevo marco político para el País Vasco y Cataluña” que permita resolver las tensiones territoriales, al tiempo que denunció la nueva tendencia “recentralizadora” que está aplicando el Gobierno. Reclamó reformas constitucionales y pasos para afrontar la “pacificación definitiva y la reconciliación” tras el fin de la actividad armada de ETA. También subrayó que “la Monarquía, la institución más opaca de la democracia, necesita reinventarse”, en clara alusión a la abdicación del Rey. El monarca será operado de nuevo el 3 de marzo, ahora de una hernia discal.
Con la misma orientación y mayor contundencia, el portavoz de Amaiur y abogado de presos etarras, Iker Urbina leyó un discurso solicitando el reconocimiento de todas las víctimas para alcanzar una “paz justa y duradera”. Y en este punto nombró al socialista Fernando Buesa –de cuyo asesinato se cumplen mañana 13 años-- y al etarra Jon Anza. “Cien por cien de memoria, señor Rajoy”, dijo antes de solicitar el derecho a decidir, como en Escocia.
Alfred Bosch, de ERC, incidió en el derecho a la autodeterminación de Cataluña y a proclamarse república independiente si así lo quieren los catalanes. Acusó al Gobierno de “impulsar una guerra sucia” contra el soberanismo catalán “con escándalos policiales para hacer descarrilar un proceso participativo” y dijo que “usar la corrupción con intención partidista, para impedir que la gente vote, es la peor de las corrupciones porque atenta contra el corazón de la democracia”. Con algunas cifras que Rajoy dijo que no sabía de donde salían, Bosch cifró en 8.000 millones la deuda del resto de España con Cataluña y tildó de “usurero” al Ejecutivo.
El desempleo y la corrupción estuvieron presentes en los discursos de las portavoces del BNG, Olaia Fernández --quien preguntó a Rajoy dónde están los famosos contratos de construcción de barcos para la petrolera mexicana Pemex, exhibidos antes de las últimas elecciones gallegas-- y de Coalición Canaria, Ana María Oramás, que reclamó ayudas al empleo y al transporte en las islas.
Quizá la intervención más contundente sobre la corrupción fue la del vasco Esteban. Pidió a Rajoy que aclare de una vez “todas y cada una de las informaciones que van apareciendo” sobre Bárcenas y sobre el exmarido de la ministra Ana Mato, Jesús Sepúlveda. “Un día el señor Sepúlveda es un empleado del partido con todos sus derechos, injustamente atacado, y a los dos días resulta cesado en sus funciones. Un día el señor Bárcenas es historia en el PP al haber pedido su baja y otro nos desayunamos con que dos años después tiene un despacho en la sede del partido y al siguiente además nos enteramos de que ha estado cobrando y sueldo y han sido ingresadas en su nombre las correspondientes cuotas a la Seguridad Social”.
En su réplica, Rajoy eludió todos los temas escabrosos y señaló que algunas medidas insertas en su discurso inicial serán aprobadas mañana por el Consejo de Ministros. El portavoz del PP, Alfonso Alonso, admitió que en lo atinente a la corrupción en su partido "faltaron y fallaron controles y se relajó la exigencia ética” y dijo que todo se resolverá “con la nueva mentalidad abierta a la cultura de la transparencia”.
Primera jornada de debate
En la primera jornada del debate, Rajoy trasteó en términos taurinos a Alfredo Pérez Rubalcaba, jefe del principal partido de la oposición. Rubalcaba sólo emitió reproches. Los dos gladiadores se distanciaron tanto de la realidad que parecían de otra galaxia. El socialista incidió en la corrupción del caso Gürtel de presunta financiación ilegal del PP. Y el conservador miró al espejo retrovisor y vio a lo lejos al PSOE como único partido condenado por corrupción (caso Filesa). Entonces Rubalcaba, que no exhibió la foto del tesorero Luis Bárcenas haciendo la peineta a los españoles, le dijo que su futuro depende de los humores de ese señor y, comoquiera que ser rey de los humores es privilegio de los animales más evolucionados y el obsceno tesorero evoluciona a peor, le repitió la recomendación de hace una semana: busque en sus filas un sucesor y dimita. A lo que Rajoy contestó que ni Bárcenas ni la crisis le moverán. “Estaré cuatro años”, proclamó.
El jefe del Gobierno evitó ensañarse con el del PSOE porque la voladura por elevación se la puso su correligionario del PSC Pere Navarro cuando dijo en la Cámara de Comercio de Cataluña que el rey Juan Carlos de Borbón debe abdicar. Esa cámara es premonitoria: cuando el dictador Franco ordenó sus últimas ejecuciones, en septiembre de 1975, provocando el repudio de las democracias europeas y la suspensión del acuerdo preferencial con el Mercado Común, fue la primera en reclamar la evolución del régimen hacia la democracia. Ayer Rubalcaba emitió un comunicado de desacuerdo con Navarro y, a través de Jesús Posada, con el que almorzó, pidió a Rajoy que no le machacara con la corona. En las filas socialistas, bastante decepcionadas con el discurso del jefe, arreciaron las voces pidiendo primarias.
Así las cosas, el mensaje social de la izquierda, pegado a la realidad, lo protagonizó el dirigente de IU, Cayo Lara, con un discurso austero y contundente, sin perífrasis ni circunloquios. Lara situó a Rajoy ante sus propias mentiras, delante del espejo de las corrupciones subjetivas y objetivas del sistema, y exigió elecciones generales para abrir un proceso constituyente de regeneración democrática. Salvando las distancias, Rosa Díez, de UPyD, coincidió en la misma exigencia. Y por su parte, el portavoz de CiU, Josep Antoni Durán Lleida, hombre de Estado y una de las calvas más brillante del Congreso, pasó de puntillas sobre el secesionismo catalán, del que personalmente no es partidario, y obtuvo el compromiso de Rajoy de negociar lo que sea menester, incluida la concertación fiscal.
El primer debate sobre el estado de la nación al que se enfrentaba Rajoy como jefe del Gobierno demostró la lejanía entre la Moncloa y la realidad. Rajoy no llegó a decir que “España va bien” porque con 850.000 parados más en su primer año de gobierno habría sido un escándalo. Pero incurrió en metáfora: “España ya tiene la cabeza fuera del agua”. Se mostró tan pagado de sí mismo que exhibió como un éxito indudable la reducción del déficit público al 7% frente al heredado de ZP, que fue del 9%. Y en lo atinente a la prevaricación programática, con subidas de impuestos, impago a los pensionistas, repago sanitario y desmantelamiento de derechos sociales y laborales, imagínense lo que habría ocurrido si no hubiera aplicado los recortes: el país se habría despeñado por el acantilado y en vez de tener la cabeza fuera del agua estaría descalabrado y pidiendo rescate. Eso dijo.
De la prevariación en documento público –programa electoral y de gobierno– admitió: “No me ha sido posible cumplir con algunos de mis compromisos electorales porque he tenido que cumplir con mi deber como presidente del Gobierno”. Quizá la frase sea comentada en ese “millón largo” de familias donde no entra ni paga del paro ni salario alguno o en esos comedores sociales con cuyos famélicos visitantes se solidarizó Rajoy. Paciencia, que en el futuro todo irá mejor, les dijo. Incluso en 2014 las Pymes y los autónomos no tendrán que ingresar el IVA hasta que no hayan cobrado las facturas. Y además habrá bonificaciones fiscales y a la Seguridad Social para los emprendedores y para la contratación de jóvenes. Eso dijo.
Sobre la corrupción debemos saber que “España no es un país corrupto: eso es una insidia”. Y ofreció un pacto para la modificación de las leyes procesales, el Código Penal, la regulación de los lobbies en el Congreso de los Diputados y la elaboración de una ley orgánica reguladora del ejercicio de las funciones políticas que, entre otras cosas obligará a los gobernantes y legisladores a presentar el balance patrimonial al abandonar sus cargos. Rajoy completó su exposición inicial con ninguna explicación sobre la corrupción en su partido, al que se suponía limpio de gurtélidos desde 2009 y no era cierto, y con la satisfacción del acuerdo presupuestario de la UE entre 2014 y 2020 que reportará a la agricultura 35.000 millones de euros y para el empleo en Andalucía, Canarias, Ceuta, Melilla, Murcia y Castilla-La Mancha otros 950.
Mientras Rubalcaba compartió la necesidad de adoptar medidas contra la corrupción y abogó por la prohibición de los donativos de las empresas a los partidos, Cayo Lara le espetó que está gobernando en “fraude electoral” y afirmó que a esa “estafa” se suma una supuesta financiación irregular del PP que, de ser cierta, supondría que el partido del Gobierno habría competido tramposamente y con “dinero bastardo”. En su opinión, la única salida honrosa que le queda es dimitir y convocar elecciones.
El coordinador de IU y presidente del grupo de Izquierda Plural, que compartió su tiempo con Joan Coscubiela (ICV) y Chesús Yuste (CHA) planteó una alternativa para crear empleo y recuperar la economía, pero fue inmediatamente rebatido por Rajoy porque, según dijo, “multiplicaría el déficit por cuatro en treinta minutos”. Lara expresó la solidaridad de IU con todos los que luchan en defensa de sus derechos, como los trabajadores de Iberia, “que están defendiendo lo poco público que queda del expolio que se ha hecho en España a lo largo de la historia”, con los jueces y fiscales que están hoy en huelga defendiendo "la universalidad de la justicia" y también con los desahuciados y con los que tiene “una hipoteca especulativa y serán los desahuciados del mañana”. Frente a los “patriotas que ocultan sus cuentas en Suiza”, se solidarizó con los actores que han sido acusados por el ministro Cristobal Montoro de no pagar impuestos en España y exclamó: “¡Viva el cine español!” La sesión prosigue hoy con las intervenciones de los portavoces del PNV y de las formaciones agrupadas en el mixto.
Lance Armstrong, aplaudido en el Congreso. http://rubeskeitel.blogspot.com.es/
En resumen, nada de nada. El impávido Rajoy estará contento.
Lo de la calva más brillante más del Congreso, me encanta. Será porque se la enceran en el Palace.