El Gobierno de Zapatero circula en cuatrocientos coches oficiales

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Con una forma silábica de decir que recuerda la de Ángel Acebes, el diputado del PP Miguel Barrachina denunció el lunes en el pleno del Congreso el coste de “ese submundo administrativo” de fundaciones, organismos autónomos y entidades diversas que impide la reducción del gasto público. “Nunca un Gobierno tan escuálido en competencias ha sido tan derrochador”, dijo siguiendo la estela de su compañero Vicente Martínez Pujalte, para quien resulta “impresentable” que una gran parte de la deuda pública vaya a gasto corriente en vez de a inversión.

Se discutían los Presupuestos del Estado para el año entrante. En ese momento, el diputado Barrachina recibió unos datos que le habrían servido para reforzar su argumento contra el derroche. Era la respuesta escrita del Ejecutivo a una pregunta que formuló hace tres meses, según la cual, los ministros y altos cargos utilizan 401 coches oficiales. Trescientos vehículos blindados y de alta cilindrada están asignados a los “señoritos”, en el argot de los conductores, y los restantes 101 son “de incidencias”.

Quizá para dar ejemplo del ahorro, el departamento con más coches oficiales (47 y 22 de incidencias o a repartir entre altos cargos) es el Ministerio de Economía y Hacienda que dirige la vicepresidenta segunda, Elena Salgado, seguido de Exteriores, con 29 vehículos oficiales y 8 de incidencias, y de Sanidad, con 28 y 6 para uso indistinto de los altos cargos.

A continuación figuran Fomento y Vivienda (27 coches oficiales y uno de incidencias), Presidencia (24 y 27), Medio Ambiente (22 y 6), Industria (20 y 8), Trabajo (20 y 7), Defensa (15 oficiales y ninguno de incidencias), Justicia (14 coches oficiales), Educación (12 y 5), Ciencia e Innovación (12 y 3), Política Territorial (11 y 3), Cultura (11 y 2) e Interior, con 8 coches oficiales asignados con carácter fijo y 4 para a repartir entre altos cargos.

Si se tiene en cuenta que, según la respuesta gubernamental, esas cifras incluyen a las delegaciones y subdelegaciones del Gobierno en las distintas autonomías y provincias se puede llegar a la conclusión de que hay “señoritos” sin coche oficial fijo y se comprende que algunos directores generales se disputen entre sí los coches “incidencias”. Estas disputas pueden ocurrir porque, según la respuesta, los ministros no tienen uno, sino un par de coches asignados.

Y también porque los coches oficiales del Gobierno central sólo representan el 1,33% del conjunto del parque de autoridades motorizadas con cargo al erario público, que frisan los 30.000. Esa es, al menos, la estimación de la diputada del PP Celinda Sánchez. Se comprende que su colega Barrachina no haya exhibido los datos al reclamar austeridad. ¿Planteará el PP la supresión de coches oficiales a los regidores, munícipes, jueces, magistrados, coroneles, generales…? ¿Pedirá que utilicen el transporte público o el coche de San Fernando?

7 Comments
  1. Zaratustra says

    Esos que ahí van son buitres de acero inoxidable

  2. Rosa says

    En un solo día los gobiernos gastan en galas y privilegios lo que diez mil obreros no ganan en un año. ¿Hasta cuando hemos de soportar tanto aparato? Nuestros impuestos se los comen ellos. Si la democracia es cara debe dejar de serlo si no quiere sucumbir.

  3. una Lectora says

    y luego hay crisis para todo, menos para ellos que nunca padecen la crisis

  4. Jose says

    Si el gobierno dispone de 400 coches y el parque es de 30.000, ¿dónde están los otros 26.000? Parte de ellos en el gobierno del Okupa de la Xunta Gallega,Feijóo, que compró coches nuevos para todo su equipo, porque sus eminentes traseros no podían sentarse en los usados por los equipos de Fraga y Touriño.
    El PP debería saber que no se debe hablar de cuerda en casa de ahorcado.

  5. Jonatan says

    Una buena crisis les haría falta, pero sólo para ellos. ¡No te amuela!

  6. Cape says

    Jose, te recuerdo, que los «coches viejos» que dejó Tourino, eran Audi A8 blindados por valor de 300.000 € cada uno (no se cuantos había). Y el «Okupa» los puso en venta para comprar Citröen C5 nuevos (no más de 40.000 € el de más alta gama), que, en palabras del propio «Okupa» fueron sustituidos por «ser más baratos y además fabricados en Galicia».

    Chorradas aparte… Que los políticos, consejeros, directores … ¡Vallan en su puto propio coche! Veremos cual eligen.

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