A Chacón no le constan crímenes de guerra en Irak

Cuando en el mes de octubre, Wikileaks destapó los presuntos crímenes de guerra contra la población civil en Irak, el diputado de IU Gaspar Llamazares formuló diez preguntas al Gobierno recabando su opinión sobre si las matanzas eran acordes con el propósito del “trío de las Azores” de  “difundir la democracia” y solicitando datos sobre “las represalias subsiguientes” a los ataque contra las bases españolas en Diwaniya y Nayaf. Lo mandos de las tropas españolas en aquella misión admitieron que en las refriegas pudieron caer entre doce y veinte iraquíes. “No sabemos cuántos murieron y cuántos quedaron malheridos porque ellos recogían a sus caídos”, dijo el entonces jefe del Estado Mayor de la Defensa, teniente general Félix Sanz Roldán.

No hay duda de que los soldados españoles respondían bravamente a los ataques y perseguían a sangre y fuego a los guerrilleros iraquíes. Sus acciones eran de autodefensa. Y a todos nos parecía mejor que los atacantes murieran por su patria que nuestros soldados por la suya, máxime cuando no se les había perdido nada allí, por más que los belicistas Bush, Blair y Aznar quisieran apoderarse del petróleo. Tampoco hay duda de que tras la emboscada mortal contra los espías del CNI cerca de Bagdad se produjeron detenciones e “interrogatorios en profundidad” de individuos relacionados con los asesinatos.

Sin embargo, la ministra Carme Chacón asegura en su respuesta a Llamazares que “el Ministerio de Defensa no tiene constancia oficial de los documentos originales, ni por tanto, de los documentos que han sido filtrados” sobre los crímenes de guerra, y ofrece una visión impoluta y hasta enternecedora de aquella misión militar y de todas las demás, lo cual no deja de ser una extraña comparación. Según Chacón, “las Fuerzas Armadas españolas actúan en las misiones en el exterior de acuerdo con la legislación internacional y también con la normativa nacional vigente. La calidad y ejemplaridad de su participación en dichas misiones durante los últimos veinte años ha sido ampliamente reconocida por los observadores y organismos internacionales más prestigiosos, sin que hasta el momento ningún militar español haya sido inculpado por ningún tribunal internacional”.

En respuesta a si el Gobierno ha reclamado a los aliados estadounidenses la documentación militar sobre el asesinato del reportero José Couso, la titular de Defensa afirma que “la actuación del Gobierno ha sido la búsqueda de la verdad. Y para buscar esa verdad, lo que ha hecho ha sido apoyar a la Justicia española siempre que lo ha solicitado, pedir a la Administración norteamericana una investigación exhaustiva y, siempre, intentar estar al lado de la familia de Couso”.