“¡Cómo nos engañó a todos Jaume Matas!”, se lamentaba hace unos días un dirigente del PP que fue, además, compañero de Matas en el gobierno de José María Aznar. Y no es el único que teme que el próximo día 23 de marzo, el expresidentes de Baleares pueda dar con sus huesos en la cárcel.
El 23 de marzo, a las 10 de la mañana, Jaume Matas, que en la actualidad reside en Washington (EEUU), está citado a declarar ante el titular del juzgado de instrucción número 3 de Palma, José Castro, en calidad de imputado por el caso Palma Arena, en el que se investiga la presunta corrupción en la construcción de un velódromo. Además, Matas tiene que explicar ante el juez su vertiginoso incremento patrimonial o la adquisición de su palacete en el centro de Palma por 950.000 euros, cuando el valor estimado de la Agencia Tributaria en octubre de 2006 era de casi 2,5 millones de euros. Junto con Matas, están imputados su mujer, María Teresa Areal, y su cuñado, Fernando Areal, entre otros.
Si bien hace apenas unos meses y con unas cuantas condenas impuestas ya a colaboradores y miembros del gobierno de Matas, el actual presidente del PP de Baleares, José Ramón Bauzà, aseguraba que ponía la “mano en el fuego” por todos los militantes del PP (incluido Jaume Matas) y que, de ver mancillada su confianza, ya rectificará en su momento, en la calle Génova han rectificado a toda velocidad y no paran de soltar lastre y de soltar su lengua, horrorizados por todos los escándalos que ocurrieron durante el mandato de Matas y que se han ido conociendo en los últimos tiempos. La consigna en Génova en este momento es “no os empeñéis en defender la honorabilidad de Matas”, porque están prácticamente convencidos de que el expresidente de Baleares va a salir malparado de sus cuitas judiciales. Y es que no falta un perejil entre los casos que salpican a la etapa Matas al frente del Govern: desde la consabida corrupción urbanística y la falsificación de documentos públicos hasta la malversación de caudales públicos, acusación que se refiere a los 50.000 euros que la delegación encabezada por Jaume Matas se dejó en un burdel moscovita llamado Rasputín. Eso sí, de lo que no puede acusarse al expresidentes es de falta de transparencia, ya que la factura de la farra financiada con dinero público fue presentada y justificada ante el Parlamento balear.
Frases como “¡Tan modosito que parecía cuando llegó a Madrid…pero algunos nos mosqueamos cuando empezamos a ver su metamorfosis… y la de su mujer, que aparecía forrada de joyas” corren de boca en boca en los pasillos de Génova, donde ya se ha extendido la convicción de que “aquel que ponga la mano en el fuego por Matas, se abrasa”. De hecho, en conversaciones privadas, desde la dirección del PP se esmeran en diferenciar entre los casos de presunta corrupción que salpican al expresidente balear y los que planean sobre otros miembros del partido. Así, un miembro del Comité Ejecutivo Nacional asegura abiertamente que “lo de Matas es mucho peor que lo de Camps” (en relación a la implicación del presidente de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps en el caso Gürtel), mientras que otro estrecho colaborador de Mariano Rajoy diferencia entre Matas y Luis Bárcenas, el extesorero del PP imputado en el caso Gürtel, con la siguiente frase: “lo de Matas tiene muy mala pinta, pero Bárcenas sólo está imputado por un delito de cohecho y otro de delito fiscal”.¡Como si fuera pecata minuta, cuando se trata de la persona en la que los populares depositaron su confianza y las llaves de la caja durante años!
Lo que queda claro, en la estrategia de la cúpula del PP es que siguen apostando por la defensa de algunos implicados en la trama Gürtel, pero dejan caer la figura del exministro de Aznar, expresidente de Baleares y ex dirigente del PP, Jaume Matas. En la dirección popular admiten abiertamente que Matas tiene un panorama judicial “muy negro” por delante, pero confían en que ello no les perjudique en las próximas convocatorias electorales. De hecho, otro miembro de dirección nacional popular asegura que, de acuerdo con los sondeos que obran en poder del PP de Baleares, la hipotética condena de Matas no tendría mucho impacto en los resultados de las próximas elecciones en las islas Baleares. Tanto es así que, según este dirigente popular, “no descartamos recuperar el gobierno en Baleares en las elecciones de 2011”, de cuyo gobierno salió Jaume Matas en 2007 al quedarse a un escaño de la mayoría absoluta. Hoy su partido ha decidido dejarlo solo ante la justicia.
Todos los partidos deberían eliminar de sus listas a las personas que cogen lo que no es suyo o se aprovechan del cargo para conseguir beneficios.
Me parece que matas no engañó a nadie en el PP, tampoco los del Gürtel, son todos una banda de chorizos.