Las andaluzas marcarán los tiempos políticos de Rajoy en 2012

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Arenas conversa con Sáenz de Santamaría, mientras Rajoy toma notas en su escaño, el pasado día 20, durante la segunda jornada del debate de investidura. / Javier Lizón (Efe)

El año que entra será un Vía Crucis colectivo. La crisis económica marcará cada uno de sus días y se impondrá la filosofía espartana de apretarse aun más el cinturón de lo que lo hemos hecho hasta ahora. Pero, aunque sepamos lo mal que van las cosas, no conoceremos la verdad de  lo que nos espera hasta pasadas las elecciones autonómicas andaluzas de marzo o abril, pendientes de la convocatoria oficial definitiva del presidente José Antonio Griñán.

La política española se supedita a la batalla por Andalucía. Para Mariano Rajoy y el PP supone la reconquista definitiva de España. Es la culminación de la victoria total sobre los moros del PSOE. Su Granada. Para los socialistas, en cambio, es el último bastión de la resistencia a la dominación de Mariano César Rajoy. Como la pequeña aldea gala de Astérix y Obélix, pero sin pócima mágica.

Rajoy se la juega con sus ajustes, pero no presentará los nuevos Presupuestos Generales del Estado que revelen el recorte que considera necesario hasta que pasen esos comicios. Ni aunque lo exijan los mercados internacionales y la Unión Europea. Se lo debe a su fiel Javier Arenas, al que, según las encuestas, a la cuarta le llega la vencida. Las rebajas de enero y once meses más que va a sufrir España no se conocerán hasta que Arenas controle el Gobierno de Sevilla y Rajoy no quiere poner en peligro la mayoría absoluta. Porque si se pierde por un voto, el PSOE gobernará con Izquierda Unida. Y eso es algo que puede pasar. Sobre todo si acontece previamente en Extremadura, donde la dirección izquierdista cuestiona mayoritariamente a su líder, Pedro Escobar, a quien se le han rebelado las bases porque el presidente del PP al que apoyó, José Antonio Monago, ha paralizado al Ejecutivo con el nombramiento de conocidos mediocres.

La batalla por Andalucía es tan decisiva que los dos grandes partidos, PSOE y PP, por este orden, celebrarán sus Congresos nacionales en Sevilla durante el mes de febrero. El 38º Congreso Federal del PSOE se llevará a cabo los días 3, 4 y 5 de febrero. Y el del PP será el 17, 18 y 19. Ambos reflejarán la realidad política española, con un PP exultante y un PSOE dividido a la búsqueda de sí mismo y la izquierda perdida.

En las filas socialistas, la polémica está servida después de que Carme Chacón saliera a la palestra con una alternativa sustancialmente apoyada por la corriente que fue la Nueva Vía, la que llevó a José Luís Rodríguez Zapatero al poder. El ex presidente está detrás pero no quiere figurar por temor a perjudicar más que beneficiar a su candidata.

En la otra orilla, el candidato es Alfredo Pérez Rubalcaba pero, como cuando se presentó a unas elecciones primarias que no se llevaron realmente a cabo, sus seguidores dicen que podría no presentarse porque pretende que el partido cierre filas en torno a su figura. Algunos, incluso destacan que estando a las puertas de las elecciones andaluzas sería un disparate votar a Chacón, una candidata catalana que sería mal vista por el electorado andaluz.

Andalucía tiene parada hasta la autorización del Grupo Parlamentario de los independentistas vascos de Amaiur en el Congreso, según responsables tanto del PP como del PSOE. que señalan que, de cara al electorado andaluz, ninguno de los dos partidos quieren parecer débiles con los proetarras, Le han pasado la pelota caliente al Tribunal Constitucional para que lo autorice antes de que se negocie su recomposición. Una recomposición que urge Rajoy ahora que ha vuelto a recuperar la mayoría absoluta después de impedirla durante años mientras la mayoría parlamentaria fue del PSOE.

Esa modificación también será fundamental el año que viene porque los jueces proPP, que ya son mayoría en el Tribunal Supremo, lo serán también en el Constitucional. Un elemento decisivo, sobre todo para la posible evolución del tratamiento de los presos de ETA por parte del Gobierno y la consecución de la disolución definitiva de la banda terrorista.

Con todo, el drama español se escenificará en Bruselas y el conjunto de la Unión Europea. Europa vive una guerra entre los intereses patrióticos de cada Estado-Nación y los generales. Ganen quienes ganen, pierden todos si se olvida la globalización de la economía y se rechaza la necesidad de refundar el capitalismo a la que se refería Nicolás Sarkozy.

Las elecciones presidenciales francesas de 2012 tendrán lugar en abril y en mayo de 2012 y amenazan con llevarse a Sarkozy por delante. Parece que Ángela Mérkel lo tiene un poco mejor en sus comicios, sobre todo porque se sitúan más allá en el tiempo, en otoño del 2013. Pero también puede perderlas. El tsunami no se detiene en ninguna playa.

Eso afectará también a Rajoy. Porque, después de marzo, pedirá que los españoles se aprieten más el cinturón sin saber cuando podrá volver a decirles que se lo suelten un poco.

1 Comment
  1. chinto says

    Genio y figura hasta la sepultura, dice el refranero. Rajoy, sigue con su estilo marrullero de esconder las tijeras de podar a los andaluces, en beneficio propio. Lo hizo en las autonómicas gallegas, lo repitió en las generales y ahora reinicde en las andaluzas. ¿Ubinam gentium sumus que diría también hoy en el congreso Cicerón?

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