Hay nervios e inquietud en el mundo judicial o, mejor dicho, entre los jueces y magistrados de reconocido prestigio, que acostumbran a asistir a Congresos y otros eventos de diversa índole, patrocinados todos ellos por alguna entidad bancaria. El nerviosismo lo ha desatado la lista negra que está elaborando un fiscal jubilado, amigo y firme defensor del magistrado de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón y de su causa, que en estos días se centra en defenderse de las acusaciones vertidas en las tres querellas que hay admitidas a trámite contra él. De momento, la está elaborando, pero amenaza con hacerla pública en breve.
Según fuentes del Poder Judicial, el fiscal retirado en cuestión está completando un listado de jueces y magistrados participantes en eventos que, en su día, fueron patrocinados y financiados, al menos en parte, por alguna entidad bancaria. Y lo que ha desatado el nerviosismo entre muchas de sus señorías es el método empleado por el defensor de Garzón. Él no se oculta: se pone en contacto con las diversas asociaciones de jueces y magistrados y pide abiertamente que le faciliten el listado de participantes, así como también la contribución económica que supuso el patrocinio de cada uno de los bancos colaboradores que tuvo cada evento.
Con esa lista negra, los defensores de la causa de Baltasar Garzón pretenden demostrar que los patrocinios bancarios a seminarios, cursos, congresos y este tipo de actividades son moneda común en las actividades de las más altas instituciones del Poder Judicial y que, de hecho, incluso aquellos magistrados que tienen que determinar si hubo o no prevaricación, cohecho y estafa en el caso que afecta a Baltasar Garzón, pueden haber participado en algún momento de su carrera en este tipo de actividades, financiadas por algún banco.
La querella que afecta al famoso juez de la Audiencia Nacional se refiere al pago del Banco de Santander de unos cursos y unas conferencias que impartió Baltasar Garzón, durante su estancia en Nueva York, entre los años 2005 y 2006. Los querellantes, José Luis Mazón y Antonio Panea, relacionan la percepción por parte de Garzón de 302.000 dólares, procedentes del patrocinio del Banco que preside Emilio Botín, con la decisión posterior de Garzón de no admitir a trámite una querella formulada contra directivos del Banco Santander, entre ellos el propio presidente, Emilio Botín, en el proceso penal por las "cesiones de crédito".
Tanto la conservadora Asociación Profesional de la Magistratura (APM), como la Francisco de Vitoria, pasando por la progresista, Jueces para la democracia, todas han organizado en algún momento actos financiados por entidades bancarias o su obra social. En la lista también se incluye a las asociaciones de fiscales. Y la lista negra de los patrocinios va creciendo día a día.
Con la confección de esa larga lista, los defensores de Baltasar Garzón entonarán una especie de “el que esté libre de patrocinio, que tire la primera piedra”. Y aunque no constituye un delito en sí, ninguna de sus señorías quiere que le saquen los colores, ni ver su nombre publicado en una lista de jueces patrocinados o esponsorizados. Una vez más, las cosas del juez Garzón no pasan desapercibidas. Y, por mucho que lo pretendan sus señorías, los amigos de Garzón no piensan dejar pasar la ocasión de igualar a Garzón con cualquiera de sus compañeros, conferenciantes y beneficiarios de un sponsor bancario.
Pandilla de golfos y oligarcas, que viven a costa de masacrar a los débiles para ser serviles con los que les pagan, o patrocinan.
Debían de ser honestos y como en los demás espectáculos llevar insignias y logos de sus patrocinadores bordados en las togas.
¿Con esta pandilla de restos pleistocenicos agarrados al poder, a donde queremos ir?
O sea, que son todos una panda de supuestos mangantes.
Y como Garzón sólo es uno más, que se vaya de rositas.
Menudo país….
¿Cuantos congresos de la APM se celebraron en la Marbella de Jesús Gil en la decada de los noventa?¿Cuantas sentencias penales y civiles fueron favorables a Gil, dictadas por miembros de la APM?
!Que salga a la luz toda la mafia de Marbella de Gil al Madrid de Esperanza Aguirre y Tamayo!
pues eso que está claro que las denuncias contra los bancos no prosperarán jamás en ningún juzgado de ningún lugar de España.
ufffffff
Si la justicia española hubiera enchironado a Zaplana en su día, este país sería, hoy, diferente…
Significaría que no habría mangoneo institucionalizado, porque se castigaría…