La esperada derrota se convirtió en un batacazo extremo para el PSOE y un paseo triunfal para el PP, que ha logrado teñir de azul el mapa autonómico español. De todas las autonomías donde ayer se celebraron elecciones, el PSOE no ha logrado ser el partido más votado en ninguna de ellas, mientras que el PP, ha reforzado las mayorías que ya tenían en todas las comunidades donde gobernaba, además de conquistar por mayoría absoluta las plazas de Baleares, Castilla-La Mancha y Cantabria y convertirse en primera fuerza política en Aragón, con muchas probabilidades de gobernar en coalición con el PAR (hasta ahora coaligado con el PSOE).
Sin duda, de entre los bastiones perdidos, el que más ha dolido al PSOE ha sido el de Castilla-La Mancha. Allí, José María Barreda, el barón que más respondón se mostró con José Luis Rodríguez Zapatero y el que más tierra puso de por medio con el presidente, por tratar de evitar el contagio de la caída de su imagen, no ha resistido y tendrá que ceder su puesto a la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, que suma un escaño más que el PSOE, gracias a una abultada victoria en la provincia de Guadalajara.
En Baleares, el PP y su candidato, José Ramón Bauzà, han logrado convencer a la mayoría absoluta de los votantes de su intención de “regenerar la política en Baleares, empezando por mi propio partido”, e incrementar en 6 el número de escaños obtenidos en 2007. El PSOE, mientras tanto, ha perdido 4 con respecto a las últimas elecciones.
Cantabria también arrojaba anoche una mayoría absoluta del PP, tras la pérdida de 3 escaños por parte del PSOE. De nada le sirvió al regionalista Miguel Angel Revilla, actual presidente de la Comunidad, haber “aguantado el tipo”, como dijo en su alocución ante su militancia anoche.
Mientras, en Aragón, la popular Luisa Fernanda Rudí, tiene prácticamente garantizada la presidencia del gobierno, gracias a un pacto con los actuales socios de gobierno del PSOE, el PAR. De hecho, ese entendimiento lleva meses siendo “engrasado” por el ex presidente de Endesa y ex diputado nacional del PP, Manuel Pizarro. La secretaria de estado de Educación, Eva Almunia, que aspiraba a suceder a su compañero de partido, Marcelino Iglesias, en la presidencia de Aragón, ha visto a su partido retroceder la friolera de 8 escaños.
Los socialistas se quedan, si el pacto con IU se concreta, con una única presidencia autonómica de todas las que ayer estaban en juego: Extremadura. Vista la debacle autonómica, el socialista Guillermo Fernández Vara, se ha convertido en el último resistente, pese a ver cómo su rival, José Antonio Monago, estuvo a un paso de obtener la mayoría absoluta.
Por lo que respecta a aquellos territorios donde el PP ya estaba en el gobierno, no sólo se mantiene, sino que aumenta su número de escaños en todos ellos. Así, en la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre suma 5 escaños más que hace 4 años, mientras que el PSOE de Tomás Gómez ha perdido 6 con respecto a las elecciones de 2007. En la Comunidad Valenciana, el caso Gürtel apenas ha dañado las expectativas del popular Francisco Camps, que, aunque ha visto mínimamente mermado el porcentaje de votos, ha logrado sumar un escaño más a su mayoría absoluta. Le basta con mirar a sus rivales, los socialistas, que han perdido 5 escaños y cuyo líder, Jorge Alarte, cree que no es motivo suficiente para poner su dimisión sobre la mesa, para minimizar ese retroceso porcentual.
Algo muy parecido ha ocurrido en Castilla y León, donde el PP, con Juan Vicente Herrera a la cabeza, ha conseguido el mejor resultado de su historia y ha aumentado en 5 escaños la mayoría absoluta que ya tenía, mientras que el PSOE de Óscar López ha retrocedido 4. Y en Murcia, donde el PP de Ramón Luis Valcárcel, aumenta en 4 escaños su mayoría absoluta, los mismos que pierde el PSOE, como en La Rioja, donde el PP de Pedro Sanz sube 3 escaños, los mismos que baja el PSOE.
Tal es la euforia que anoche se respiraba en la sede del PP, que nadie parece haber reparado en los dos principales errores que ha cometido el PP en su estrategia autonómica y que le han pasado factura en las urnas. El primero tiene nombres y apellidos: Francisco Álvarez Cascos. Será él el próximo presidente del Principado de Asturias (otra derrota amarga para el PSOE, que ha sido desalojado del poder), después de que su anterior partido le repudiase para ser su candidato y él diera un sonoro portazo como respuesta. Hoy, Álvarez Cascos es el candidato más votado en Asturias, seguido del PSOE. El PP se queda como tercera fuerza política, pero todo apunta que sus votos apuntalarán a Cascos al frente de la presidencia, aunque anoche la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, olvidase mencionar el asunto en su comparecencia ante los medios de comunicación, al hacer un repaso autonómico de los resultados electorales.
El segundo error que el PP ha pagado en las urnas es la ruptura con UPN, que sigue siendo la primera fuerza política en Navarra, con 17 escaños. La hasta ahora alcaldesa de Pamplona, Yolanda Barcina, será la presidenta de la Comunidad Foral, pero está por ver si cuenta con el apoyo de los socialistas (que pasa a ser segunda fuerza política, por delante de NaBai y Bildu) o de los populares, que han se han estrenado con 4 diputados, tras la ruptura que propiciaron con UPN tras el apoyo de esta formación a los Presupuestos Generales del Estado.
Los populares tienen, asimismo, motivos de alegría y de celebración en el archipiélago canario, donde han pasado de ser la tercera fuerza política a ser la primera, con un amplio margen sobre la segunda, Coalición Canaria (CC), mientras que el PSOE ha recorrido el camino inverso: se ha desplomado y ha pasado de ser la primera fuerza, en 2007, a ser la tercera en estas últimas elecciones. En todo caso, no parece que vaya a haber sorpresas y CC, con Paulino Rivero, seguirá al frente del gobierno valiéndose de los pactos y de la presunta incompatibilidad entre PP y PSOE, que siguen comportándose como agua y aceite.
Las elecciones autonómicas han dejado claro que el aceite es el PP, que flota por encima del agua y así pretende mantenerse hasta que lleguen las próximas elecciones, que Zapatero dijo anoche que no tiene intención de adelantar. Aquellos socialistas que recordaban las elecciones de 1995, en las que el PSOE salió de los gobiernos autonómicos de las Comunidades de Madrid, Valencia, Murcia y Aragón, además de perder la mayoría absoluta en Extremadura, como lo peor que les había ocurrido, tienen un nuevo y triste récord sobre la mesa. Son los peores resultados que se recuerdan en el PSOE y obligan al partido a hacer una seria catarsis, a partir de hoy, cuando se reúna la Comisión Ejecutiva Federal o, lo más tarde, a partir del próximo fin de semana, en la reunión del comité Federal a la que varios de los barones del PSOE acudirán ya como presidentes salientes, batidos en sus feudos y con un puñado de reproches que hacer a su líder Zapatero.
Con relación a las municipales del 2007, el PP incrementó en 500.000 eñ número de votos, y el Sr. D`hont, le otorgó el triunfo político en unas elecciones en las que la abstención alcanzó el 50,1%. Hubo pues 26 miillones de ciudadanos que no votaron al PP. En esta psudo democracia que tenemos, las elecciones las ganaron los ue no votqron y losw escaños los distribuyó el Sr. D`Hont, no los ciudanos. Como decía PIrro: «Otra victoria así y estamos perdidos».
Pasar de 7.9 Mill. de votos (elecciones 2007) a 8.4(elecciones 2011), no es una gran resultado. Los votos que negamos a ZP, no fueron a parar al PP. Volverán al Psoe cuando llegue Rubalcaba. Se puede decir que flotó el PP porque hundimos a ZP. Con 8.4 mill. de votos, en unas gnerales no se va muy lejos.