Lo que nos va a costar a los ciudadanos el rescate bancario

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El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, durante una sesión extraordinaria del Bundestag que el pasado jueves aprobó la participación alemana en la ayuda a la banca española. / Wolfgang Kumm (Efe)

En dos horas, por conferencia telefónica, unánimemente, los ministros de Finanzas de la Eurozona aprobaron este viernes pasado el rescate bancario de hasta 100.000 millones de euros para España. Y el ministro del ramo alemán, Wolfgang Schäuble, aseguró en Le Figaro que "la cuestión de los bancos españoles dejará de ser una preocupación para la estabilidad del euro".

Será para ellos. Porque en nuestro país no se deja de hablar del caos que vivimos y del miedo al “corralito” a la española volviendo a la peseta. Hasta en el Congreso se oye hablar a algunos diputados de sacar sus ahorros del banco y llevárselos al calcetín y esconderlos en casa.

Ese parece el mal mayor, aún no despejado. Pero hay otro menor, ya seguro, a expensas de que acierten los cálculos de la Fundación Ideas que lidera Jesús Caldera. La Fundación hizo público el pasado 20 de julio un documento titulado Crisis financiera y rescates bancarios: ideas sobre el caso español, que pone el acento sobre la íes al analizar lo que puede costarnos a cada español esa tranquilidad que han ganado Schäuble y los demás ministros de finanzas tras aprobar el rescate. Según un estudio elaborado por Reyes Maroto, investigadora senior del área de Economía y Sostenibilidad de la Fundación IDEAS, Carlos Mulas, director de IDEAS, y Jonás Fernández, director del servicio de estudio Solchaga Recio Asociados, si la recapitalización asciende finalmente a los 100.000 millones, la devolución de esos créditos podría generar unas pérdidas de 41.000 millones para las arcas públicas, lo que supone que, a finales del proceso de 15 años que tiene España para devolver los préstamos, la recapitalización y reestructuración del sector bancario le habrá costado a cada ciudadano 868 euros. Según el documento de IDEAS, y pese a la insistencia del Gobierno por negar que el rescate vaya a costar dinero a los españoles, la realidad es que el Estado terminará asumiendo buena parte de las pérdidas, tal y como ocurrió en el Reino Unido, donde el saneamiento de sus bancos ha supuesto ya una pérdida de 54.000 millones de euros a las arcas públicas, aunque el coste total no se sabrá hasta que el sector público salga de todos los bancos.

Los cálculos son elementales. Mientras que en el Reino Unido el agujero de los bancos vino provocado en buena parte por su inversión en los derivados financieros, en España el desajuste devino por la gran cantidad de activos tóxicos inmobiliarios que acumularon. Así, si España terminara recapitalizando sus bancos con una cuantía que, hasta la fecha, parece segura, 62.000 millones, y en el proceso perdiera el mismo 41% que han perdido los ciudadanos británicos, el coste para las arcas públicas españolas sería de 25.420 millones de euros, es decir 538 euros por ciudadano. Sin embargo, si finalmente la recapitalización ascendiera a los 100.000 millones, las pérdidas para las arcas públicas subirán hasta los 41.000 millones, lo que equivale a un coste de 868 euros por persona, 3.500 euros para una familia de cuatro miembros.

El documento también denuncia una novedad respecto a otros rescates. Según el Memorando de Entendimiento –ese al que apenas se ha dedicado diez minutos en el Congreso mientras los alemanes, los holandeses o los finlandeses lo discutían durante horas en sus Parlamentos-, el rescate de la banca española supondrá una experiencia sin precedentes ya que se financiará con fondos externos (de nuestros socios europeos) y se implementará por las autoridades españolas (el FROB), pero con una supervisión estrecha de las instituciones europeas.

En este sentido, el rescate es muy diferente a los llevados a cabo por los gobiernos del Reino Unido y EEUU (pues allí los fondos eran propios y las autoridades de supervisión nacionales), y también del de Irlanda (porque el tamaño del rescate allí equivalió al 30% del PIB y en España será del 10% del PIB).

Para suavizar la crisis que se avecina, IDEAS apuesta por una alternativa socialdemócrata basada en el crecimiento, al tiempo que se llevan a cabo los ajustes. Frente a los recortes adoptados por el Gobierno  -que como dice Alfredo Pérez Rubalcaba no han inspirado confianza ni a los mercados, ni a los socios de la UE, ni al Parlamento ni a los ciudadanos, como han demostrado las manifestaciones masivas, a lo que habría que añadir las desconfianza de la casi totalidad de la prensa nacional, y dado que el desapalancamiento de los sectores público y privado va a durar años, lo que dejará poco margen para que la economía crezca a base de demanda interna-, la Fundación reclama estimular el crecimiento de la demanda externa, aumentar las exportaciones y atraer inversión extranjera para renovar el tejido productivo.

Paralelamente, Ideas considera que sería muy conveniente y socialmente justo que el Gobierno implantara sistemas de apoyo obligatorios para ayudar a las personas hipotecadas con dificultades para que puedan continuar en sus casas, como han hecho Reino Unido e Irlanda, impulsar una ley concursal que facilite la absorción de crisis por deuda y revisar los requisitos de capital para las entidades sin apoyo público con el objetivo de facilitar la restitución del crédito. Finalmente, el informe reclama avanzar en la creación de un supervisor europeo, crear un fondo de garantía de depósito común en la UE, así como un fondo de saneamiento adicional. Todo ello como pasos previos para construir la unión monetaria y procurar una mayor coordinación fiscal.

Ese es, sin duda, el camino de la lenta salida del túnel de la crisis. Aunque cabe añadir medidas ejemplarizantes ya adoptadas por Hollande, el líder del socialismo francés ya convertido en el faro de la izquierda en la Unión Europea.

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