La campaña catalana desciende a las cloacas del Estado

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Marta Lasalas *

Josep Antoni Duran Lleida y Artur Mas saludan a los asistenten al mitin de cierre de campaña de CiU, anoche, en el Palau Sant Jordi de Barcelona. / Toni Albir (Efe)

BARCELONA.– Cataluña cerró ayer su campaña electoral más agresiva y tensa desde la Transición. El democristiano Josep Antoni Duran Lleida lo resumió en el mitin central de CiU afirmando que “se han pasado las líneas rojas de la democracia. Ya no es problema sólo de las cloacas del Estado, sino que el Estado es una cloaca”. La consecuencia más inmediata de estos quince días de campaña, auténticamente desgarradores para la política catalana, es que los puentes entre el gobierno de la Generalitat y el gobierno español han saltado por los aires. Un panorama poco alentador si se tiene en cuenta que CiU no renunciará a su propuesta de Estado propio aunque no consiga la mayoría absoluta que reclama. Al contrario, en ese caso los nacionalistas se verían obligados a apoyarse en los votos de los independentistas de ERC, lo cual no hará más que radicalizar la reivindicación.

Pere Navarro, durante su intervención en el mitin de cierre del PSC, en Barcelona. / Albert Olivé (Efe)

El ejecutivo de Mariano Rajoy se encontrará, pues, a partir del lunes, con una mayoría soberanista en el Parlament de Cataluña y sin ningún interlocutor. Por si quedaba alguna duda sobre la fosa que se ha abierto entre CiU y PP, la intervención de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría utilizando la rueda de prensa del consejo de ministros para dar pábulo a los rumores sobre la honorabilidad de Mas resultó fulminante. Sus palabras se interpretaron en Barcelona como la rúbrica definitiva a la ofensiva del gobierno español.

Sánchez Camacho y De Cospedal saludan al final del mitin de cierre de campaña del PPC. / Andreu Dalmau (Efe)

Mas no ha dudado en responsabilizar directamente al presidente Rajoy de la campaña orquestada contra su persona para frenar la reivindicación del Estado propio. El candidato nacionalista abrió su intervención en el mitin final de CiU en el Palau Sant Jordi de Barcelona advirtiendo que los ataques no han hecho mella en su voluntad, al contrario, aseguró estar “más comprometido y más seguro que nunca”. “Cataluña aspira a su libertad y a construir un Estado en pie de igualdad y respeto”, proclamó en un acto en el cual había 253 periodistas acreditados, 75 de ellos extranjeros. Fue un discurso de tono muy reivindicativo ante 18.000 personas que abarrotaban el Palau y hondeaban senyeres, estelades –banderas independentistas- y enseñas europeas.

Oriol Junqueras aplaude a los asistentes al mitin final de ERC, celebrado en Girona. / Robin Townsend (Efe)

La publicación por parte de el diario El Mundo de un borrador fantasma en que se acusaba a Artur Mas y al expresidente Jordi Pujol de cobrar comisiones del Palau de la Música a través de cuentas en Suiza ha revuelto el segundo tramo de campaña. Esto ocurría el viernes de la semana pasada. El Ministerio del Interior tardó cinco días en comunicar que el supuesto documento no estaba en sus manos. Según el Ministerio, el texto difundido por El Mundo era una recopilación de datos que ya se habían publicado a los cuales se añadían informaciones anónimas y rumores que circulan por internet. En ningún caso aparecía el nombre de Mas o de Pujol. Estos extremos se confirmaron ayer, cuando el Sindicato Unificado de la Policía (SUP) hizo finalmente público el borrador, sin firma ni fecha. A pesar de todo, y a pesar de las querellas por injurias y calumnias presentadas por Mas y Pujol, el gobierno español no ha dudado a abonarse a la polémica. El ministro Cristobal Montoro lanzó el jueves graves acusaciones a Mas sin citarlo –de hecho, su jefe de prensa se dedicó a desmentir que Montoro se refiriera a Mas-. Finalmente, en el consejo de ministros de este viernes, Sáenz de Santamaría apuntaló el último peldaño de la escalera de despropósitos.

Alexis Tsipras, líder de Syriza, y Joan Herrera, candidato de ICV-EUiA, el pasado jueves, día 22, durante el mitin que compartieron en Barcelona. / Albert Olivé (Efe)

De momento, nadie es capaz de prever cual será el efecto de la campaña de descrédito contra Mas en el resultado electoral. A pesar de que se da por descontado que el líder de CiU ganará de nuevo las elecciones, ninguna encuesta le otorga hoy la mayoría absoluta que reclama. A su favor, sin embargo, juega el hecho de que ningún partido de la oposición esté en condiciones de plantear una alternativa en el Parlament. Las encuestas apuntan a un hundimiento del PSC. Por lo que respecta al PP, no parece capacitado para aglutinar las voces contrarias al independentismo puesto que las encuestas prevén un estancamiento de los populares de Alicia Sánchez- Camacho. Quien sí espera crecer es ERC. La oleada independentista beneficiará a los republicanos hasta el punto que algunos sondeos sitúan esta formación como segunda fuerza del Parlament. Se trata de una Esquerra renovada de la cual han quedado apartados los rostros identificados con el tripartit. También ICV-EUiA parece recuperada de la experiencia de aquellos dos gobiernos y prevé un crecimiento. Ciutadans es otro de los partidos llamados a incrementar su representación el domingo abanderando un discurso españolista desde una formación política no convencional. Finalmente podría entrar en la Cámara catalana una alternativa política independentista, joven y radical que se presenta por primera vez a estos comicios, la CUP.

(*) Marta Lasalas es periodista.

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