El Gobierno vasco pide que "no nos dejemos enredar" por la tregua de ETA

(Actualización)

La organización terrorista ETA anunció ayer mediante un video enviado a la BBC su decisión adoptada “hace ya algunos meses” de “no llevar a cabo acciones armadas ofensivas” y emplazó al Gobierno a “acordar los mínimos democráticos necesarios para emprender el proceso democrático” en el que el pueblo vasco pueda decidir su futuro. Los portavoces etarras, que aparecen encapuchados, no precisan si el parón de los atentados será permanente o temporal ni responden a la petición de la izquierda abertzale de una tregua permanente y verificable internacionalmente.

El vídeo muestra a tres encapuchados, en la tradicional iconografía etarra, en el que una mujer situada en el centro lee el comunicado. Los primeros análisis indican que la persona que habla en el vídeo podría ser Iratxe Sorzábal. "ETA se reafirma en el compromiso con una solución democrática, en el compromiso con una solución democrática para que, a través del diálogo y la negociación, los ciudadanos vascos podamos decidir nuestro futuro de forma libre y democrática. Si el Gobierno de España tiene voluntad, ETA está dispuesta, hoy igual que ayer, para acordar los mínimos democráticos necesarios para emprender el proceso democrático", subrayan los comunicantes.

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, se reunió con sus colaboradores para analizar el comunicado. Su departamento pidió prudencia. El ministro se puso en contacto con los portavoces de todos los grupos parlamentarios y habló con el consejero vasco de Interior, Rodolfo Ares. Según fuentes de su departamento, estaríamos ante un paso más, no ante el cumplimiento de la exigencia del Gobierno: la entrega de las armas y el fin de la violencia. La impresión de que estamos ante una “tregua táctica” forzada por dos circunstancias: las sucesivas detenciones y la petición de Batasuna de un cese de la actividad armada para favorecer su opción electoral ante los comicios locales de mayo próximo, se perfila como la más ajustada.

La primera reacción oficial la protagonizó el consejero vasco de Interior, Rodolfo Ares, quien consideró “absolutamente insuficiente, ambiguo y fraudulento” el comunicado y en una rueda de prensa celebrada en la sede de su departamento, pasadas las seis de la tarde de ayer, pidió a todas las fuerzas democráticas y a la ciudadanía en general: “No nos dejemos enredar”. Antes de que hoy comparezca el ministro Rubalcaba, con quien analizó telefónicamente el comunicado etarra, Ares anticipó que "es absolutamente insuficiente porque ETA sigue sin anunciar su disolución”. Por lo tanto, “el Estado de derecho seguirá combatiendo el terrorismo con todos sus medios”, aseguró.

La primera apreciación de Ares fue “la ambigüedad y el carácter fraudulento” de un anuncio que, según dijo, “no responde a las expectativas de la sociedad vasca ni siquiera a los emplazamientos de la izquierda abertzale”, a la que pidió que tome decisiones, se desmarque de ETA, condene el terrorismo y opte por la acción política democrática. También recordó el desenlace de las cuatro treguas anteriores y denunció la arrogancia de los terroristas por hablar en nombre del pueblo vasco y atribuirse una representación que no tienen.

El PNV coincidió con el consejero en que no era el comunicado que esperaba y se merece la sociedad vasca y se tomó con calma el análisis sobre el contexto y el alcance de la decisión de los terroristas. La dirección nacionalista ofrecerá hoy su lectura. En cambio, tanto el secretario general de Eusko Alkartasuna (EA), Pello Urizar, como los representantes de la izquierda abertzale Tasio Erkizia, Marifé Pueyo y otros dirigentes de colectivos, manifiestaron su optimismo. Urizar dijo que  es “un primer paso para una tregua indefinida y un resultado de paz”. En todo caso, “la decisión nos ratifica en el trabajo realizado hasta el momento”, e hizo un llamamiento a las “fuerzas soberanistas” para que se “unan a este esfuerzo”. También la izquierda abertzale afirmó que el anuncio de ETA es “una aportación incuestionable a la paz” y pidió “espacios de diálogo y negociación”.

En el extremo contrario y en contraste con la cautela de la dirección del PP, en principio contraria a cualquier diálogo, el eurodiputado Jaime Mayor Oreja afirmó que el anuncio de ETA “no se entiende sin la participación del Gobierno español en un proceso de negociación que ha ocultado absolutamente durante meses; hoy no es el punto de partida de un proceso”. Oreja viene denunciando negociaciones ocultas desde el mes de marzo. Del ex ministro del Interior se hizo célebre el calificativo de “tregua trampa” que aplicó al alto el fuego decidido por ETA y que dio lugar a una negociación en Suiza con los enviados del entonces presidente José María Aznar. Como ocurrió después con Zapatero, ETA dinamitó el diálogo.

Según la interpretación de algunos observadores de la lucha antiterrorista, este nuevo alto el fuego de ETA tendría un caracter táctico y habría sido decidido en el mes de marzo a raíz del acoso policial y del gran número de caídas que venían sufriendo. Sólo en los meses de enero, febrero y marzo cayeron 32 activistas (22 en España, 6 en Francia, 3 en Portugal y uno en Inglaterra). El mayor golpe se produjo el 28 de febrero con el arresto del jefe Ibon Gogaskeotxea y otros dos activistas en Francia. Tras la caída de Gogaskoetxea fue arrestado, el 20 de mayo, el jefe militar de la banda Mikel Karrera Sarobe y su lugarteniente Arkaitz Agirregabiria del Barrio cuando trataban de comunicar a los comandos el “parón técnico” para abordar el fortalecimiento y reorganización de la orgnización. La prueba de que no piensan dejar las armas es, según los observadores policiales consultados, que han seguido exigiendo y cobrando el impuesto revolucionario a cientos de comerciantes y empresarios.