Imaginar el futuro del trabajo ante la crisis climática: tres escenarios posibles

El cambio climático no es cosa del futuro, sino que ya forma parte de nuestra cotidianidad. Para poder mitigar sus efectos y no llegar al desastre es necesario preparar una gran transformación, también en el ámbito del trabajo. Ecologistas en Acción ha presentado esta semana tres modelos posibles en la transición ecosocial para dibujar la evolución del empleo en España en el periodo 2020-2030. Tres escenarios que dependen del grado de ambición para reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) y encarar la emergencia climática.

Una de las conclusiones que arroja este estudio es que la transición ecosocial puede llevar a una destrucción o ralentización de la creación de empleo. Sin embargo, Ecologistas en Acción propone paliar este problema con la reducción de la jornada laboral a 30 horas semanales en dos de sus modelos, aquellos que considera ambientalmente posibles. Esos son el Green New Deal, que desarrolla los sectores económicos como el de las energías renovables y las TIC; y el que denomina Decrecimiento, que contempla una “reducción robusta” del consumo de energía y materiales.

En el caso del tercer modelo, Business As Usual (BAU), considerado no deseable por ser continuista con la situación actual, los puestos de trabajo aumentarían un 13%, pero “se produciría un agravamiento de la crisis ecosocial” que los haría “ambientalmente imposibles”. Por otro lado, con el Green New Deal aumentaría un 5% el empleo, es decir, se crearían 1 millón de empleos nuevos. Si se aplica la reducción de la jornada laboral a 30 horas semanales los puestos de trabajo aumentarían en un 25%, es decir, se crearían 5 millones más. Por otro lado, en el modelo de Decrecimiento, el empleo se reduciría en un 10% -se perderían 4 millones de puestos-, aunque con la la reducción de la jornada se genererarían 1 millón de puestos nuevos.

Otra de las conclusiones a las que llega el estudio 'Escenarios de trabajo en la transición ecosocial 2020-2030' es la importancia del trabajo de cuidados en nuestra sociedad actual, a pesar de que se encuentre “invisibilizado y desigualmente repartido”. La suma de los trabajos de cuidados remunerados en 2017 (8% del total de horas de trabajo) y no remunerados (53% del total) supone la mayoría de las horas trabajadas en España. De ahí la importancia de dejar de poner en el centro el empleo -trabajo remunerado- en el centro de la transformación laboral del futuro.

En el informe de Ecologistas en Acción se considera “muy poco probable” que una única de estas tres tendencias puedan imponerse y, sin embargo, creen que se camina hacia un modelo híbrido que contemple varios aspectos de cada uno de los tres escenarios planteados. Estos son los siguientes:

Business As Usual: todo sigue su curso

Este escenario se caracteriza por el mantenimiento de las tendencias actuales, con un moderado porcentaje de crecimiento y algunas tendencias en la reducción de emisiones. Plantear este escenario le sirve a Ecologistas en Acción para mostrar “la dinámica ambientalmente destructiva del modelo económico español”. En el periodo de 2019-2030 se registraría un aumento de las emisiones de GEI de un 21%, que tendrían en el turismo a su principal responsable por el aumento de aviación internacional (65%), seguido de las TIC (51%).

En el ámbito laboral, manteniendo la actual disposición del trabajo y la economía, se produciría un aumento importante de horas trabajadas anuales, un 19%, y un incremento del empleo de un 13% Los sectores donde se generaría más empleo: la construcción, el comercio y el turismo. Pero este escenario continuista, señala Ecologistas en Acción, es “incompatible con cualquier intento de encarar la emergencia climática”.

Green New Deal: transformación dentro del capitalismo

Es un escenario que sigue enmarcándose en la lógica economista capitalista, pero que propone cambios importantes al apostar por determinados sectores como el de las energías renovables industriales, las TIC o la eficiencia energética, así como por la agroecología. Incorporaría una importante reducción en el consumo de la energía doméstica.

Es el escenario que más puede acercarse al Plan Nacional Integrado de energía y Clima (PNIEC) del Gobierno, pero Ecologistas en Acción advierte: el plan oficial plantea una reducción de emisiones del 23%, mientras que su modelo de Green New Deal sube la apuesta al doble y aún se quedaría corto para conseguir los objetivos que permitirían frenar el desastre climático.

La ONU considera que para no entrar en escenarios muy graves de cambio climático las reducciones de GEI a nivel global deben ser al 58% respecto a las existentes del 2019. El escenario del Green New Deal conseguiría en España una reducción apreciable de las emisiones, un 45%, pero no llegaría a alcanzar la cifra propuesta por Naciones Unidas. Sería, por tanto, insuficiente.

Decrecimiento: una sacudida de nuestra forma de vida

Es el escenario “más disruptivo” de los tres, plantea Ecologistas en Acción. Conlleva una ruptura con el modelo capitalista actual. Plantea “una reducción robusta del consumo de energía y materiales de las sociedades contemporáneas” que llevaría reducir un 68% las emisiones, con lo que se alcanzarían los objetivos marcados por la comunidad científica para enfrentar la crisis climática.

Si bien se produciría una reducción de la actividad económica que podría conllevar destrucción del empleo, hay que pensar este escenario en el marco de una “desalarización” y la “construcción de autonomía política y material” que llevaría a economías “más pequeñas, rurales, locales y menos industrializadas”. En los hogares también tendrían que producirse cambios importantes en el algunos aspectos como la climatización, con el uso de braseros en invierno y ventiladores en verano.

Concluye Ecologistas en Acción que para implantar los dos últimos escenarios y, en especial, el de Decrecimiento, se requieren “importantes medidas redistributivas y democratizadoras” en “el trabajo de cuidados, el empleo y la riqueza”, que tienen que repartirse entre toda la población. “La transición ecológica debe ser una transición hacia sociedades más justas, autónomas y frugales”, manifiestan. Y estos modelos deben servir como punto de partida para imaginar los cambios laborales en una transición ecosocial.