“Ha costado”, confesó al cronista el portavoz del Grupo Popular, Alfonso Alonso, en una de sus idas y venidas entre el despacho y el escaño. Eran las seis de la tarde y La Moncloa aceptaba por fin el cambio de voto del PP a la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) presentada por la Plataforma de Afectados por las Hipoteca (PAH) y avalada por 1.402.854 firmas, casi tres veces más de las necesarias. De rechazar la ILP sobre la “dación en pago con carácter retroactivo”, los conservadores pasaban a aceptarla a trámite. La noticia sobrevoló el hemiciclo. Intervenía en ese momento Joan Coscubiela, de Izquierda Plural. Captó la onda: “Una vez más se demuestra que la presión de la sociedad da resultado; las batallas que se pierden son las que no se dan”. Y se dirigió a Ada Colau y otros compañeros de la Plataforma que ocupaban la tribuna de invitados: “Parece que vais a conseguir una importante victoria; gracias por vuestro ejemplo de democracia y de lucha social”.
Frente al Congreso, vallado por las obras, más de doscientas personas afectadas por los desahucios de sus viviendas mantenían sus pancartas extendidas con las leyendas: “Banqueros, ladrones, culpables de la crisis” y “Banqueros robando y jueces ayudando”. Inmunes a la afonía llevaban dos horas coreando: “¡Vergüenza, vergüenza! ¡Banqueros robando al pueblo están matando! ¡A-se-si-nos! ¡Ahí está la cueva de Alí Babá!” y otras consignas. ¿Cómo no iban a estar enfadados si ellos y 350.000 familias trabajadoras más han sido desahucias y expulsadas de sus casas al perder el empleo y no poder pagar la hipoteca? ¿Cómo no iban a gritar palabras mayores si unas horas antes se habían quitado la vida en Calviá (Mallorca) una pareja de jubilados de 67 y 68 años a los que iban a desahuciar, si en dos días se han suicidado cuatro personas?
Los primeros indignados por los desahucios se colocaron frente al Congreso poco antes de las cuatro de la tarde. Se mezclaron con unos taurinos que, en compañía del crítico Manuel Molés y con algún capote y alguna bandera de España daban su apoyo visible a otra iniciativa popular para que las corridas de toros adquieran la declaración estatal de manifestación cultural y sean susceptibles de recibir subvenciones públicas. El texto solicita también que los escolares a partir de 12 años sean informados sobre esa manifestación artística consistente en lidiar y matar toros en los ruedos. Quitan Ciudadanía y Derechos Humanos y ¿podrán tauromaquia? Por cierto que esta ILP, con El Juli, Vitorino Martín y José María Manzanares, entre otros invitados, fue defendida por el PP y tomada en consideración sin mayor problema, con la abstención del PSOE y el rechazo irritado de CiU, que la interpreta como “un rodillo anticonstitucional” a la prohibición de las corridas en Cataluña, según dijo Monserrat Surroca. Y como un argumento más para ser independientes, según ERC.
Pero a lo que iba. Aunque las manifestaciones ante el Congreso están prohibidas, los mandos policiales –léase Delegación del Gobierno y su responsable, conocida como la delegada multívora Cristina Cifuentes--, hicieron la vista gorda con la concentración de silentes taurinos y, acaso, para no evidenciar desigualdad de trato, permitieron la presencia de los desahuciados. Su dirigente Colau manifestó a los periodistas que si después de todo el esfuerzo de recoger firmas y cumplir unos requisitos “nada fáciles”, el PP no admite la toma en consideración habrá un problema de falta de democracia. “Que tengan claro que si hoy votan en contra no nos vamos a quedar de brazos cruzados; propondremos estas medidas tantas veces como haga falta; no es cuestión de opiniones, es cuestión de vida o muerte, del sufrimiento de miles de personas, de una ley injusta, bárbara, que todo el mundo sabe que hay que cambiar”, afirmó.
Después Colau, acompañada de unas quince personas entró a la tribuna de invitados para seguir el debate. La socialista Leire Iglesias presentó y defendió los principales puntos, de “mínimos”, de la iniciativa: dación en pago retroactiva, paralización de todos los desahucios y creación de un parque de vivienda en alquiler social (con un precio no superior al 30% de los ingresos de la familia) procedente del stock de casas vacías que tienen los bancos. Iglesias dijo que “el 90% de los ciudadanos respalda estas medidas; no es caridad, sino justicia y derechos lo que se pide”. Recordó que las ejecuciones hipotecarias han aumentado un 134% el último año. Emplazó al PP a asumir la entrega de la vivienda en pago de la hipoteca y señaló que no es defendible que mientras a las inmobiliarias y a los bancos se les acepta la dación en pago –he ahí la SAREB o banco malo--, a las familias que han sufrido la insolvencia sobrevenida a causa de la crisis económica se les niegue ese derecho y se les imponga el coste del estallido de la burbuja inmobiliaria. Iglesias reprodujo algunos argumentos que aportó Colau en su comparecencia del martes pasado, en la que tildó de “criminal” al representante de los banqueros. La socialista abogó por incorporar la ILP al proyecto de ley sobre hipotecas que tramita el Congreso y pidió al PP que no utilice el “tu más” porque “nosotros ya hemos asumido nuestro error de insuficiencia”.
Todos los portavoces anunciaron su voto favorable y cuando llegó el turno del PP se verificó la aceptación de la proposición. Su portavoz en la materia, Teodoro García Egea, no aceptó el consejo de Iglesias y recordó que Zapatero rechazó la reforma hipotecaria para no perjudicar a la banca y que "la única medida" de su Gobierno fue la creación de juzgados especiales para agilizar los desahucios. Pero, sobre todo, el del PP se esforzó en mostrar la admiración e incluso el afecto de su partido hacia la PAH. “Señora Ada Colau –dijo--, nosotros vamos con ustedes por el mismo camino; nos encontramos una situación muy difícil, con paro y con familias que habían perdido su techo; entendemos su enfado, sobre todo por la inacción del anterior Gobierno, y compartimos la necesidad de poner fin a esta situación”. Con ánimo conciliador añadió: “Dación en pago sí, aplazamiento de desahucios y fondo de viviendas sociales”. Y proclamó: “Quedará en la historia que ha sido el PP el único partido capaz de recoger la voz de la ciudadanía; señora Colau, el PP y ustedes van por el mismo camino”.
El calibre de las afirmaciones del representante del PP al concluir su monólogo fue tan chocante que provocó el rechazo de los representantes de la PAH. “¡Fuera, fuera!” y “¡Sí se puede!”, comenzaron a gritarle desde la tribuna. El presidente Jesús Posada, que no tuvo un día muy acertado, ordenó: “¡Expúlsenlos!” Y por si los ujieres y los policías no le habían oído, repitió: “¡Procedan a su expulsión!” Los de la PAH seguían gritando. Y Posada insistió: “¡Expúlsenlos, coño!” Algunos diputados de Izquierda Plural que, incluido Cayo Lara, lucían camisetas rojas y anaranjadas con el “stop a los desahucios”, aplaudieron a los representantes de la plataforma y lo propio hizo Joan Baldoví, de Compromís. En la calle, los manifestantes también coreaban el “sí se puede”. Colau y sus compañeros fueron convenientemente identificados y uno de ellos fue trasladado a la comisaría como supuesto autor de insultos (“sinvergüenzas” y “ladrones”) a sus señorías.
La iniciativa legislativa popular fue aceptada por 333 votos de los 334 presentes. Hubo una abstención: la de Juan Manuel Abendea, diputado del PP, el de mayor edad de la Cámara y el que defendió, precisamente, la ILP a favor de las corridas de toros. Entre las ausencias se notó la del dirigente del PSOE Alfredo Pérez Rubalcaba, quien al mediodía también perdió la oportunidad de cantar las cuarenta sobre los abusos y desequilibrios financieros al presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi. El presidente Posada impuso que su comparecencia fuera a puerta cerrada y activó los inhibidores para que las intervenciones no pudiera ser tuiteadas. Luego el jefe monetario negó en rueda de prensa que hubiese pedido puerta trancada. A abrir la puerta y desalojar de su casa a una anciana enferma de alzheimer que tiene una pensión de 375 euros mensuales acudirá la policía y los agentes judiciales el próximo viernes a las 9:30 de la mañana al Paseo de la Castellana, 141. Es una zona muy cotizada que interesa a la banca y al banco malo. Mientras se tramita la ley y se espera en qué queda la ILP, los activistas de la PAH tratarán de impedir ese y otros desahucios de quienes les piden ayuda.
Arco, especial grafología. http://rubeskeitel.blogspot.com.es/
Estupenda crónica con el «coño» facha que he visto que se le escapó a Posada. ¿Será por la sintonía con Cospedal, que dice que viene o un populismo o los militares?
Pues yo me alegro de que el PP, tan amante de los cuernos, se haya dado cuenta de que así no se puede seguir.