La indignación vuelve a acampar en Madrid

Mañana llegan a Sol las cinco marchas indignadas que partieron de distintos puntos de España hace un mes. Y habrá nueva acampada, probablemente no en la Puerta del Sol, sino en el paseo del Prado. Las marchas son autónomas y toman sus decisiones en asambleas, que a su vez consensúan entre ellas, pero los miembros de la originaria Acampada Sol ejercen como anfitriones y están ya organizando la bienvenida a los "marcheros". Una portavoz me explica que el motivo de acampar en el Paseo del Prado es que la elevada cifra de caminantes –variable, pero que ascendía a 530 el miércoles- hace casi imposible acogerlos a todos en la Puerta del Sol.

Los actos festivos y reivindicativos comienzan hoy y se prolongarán todo el fin de semana. El sábado recorrerán la ciudad desde distintos puntos para culminar a las 21h en el kilómetro cero. El domingo a las 9h30 de la mañana habrá una asamblea en el Parque del Retiro, y por la tarde se celebrará una manifestación cuyo itinerario transcurrirá de Atocha a Sol. El lunes tendrá lugar durante todo el día el I Foro Social Internacional, en el que participarán indignados procedentes de Italia (17 llegaron ayer a Barajas), Francia, Grecia, Argelia, Sáhara Occidental, Rusia y Polonia. Ciudades como Londres no mandan indignados, pero saludarán la llegada de las marchas con un acto en Trafalgar Square. También se van a fletar autobuses desde distintas ciudades de España para transportar a gente que se sumará a los actos del fin de semana. Se prevé que la acampada se prolongue al menos hasta el día 25.

La idea de las marchas germinó en Barcelona y sucedió como suele ser habitual entre los indignados. Un grupo de ellos bajaba por las Ramblas hacia la acampada de Plaza Cataluña y comentaron el efecto que tendría convertir ese camino en una marcha. “¿Y por qué sólo hasta la Plaza Cataluña? Mejor hasta Madrid”, dijo alguien. Lo debatieron en asamblea y el 29 de mayo lanzaron su propuesta a otras ciudades. La respuesta fue positiva y, en un encuentro de todas las asambleas de España celebrado en Madrid a primeros de junio, se aprobó. Barcelona, Valencia, Santiago, Málaga, Granada, así como otras ciudades en el País Vasco y Asturias fueron algunos de los puntos de origen. En principio, apenas marchaban unas decenas de personas, pero no se han dejado de sumar caminantes a lo largo del recorrido.

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Uno de los miembros de la columna noreste, David, viene caminando desde Barcelona y habló ayer con cuartopoder, poco después de poner una pica en San Torcaz, pueblo limítrofe de la Comunidad de Madrid: “La experiencia ha sido muy enriquecedora, pero también extremadamente dura, tanto en lo físico como en lo emocional”. Casi un mes durmiendo en parques, polideportivos y plazas no parecen haber hecho mella en su ánimo: “Esperamos encontrar mucha gente. Estamos deseando vernos las caras”.

La respuesta popular a la marcha nunca ha sido de indiferencia: “Ha habido dos reacciones”, relata David, “por un lado, en los lugares donde ya se había dado una movilización previa, el apoyo ha sido incondicional y absoluto; en otros pueblos, la reacción era de curiosidad: ‘¿Y dónde vais?’, les preguntaban, ‘¿Y qué queréis?’”. Después de cinco o diez minutos de charla, la cosa cambiaba y siempre acababa resultando “emocionante”. Los caminantes han llevado la conversación a todos los lugares por los que pasaban: “Hemos pasado por pueblos que no tenían más de veinte habitantes y hablábamos uno a uno con ellos”. La idea fundamental no era difundir las reivindicaciones del 15M, sino recoger las de las poblaciones. Han escuchado testimonios sobre la escasa transparencia municipal, han oído hablar de alcaldes que se subían el sueldo al tiempo que cerraban los servicios de urgencia nocturnos... “En muchas zonas de Teruel, Aragón y Guadalajara la principal preocupación es la despoblación, así como la lucha de los pequeños productores agrícolas que están condenados por la competencia de las multinacionales”. Una pequeña parte de las intensas experiencias de los caminantes ha quedado recogida en una página web e ilustrada con fotografías y vídeos.

Las reivindicaciones de los caminantes indignados son las líneas básicas del 15M: reforma electoral, democracia participativa, oposición a los privilegios de los políticos, banca pública, transparencia, créditos éticos… Todos estos asuntos se abordarán en el Foro Social Internacional, con la idea de profundizar la discusión y continuarla después del verano, para llegar a conseguir una gran movilización europea en octubre.

Las asambleas populares de los pueblos de Madrid ya han empezado a acoger caminantes. Las de los barrios se encargan de organizar el acto de Sol, donde el 15M prevé crear estructuras similares a los grupos de trabajo que se formaron durante la acampada de mayo bajo las carpas. El lema común de las marchas aún se está discutiendo, aunque se sabe que hará alusión a los estragos de la crisis y a la necesidad de movilizarse para evitar que la paguen los más débiles.