De Pablo Iglesias a Nuestra Señora de la Reforma Laboral

¿Quo vadis, PSOE? Buena pregunta después del Congreso Federal y antes de las elecciones andaluzas y asturianas, aunque también es verdad que a caballo de una reforma laboral que ha encendido algunas lucecitas de ilusión en las maltrechas filas socialistas. Ya hay quien cree vislumbrar el no-principio de Javier Arenas y el fin de Mariano Rajoy. “Con esta reforma laboral y con unas cuantas protestas más como las de Valencia nos ha venido a ver Pablo Iglesias o directamente la Virgen”, afirmaba esta semana con sólido desparpajo un miembro de la dirección del partido.

Es decir, uno que ha quedado bien posicionado con la victoria de Alfredo Pérez Rubalcaba, el misterioso no-candidato in pectore. Es decir, que nadie dice que va a ser candidato, como es tradición que casi siempre lo sea el secretario general del PSOE, pero tampoco que no lo va a ser, como se especula con críptica insistencia. ¿Será verdad que la fantástica estampa de unidad del 38 Congreso Federal les ha sabido a poco, y quieren repetir la experiencia lanzándose de cabeza a las primarias? Hace poco se comentaba en Twitter la significativa ausencia de todo de Carme Chacón, que de ubicua pasó a latifundista, hasta reaparecer en la alfombra roja de los Goya del brazo de Eduardo Madina. Hay que decir que el estilismo de la por ahora fallida lideresa dejaba mucho que desear. ¿Quo vadis, Chacón and Cia? ¿En qué anda Miguel Pigmalión Barroso?

Dicen los viejos del lugar que Chacón perdió por desconocimiento del partido “más abajo del Ebro”. Se confirma entonces la tendencia de que en Cataluña no hay necesidad de ser nacionalista para no tener ni idea de cómo funciona España. Tanto tiempo de morros, instalados en discursos y presuntas Historias distintas, acaba pasando factura. No es que en España tengan manía per se a los políticos biológicamente catalanes, es que ellos mismos se hacen la cama con una serie de apriorismos y prejuicios que les impiden sumar dos y dos (delegados andaluces a favor y en contra, por ejemplo).

En fin, que por ahora manifas en la calle, escabechinas en los congresos regionales y calma tensa. Y el futuro ya se verá. Ni los de Rubalcaba tienen claro que Chacón haya tirado de verdad la toalla, como la tiró Pepe Bono nada más perder el congreso del 2000, ni los otros tienen seguro que don Alfredo Hitchcock haya renunciado a encabezar el cartel socialista, como creen hasta algunos de los que le apoyan para una cosa, pero no para la otra. ¿Se impondrá el sprinter como corredor de fondo si les convence de que el PP no resistirá el tirón de la crisis, y de que en el fondo esta travesía del desierto son cuatro días?

Vivir para ver.