Felipe quiere que trabajemos como chinos

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Serra, Solchaga, Solana y Guerra (de izda. a dcha.), durante el acto celebrado ayer en el Congreso. / J. L. Pino (Efe)

Felipe González quiere que seamos como chinos, unos seres productivos que cobremos por hora de trabajo para sobrevivir, y José Rodríguez Zapatero quiere que los chinos sean como nosotros, trabajadores con derechos sociales. Del “chute” de socialismo que, para Beatriz Corredor, ministra de Vivienda, significó la celebración del centenario de Pablo Iglesias como diputado salieron dos mensajes enfrentados: el de  González y el de Zapatero, el viejo y el nuevo testamento.

González recibió aplausos febriles, enfervorecidos, de los más de doscientos ex diputados, diputados, ministros y ex ministros que abarrotaban la sala de columnas del Congreso cuando manifestó que en momentos de dificultades para el partido y para España se sentía “próximo y disponible”. Y cuando los aplausos cesaron hizo saber que se siente libre para decir lo que piensa. Ahí comenzaron sus críticas soterradas a Zapatero que, a su lado mostraba un aire beatífico, recién llegado de Roma con la bendición de Benedicto XVI.

La primera, más qué crítica, fue una descripción: resulta que Estados Unidos ha provocado la crisis financiera y su economía va a crecer este año un 3,5% frente al crecimiento cero de la Unión Europea que preside Zapatero. ¿Por qué? Porque la Unión Europea es un enano político y su presidente de turno, Zapatero, recibe una llamada de Obama y obedece antes que nadie el dictat del recorte del déficit, siendo el primer “improvisador” contra los empleados público y los pensionistas.

González empleó la ironía para arremeter contra la jefa del gobierno alemán, Angela Merkel, por entender que sus medidas de recorte del gasto público son “una broma”, una decisión que no ayuda a la salida de la crisis. ¿Quiere decirse que Merkel y Obama se han puesto de acuerdo para fastidiar al resto de la Unión Europea? González no se atrevió a tanto aunque, implícitamente, manifestó la falta de liderazgo de la Unión Europea que por turno preside Zapatero.

Barrionuevo, con Corcuera detrás, ayer. / Chema Moya (Efe)

En este punto se le enrojeció el rostro. Venía de un delicioso almuerzo con José Bono, Gregorio Peces Barba, José Federico de Carvajal, Teresa Cunillera…, en el comedor de gala del Congreso, y, sin embargo, se enrojeció de indignación. “Me irrita cada día más el diálogo con el señor mercado, al que no conozco. ¿Qué nos pasa? ¿Por qué estamos pagando lo que dicta el señor mercado?

No cargó las tintas contra Zapatero por el déficit político de la UE sino contra el conjunto de unos dirigentes europeos que llevan “más de veinte años distraídos”, ajenos a lo que está pasando en el mundo, y una década sin aplicar las reformas acordadas en Lisboa. El resultado es evidente: la pérdida de competitividad en un mundo globalizado. ¿Qué hacer entonces para remontar la crisis y evitar que nos porculicen?

González, todo canas, tenía embelesada a la audiencia –Solchaga, Solana, Guerra, Blanco…, en la primera fila-- y lanzó unas puyas a la oposición de derechas, de la que dijo sentirse decepcionado por la falta de alternativas y por la crítica al “primero de los rezagados” en adoptar medidas contra el aumento del déficit, o sea, Zapatero, Y a continuación pronunció dos diagnósticos “muy jodidos”. Uno, “se está incubando la próxima crisis financiera”, y dos, “en los próximos quince años, el 70% del crecimiento económico lo van a producir los países emergentes”.

Quiere decirse que Chindia (China e India) y Brasil producirán la riqueza y el empleo. Eso parece. ¿Qué hacer? González, que es un sabio, dijo: “Lo que debemos hacer es producir más y mejor. No sé si esto es progresista, pero os digo que hay que trabajar más y mejor, esforzarse más, alcanzar niveles de excelencia… El nivel de productividad no lo puede marcar el que menos trabaja, sino el que más”.

Y puesto que González vio al auditorio en un puño, le pidió que difunda la palabra de que el socialismo es esfuerzo, sacrificio y destajo laboral. Por supuesto que con el PP no se puede contar: “Si te ve la yugular, el PP muerde sin compasión, así que vamos a taparnos la yugular para que esperen, no dos años sino seis”. Eso dijo.

Cesaron los aplausos al líder “disponible” y habló el vigente para replicar que no, Felipe, que “no estamos deprimidos”, que el partido no está en dificultades, y en lo atinente al modelo económico, antes de ser Chindia hemos de confiar en que la riqueza de los países asiáticos impulse a la gente a reivindicar derechos sociales y, con el tiempo, evolucionen hacia nuestro europeismo keynesiano, socialdemócrata. Eso dijo Zapatero. Lo demás fueron agradecimientos a la lealtad de los diputados socialistas que le apoyan como una piña y evocaciones de los vilmente asesinados Enrique Casas y Ernest Lluch.

Para consumo inmediato, el jefe del Gobierno mencionó las cuatro grandes reformas socioeconómicas en cartera: la laboral, la reestructuración de las cajas de ahorros y las pensiones. Se le olvidó una, pero unos fontaneros de Moncloa dijeron se trataba de la imposición fiscal a los que más tienen y que el olvido era lógico, pues cuando se gobierna no hay que asustar sino sorprender.

Sorprendentes y sorprendidos, bajo la gran foto de Pablo Iglesias, el primer diputado socialista que hace más de cien años, el 12 de mayo de 1910, entró en el Congreso y asumió la democracia liberal, este jueves, 10 de junio de 2010, san Máximo en el santoral, se entrelazaron pasado y presente intentando vislumbra el futuro. Sobre la foto del dirigente obrero cuya voz tuvo para el niño Antonio Machado el timbre inconfundible de la verdad humana, 1.552 pequeños retratos impresos de otros tantos diputados socialistas ilustraban pasado y futuro, Felipe González en la frente y Zapatero en el mentón de El Abuelo.

8 Comments
  1. Alejandra says

    el viejo y el nuevo socialismo… esta mañana Felix Madero lo ha estado comentando, escuchadlo aqui

    http://www.puntoradio.com/popup/audio.php?id=44154

  2. Simplicio says

    Magnífica crónica, aunque he leido que Felipe también felicitó a ZP con un sms por el tijeretazo. Viendo a Solchaga no dudo de que él hubiera sido más duro con los de abajo. Lo que no me cuadra es por qué felicita a ZP por los recortes y en cambio critica a la señora Merker. Me lo explique.

  3. Mara9 says

    Una de las crónicas políticas más brillantes que se han escrito en España en muchos años. Cuando la pasión no resta ni un gramo de lucidez. Ni quita lo valiente. Gracias, Luis Díez.

  4. silvia says

    muy bueno Luis, ilustrativo y muy bien escrito

  5. krollian says

    Hombre. Los E.U.A. crecen. Pero ahi hay mucha gente pobre y sin Sanidad. Es el pais mas endeudado.
    Mover 500.000 soldados a defender el petroleo sale caro.

  6. J. A. Cordero says

    En mi opinión, el objetivo debería ser trabajar «mejor», no «más», para producir «más» y «mejor». España es uno de los países europeos donde se trabaja mayor cantidad de horas semanales, y al mismo tiempo uno de los países con peores niveles de productividad. Nadie quiere trabajar «como chinos», pero habrá que producir a niveles parecidos de calidad (lo cual no significa trabajar de la misma forma) si no queremos convertirnos (o seguir siendo) en una colonia económica, dependiente de las potencias de turno.

  7. AXJ ® says

    Todos esto politicos son iguales. AXJ ®

  8. Treparriscos says

    Despues de la actuación del salvapatrias Pipe González, ¿cuanto tardará Chema Aznar en deleitarnos con sus graciosas peinetas y sus sonrisas dentonas?. Son como niños saltando para chupar en directo.
    Menos de medio minuto tarda un juzgado en dejar sin una vivienda digna a una familia, lo vi en la tele.
    Que majos son sus señorias y que bien se ven los toros desde el escaño, aunque en este caso, desde la melancolía.

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