Dogmáticos del PP descalifican el fin de ETA y buscan atar a Rajoy con las víctimas

El portavoz del PP en el Parlamento Europeo y ex ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, afirmó el sábado que la decisión de ETA de dejar definitivamente la actividad terrorista sólo es “una componenda entre el Gobierno y ETA”. Mayor Oreja aprovechó una concentración de víctimas en la plaza de la República Dominicana de Madrid, convocada por el colectivo Voces contra el Terrorismo que preside Francisco José Alcaraz, para atacar una vez más al Ejecutivo de Zapatero y sembrar la desconfianza entre las víctimas y entre los ciudadanos sobre la credibilidad del anuncio de la banda terrorista.

El miembro de la dirección nacional del PP estuvo acompañado por el también dirigente nacional Miguel Árias Cañete, presidente de la comisión electoral del partido, el eurodiputado Carlos Iturgaiz, la diputada Cayetana Álvarez de Toledo y los consejeros de Esperanza Aguirre, Regina Plañiol y Javier Fernández Lasquetty. A la convocatoria se sumó el presidente asturiano Francisco Álvarez Cascos, quien aprovechó la ocasión para pedir el voto hacia su formación política, Foro Asturias.

La agitación de un sector de las víctimas, movilizado por el PP desde 2005 contra el Gobierno del PSOE, se produce sólo nueve días después de que ETA respondiera afirmativamente a la petición de los facilitadotes internacionales y de todas las fuerzas políticas, incluida Bildu, de que renunciara para siempre a la violencia y después de un proceso de casi dos años sin atentados que ha estado jalonado por otros compromisos como la renuncia a la extorsión de los empresarios vascos.

Ya en un escrito publicado el jueves en el diario El Mundo, José María Aznar, exigía la aplicación implacable de la ley, que los terroristas “busquen el perdón y lo obtengan de sus víctimas” y afirmaba que “abandonar la violencia no puede ser sólo renunciar a su uso desde ahora, debe ser también el reconocimiento expreso de que nunca debió ser empleada”.

Pero si Aznar ponía condiciones porque “el sentido de su muerte (en referencia a las víctimas) y de su dolor todavía están por decidir”, según Mayor Oreja, la “componenda” entre el Gobierno y ETA incluiría beneficios a los presos y supondría una venta al peso de las víctimas. No importa que Mariano Rajoy haya afirmado por escrito que no hay concesión alguna y haya pedido “altura de miras”.

¿Qué información posee el portavoz parlamentario europeo del PP que se negó a condenar la dictadura franquista en la eurocámara sobre la “componenda” propiamente dicha? ¿A qué obedecen las exigencias y prevenciones legales del ex jefe de Gobierno que llamó a los terroristas Movimiento de Liberación Nacional Vasco?

El terrorismo de ETA, que se ha cobrado la vida de 829 personas, fue durante muchos años una de las tres principales preocupaciones de los españoles, según todos los barómetros del CIS. En noviembre de 2000, con Aznar de presidente, preocupaba al 80% de los ciudadanos. A partir de 2005, la preocupación fue menguando y en septiembre de 2011 sólo un 4% de los ciudadanos lo consideraban uno de los tres principales problemas de España.

Sin duda, esa percepción se debía a las “componenda” de Zapatero y su ministro del Interior y candidato Alfredo Pérez Rubalcaba. Sin duda también las 70 víctimas mortales causadas por ETA durante los ocho años de gobierno de Aznar frente a las 12 en los casi ocho de Zapatero se deben también a las “componendas” de éste último con ETA. Y también a las “componendas” obedecen los sucesivos descabezamientos de la banda terrorista bajo el mando de Rubalcaba, así como las 92 detenciones durante los 431 días de tregua desde mayo de 2005 a diciembre de 2006 frente a las sólo 39 que se registraron durante los 444 días de tregua, de 1996 a 1998, cuando era Aznar jefe de Gobierno.

Y en cuanto a los beneficios penitenciarios a los terroristas, no hay duda de que el acercamiento de 195 reclusos durante la tregua con el gobierno de Aznar no obedecía a “componenda” alguna ni atacaba la dignidad de las víctimas ni incrementaba su dolor, pero el acercamiento de ninguno, cero, por parte del Gobierno de Zapatero debe formar parte de alguna “componenda”, siempre según Mayor Oreja.

Sobre el trato a las víctimas, no parece que haya sido el Gobierno de Zapatero quien nombrase a un comisionado para escuchar su problemática --a la sazón, Gregorio Peces Barba, rechazado y combatido por el PP-- ni quien impulsara la Ley de Reconocimiento y Protección Integral que fue definitivamente aprobada por el Parlamento en septiembre pasado. Será por pura “componenda” además por lo que Zapatero ha sido el presidente que más veces (18) ha recibido a las asociaciones de víctimas y, en consecuencia, más las ha escuchado.

¿Atacarán Oreja, Aguirre y Aznar, parapetados en la falacia, y embozados tras el dolor de las víctimas, tan duramente a Rajoy como han hecho con Zapatero? ¿Asumirá Rajoy la gestión generosa de la paz y la reconciliación dentro de la legalidad o se dejará atar de pies y manos por ese sector dogmático e intolerante de su partido? De momento, su petición de “altura de miras” no ha surtido efecto.