El PP mina la confianza en las cajas de ahorros y ataca al Banco de España

El Partido Popular (PP) aprovechó ayer el malestar de los inspectores del Banco de España, que se han reunido con los responsables de los principales grupos parlamentarios, para lanzar una invectiva genérica contra la fiabilidad de las entidades bancarias, especialmente, contra las cajas de ahorros, y atacar a la dirección del Banco de España. Su portavoz adjunto en la Comisión de Economía, Ramón Aguirre, dio a entender que se han ignorado agujeros en el proceso de fusión de las cajas. Socialistas y nacionalistas catalanes le reprocharon una “actitud mezquina” y le acusaron de generar dudas y minar la confianza.

Cuatro días después de que 20 de las 24 entidades bancarias españolas salieran airosas de los test de resistencia a los que fueron sometidas por las autoridades comunitarias, y en un momento de ataque especulativo contra la deuda pública española, cuyo servicio se lleva 30.000 millones de euros anuales en recortes e impuestos, el PP denunció en el pleno del Congreso la actuación poco rigurosa del Banco de España al no haber regulado el funcionamiento de la Inspección, lo que le ha permitido actuar con “subjetivismo” e ignorar los informes sobre algunas entidades.

Aguirre, que defendió una proposición de ley reclamando una regulación interna de la Inspección, pendiente desde 1988, dijo “se apoyan las fusiones de cajas, se estimulan con el FROB (Fondo de regulación ordenada bancaria), y luego hay unos informes sobre agujeros” que, según dio a entender, no han sido considerados por el gobernador Miguel Ángel Fernández Ordóñez. Recordó la existencia de un informe de 2006 y de una carta de la Inspección al gobernador en la que ya se le advertía del excesivo riesgo de algunas entidades como la Caja de Castilla-La Mancha, intervenida tres años después. Tanto el informe como la carta fueron ignoradas.

El responsable del PP también apeló a un dictamen del Tribunal de Cuentas en el que dice que la falta de regulación de la Inspección del Banco de España “provoca indefinición”. Tras distinguir entre el plano técnico, de análisis e inspección, y las decisiones sancionadoras o de otro tipo contra las entidades, reclamó una regulación del proceso de inspección y la autonomía e independencia de los inspectores, dando a entender que ahora están sometidos a decisiones discrecionales de la cúpula del Banco de España. El propio gobernador admitió fechas atrás que si no fuera así, “un inspector podría llevarse por delante a una entidad”.

Luego, cuando la socialista Marta Gastón replicó a Aguirre que estaba haciendo un “uso mezquino” de los inspectores para “hacer ruido” y “cuestionar la confianza en el sistema bancario”, éste hizo una señal de árbitro de baloncesto para indicar a Bono que a la colega se le había acabado el tiempo. Josep Sánchez Llibre, de CiU, también le replicó que no era el momento de “generar dudas” en la banca y defendió una enmienda común con el PSOE para que en el plazo de seis meses se revise y regule la actuación de la Inspección. El PP rechazó la enmienda: no era esa la cuestión.