El PSOE aprueba el dilema: Rubalcaba o Chacón

Rubalcaba o Chacón, he ahí el dilema. El Comité Federal del PSOE proclama este domingo, 8 de enero, a Carme Chacón Piqueras (Espulgas de Llobregat, Barcelona, 1971) y Alfredo Pérez Rubalcaba (Solares, Cantabria, 1951) candidatos a la secretaría general en el 38º Congreso del partido que tendrá lugar del 3 al 5 de febrero en Sevilla. Abre así la competición interna y establece los procedimientos para que los afiliados puedan participar por control remoto en la solución mediante la elección de los 940 delegados que acudirán al congreso, a los que hay que sumar 40 natos del aparato.

Chacón ha esperado hasta el último momento para presentar su candidatura. La formuló el sábado en Olula del Río (Almería), la localidad natal de su padre, Baltasar, bombero jubilado de la Generalitat. Y estuvo arropada por más de 600 personas entre militantes, amigos, familiares, simpatizantes y curiosos. También hubo dirigentes interesados y de cortesía. Entre los primeros vale inscribir al castellano-manchego José María Barreda, que tras perder las elecciones del 22 de mayo pasado, relevó a su esposa, Clementina Díez de Valdeón, como cabeza de lista por Ciudad Real y desde el 20-N es diputado nacional.

Barreda, amigo de Barroso, marido de Chacón, dijo que acudió a la presentación de la candidatura de Rubalcaba, “pero me gusta más Chacón”. Otra dirigente interesada, la exministra Leire Pajín, elogió a la candidata en estos términos: “Tiene todo el futuro por delante y es una garantía que necesita en este momento el Partido Socialista”. También asistieron el expresidente del Congreso, Manuel Marín, el miembro de la Ejecutiva y concejal de Madrid Pedro Zerolo, el diputado por Málaga y exjefe de gabinete de Zapatero, José Andrés Torres Mora, y varios firmantes del manifiesto Mucho PSOE por hacer.

En la encrucijada entre la cortesía y la simpatía se situaron el secretario general de los socialistas navarros, Roberto Jiménez, y la secretaria de organización del PSOE andaluz, Susana Díaz. Ambos asistieron también el 29 de diciembre a la presentación de la candidatura de Rubalcaba en la sede de la UGT de Madrid y se reservaron su opinión. Los miembros del Comité Federal conocerán hoy quién ha firmado por uno o por otra.

La exministra de Defensa pudo leer su nombre en castellano (Carmen) en una pancarta de bienvenida y se esforzó en rebatir la desventaja de ser catalana diciendo que “mi origen tiene que ver con mi causa y mi causa, el socialismo, no tiene fronteras”. Además de catalana y andaluza de padre, hizo saber a los asistentes que es nieta de “una castellana recia” que se marchó a servir a Barcelona y de “un aragonés indomable” que escribía sus propios libros con sus ideas y los vendía en las Ramblas de Barcelona.

Puesto que Andalucía aporta una cuarta parte de los delegados al Congreso del PSOE y es el principal granero de votos socialistas, con unas elecciones autonómicas en marzo en las que el partido se juega el último reducto del poder, es comprensible que Chacón no sólo invocara su genealogía para hacerse querer sino que elogiara al presidente José Antonio Griñán y a la gente de una tierra que ha logrado una transformación y un progreso extraordinario. Y, por supuesto, si gana, “Andalucía será la prioridad en mi agenda”, dijo.

A la misma hora, en Valladolid, también Rubalcaba exponía su planteamiento de “cambio y unidad” en el partido. Y se mostraba tan universal como Chacón, con el añadido de la defensa de los mismos servicios sociales públicos para todas las autonomías. La búsqueda de la diferencia va exigir un esfuerzo especial a ambos, ya que con independencia de que el candidato derrotado en las últimas elecciones hiciera ayer un guiño –a Chacón se le olvidó-- hacia la treintena de alcaldes que con el de Vigo, Abel Caballero, al frente, reclaman su cuota de poder, los mensajes de ambos son muy similares.

Un socialista madrileño confesaba sentirse como aquella beata que en cuaresma preguntaba al vendedor de ancas del mercado de San Miguel si las ranas son carne o pescado. Quizá para resolver el dilema sea aconsejable que los delegados se apliquen un test, cuya primera pregunta vendría dada por el metafórico desparpajo de Barrera y estaría dirigida a la preservación de los intereses de las distintas camarillas: “¿Quién te gusta más?” Las demás preguntas estarían relacionadas con el género, la edad, la experiencia, la sabiduría, la ecuanimidad, la calidad del discurso, la credibilidad, el interés de los ciudadanos y, en general, la defensa del bien común.

Para realizar una oposición firme y constructiva ante la crisis económica, algunos miembros de la dirección del PSOE reconocen que Rubalcaba tiene más experiencia que Chacón. Lógico. Ya en 1996 se ocupó de entregar los papeles al segundo de Aznar, Francisco Álvarez Cascos. Otros aducen, como Pajín, que un gran futuro por detrás sirve de poco: lo que importa es el futuro por delante. En todo caso, el dilema está servido, y frente a los que piden más debate y más tiempo, los dirigentes interesados esperan que la militancia no se quede más paralizada que el jamelgo de Buridan y contribuya a resolverlo.