Rajoy evita hablar con Camps y utiliza intermediarios

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La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, ayer, respondiendo a preguntas de los periodistas sobre la situación de Francisco Camps. / Juan Carlos Cárdenas (Efe)

Tal como se temían en la cúpula del PP,  el presidente de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps, se sentará en el banquillo de los acusados y, como también se temían, la apertura de juicio oral no irá acompañada de un anuncio de dimisión o de la promesa siquiera de que, si es condenado, abandonará el cargo. Pero eso, el líder del PP, Mariano Rajoy, no lo sabe de primera mano, porque, desde que se conoció la decisión del juez José Flors de procesar al presidente Camps por un supuesto delito de cohecho pasivo impropio, hasta ayer sábado, Camps y Rajoy no habían hablado personalmente, según fuentes de la dirección nacional del PP.

De acuerdo con la versión de estas mismas fuentes, “nadie que conozca bien la situación real de distanciamiento que mantienen ambos” puede creer que vaya a haber una conversación entre Rajoy y Camps, porque hace tiempo que no hablan, más allá de los actos de partido y de la necesidad de guardar las apariencias”.  Por tanto, la conversación entre Rajoy y Camps ni está ni se la espera.  Cuentan en la sede nacional del PP de la madrileña calle Génova que, una cosa son las apariencias y el apoyo que públicamente ha ido reiterando Rajoy a la figura de Camps y otra la realidad: “Rajoy no puede, como líder del PP,- aseguran sus allegados- obligar al presidente de la Comunidad Valenciana a dimitir”.

Tampoco está preparando Rajoy una suspensión de Camps como militante del partido, algo que sí podría promover la dirección del PP con los estatutos en la mano. Pero la estrategia de Rajoy, según fuentes de su entorno, es mucho más sutil: “esperar y guardar un respetuoso silencio hasta que se pronuncie la justicia, pero valerse de algunas personas de confianza para que hablen con Camps y le convenzan de que lo mejor, llegado el caso, sería abandonar la presidencia de la Comunidad, para evitar que su hipotética condena  se utilice contra todo el PP y contra la propia Comunidad Valenciana”.

Según estas mismas fuentes, Rajoy tiene al menos tres personas de confianza que están dispuestas a hablar con Camps. Una de ellas es la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá,  quien, de hecho,  mantuvo una de las primeras conversaciones que tuvo el presidente valenciano, tras conocerse  la decisión del TSJV.  Rita Barberá es una de las pocas personas que mantiene una relación fluida tanto con Rajoy como con Camps y, según han asegurado fuentes del entorno más próximo a Rajoy, Barberá habló con Rajoy poco después de mantener su encuentro con Francisco Camps el pasado viernes.

Poco ha trascendido entre el entorno de Rajoy de esa conversación que mantuvo el líder del PP con la alcaldesa de Valencia. Lo poco que se sabe es lo que ella dijo públicamente después de hablar con Camps y expresarle su apoyo, cuando dijo que “evidentemente, el hombre está sufriendo”. Seguramente, con Rajoy fue mucho más explícita.

Mientras Rajoy guarda silencio y elude hacer comentarios en público sobre la situación de Francisco Camps, la dirigente popular Ana Mato ofrecía ayer una declaración pública en la que expresaba su convicción de que Camps es “una persona honrada” y el anuncio de que el PP “confía en él”. Poco más aliento para Camps va a salir de la cúpula genovesa, mientras que, en el PP valenciano y en el gobierno de la Comunidad, las adhesiones a la figura del presidente valenciano se suceden . Tanto el presidente de la Diputacion de Castellón, Carlos Fabra, como la portavoz del ejecutivo valenciano, Lola Johnson, han subrayado no solo su confianza en Camps, sino la de la mayoría de los valencianos, que le otorgaron su tercera mayoría absoluta hace menos de dos meses en las urnas, cuando ya se conocían el caso de los trajes, así como el resto de las operaciones de la trama Gürtel en la Comunidad.

El PP valenciano se defiende con el argumento de que las urnas habrían “exculpado” a Camps y “todo este alboroto se organiza por tres trajes”, mientras que en Génova se ve con preocupación una hipotética condena o, siquiera la imagen de Camps sentado en el banquillo este otoño, coincidiendo, posiblemente, con las elecciones generales, si es que José Luis Rodríguez Zapatero las adelanta, finalmente.

5 Comments
  1. Zaratustra says

    Todo lo hacían y harán por el bien del partido: desde enriquecerse a ir bien vestido a ver al Papa, naturalmente, y traerle a Valencia por el bien de España y de la familia, naturalmente.

  2. Runaway says

    La culpa de todo ésto no la tiene ni Rajoy, ni Camps, ni Barberá… la culpa es de una gran mayoría del pueblo valenciano que en vez de botalos, los vota. Y seguirán haciendolo. Por eso se ríen de nosotros. La Berlusconización de España ha empezado por el Levante. Así que tenemos lo que nos merecemos.
    Y mientras la Cospe en vez de privatizar la televisión de Castilla la Mancha la pone a su servicio para la desinformación y propaganda como el Canal9, y nombra a Villa como sus Goebless en agradecimiento de los servicios prestados y por prestar. Se vé que están «centrados en tí». Centrados en nosotros. Miau¡¡

  3. Runaway says

    PALABRAS MUTANTES
    «Hasta hace no mucho, si uno se metía a político y, por cualquier razón, aspiraba a convertirse en corrupto, debía tener claro que, en el caso de ser pillado, iba a merecer el desprecio de la sociedad, que se supone que le confió un cargo para la defensa y gestión de los intereses públicos, no para que metiera la mano. Hoy, en cambio, la condición de corrupto se ha convertido en algunos casos en un aval para la reelección, porque se ve que, a fuerza de convivir con corruptelas, la gente tiene el olfato moral atrofiado y no percibe el hedor, de modo y manera que el hecho de que alguien sea un político corrupto no solo no daña el prestigio personal del corrompido, sino que en ocasiones representa una garantía de éxito electoral, y no faltará quien diga: «Voy a votar a ese candidato porque me parece un corrupto intachable». Vista esa neutralización, propongo desde esta alta tribuna que, de ahora en adelante, llamemos «podridos» y no «corruptos» a los políticos en estado de putrefacción moral, a ver si de ese modo nos paramos a meditar en la extravagancia que supone el hecho de mantener en los órganos públicos del Estado a personajes en mal estado. «Ese político está podrido», diríamos, porque lo de «corrupto» suena a cultismo, a puro latín, y tampoco hay que ir regalando prestigios etimológicos a lo maloliente.»
    Felipe Benitez Reyes
    http://www.diariosur.es/prensa/20110716/opinion/palabras-mutantes-20110716.html

  4. borja says

    Por favor pedir a amigos,conocidos,familiares que no voten ni al psoe ni al pp pasarlo por favor.Si nadie vota a estos dos partidos los que ganen tendran que cambiar las cosas sin posibilidad de no hacer nada.Estarian obligados a cambiar la justicia y la leyes electorales la clave es que psoe y pp no tengan ni un voto.GENERACION NI NI,NI PSOE NI PP PASARLO PORFAVOR,hablar de ello con familiares y amigos y que nadie les vote y TODOS A VOTAR.Que voten a quien sea menos psoe y pp gracias.

  5. Manuel says

    La corrupción es corrupción siempre y si que se sabe distinguir perfectamente y quien pagamos somos nosotros los ciudanos, asi que si queremos intentar solucionar muchisimas cosas actuales que están fallando NO VOTAR NI A PP NI A PSOE, en efecto Mariano Rajoy no a querido implicarse ahora en el tema de Camps por las elecciones, ( pero el rio suena y desdeluego agua lleba ), ahora bien, el caso Faisán supuestamente hace cierta sombra belada a Rubalcabal. NO VOTAR NI A PP NI A PSOE, empezemos a hacer algo por los ciudadanos, empezemos a hacer algo por nosotros y por nuestros hijos.

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