No hay retorno para Camps en el PP

Oficialmente, el PP se felicita y ufana por la sentencia que absolvió ayer al expresidente valenciano Francisco Camps de la acusación de cohecho pasivo impropio, en el famoso caso de los trajes. Pero extraoficialmente, los dirigentes del PP más cercanos a Mariano Rajoy aseguran que, pese a su condición de “no culpable”, el expresidente valenciano no puede ser repuesto, no ya en su anterior cargo, al frente del gobierno de la Comunidad Valenciana, sino en ningún alto cargo del gobierno de Rajoy. No habrá retorno para Camps. Algunos lo dicen con pesar, otros no ocultan que, si bien Camps dijo ser víctima de una “cacería”, él sometió al PP a una tensión inaceptable que no se puede olvidar, cuando se negó a dimitir, tal como se le sugería desde la calle Génova.

Incluso antes de conocerse la sentencia,  un dirigente regional del PP comentaba  a cuartopoder.es la difícil situación en que la sentencia, ya fuese condenatoria o absolutoria, ponía a la dirección del PP. Una condena, por supuesto, hubiese sido negativa para el PP y para la imagen del partido, ya que le obligaría a cargar con el baldón de contar en sus filas con el primer presidente autonómico juzgado y condenado por cohecho pasivo impropio. Pero no olvidaba este dirigente proyectar la posibilidad de que Camps fuera absuelto.  Ante esta hipótesis, se mostraba tajante: “lamentablemente para Camps, está liquidado políticamente y no puede haber vuelta atrás para él”.

Ninguno de los dirigentes populares consultados por este periódico creen que pueda haber un encaje de Camps en puesto público alguno. “Una cosa es la sentencia absolutoria de Camps- subraya otro de los miembros de la cúpula dirigente del PP- y otra la imagen que pueden haber dado ante la sociedad tanto Camps como Costa (en alusión al ex secretario general del PP valenciano, Ricardo Costa)". No le parece a este distinguido miembro del PP que el caso de los trajes haya puesto al descubierto, independientemente del “final feliz” para Camps una actitud lo suficientemente ética y estética para dirigentes del PP y altos cargos de la Administración.

Con todo, el futuro de Camps se ha convertido en una cuestión espinosa en el seno del PP. Son varios los dirigentes populares que no descartan que el expresidente valenciano exija ser resarcido por su partido, al calor de esa sentencia absolutoria y como compensación al “calvario” judicial que ha tenido que afrontar durante tres largos años. La hemeroteca, en este caso, está plagada de momentos en los que el hoy presidente del gobierno, Mariano Rajoy, declaraba su confianza, su amistad y su apoyo absoluto a Camps. Pero las cosas cambiaron, Camps desoyó las peticiones del equipo de Rajoy y la distancia entre ambos creció día a día. Tales son las dimensiones de la brecha abierta entre Camps y Rajoy que ninguno de los colaboradores más estrechos de Rajoy ve a Camps ocupando puesto público, ni siquiera orgánico, en el entorno de Rajoy. Uno de los consultados confiesa que “el mejor destino para Paco (Camps) sería un puesto en una empresa privada, en el extranjero, igual que Urdangarin, que se fue a trabajar a Telefónica en Washington”. Sin embargo, este mismo dirigente no puede evitar la duda más que razonable de que Camps acepte de buen grado un alejamiento de este tipo. De hecho, si Camps no aceptó hacerse a un lado en pleno apogeo del caso de los trajes, tal como le pidió la dirección nacional del PP, no tiene por qué aceptar ahora un destino dorado, sí, pero en el destierro.

Sobre el futuro de Camps, todo son hipótesis, pero lo que es una certeza en el entorno de Mariano Rajoy es que en el PP de hoy no hay retorno para el recién absuelto Francisco Camps.