«El Gobierno ha estabilizado la tasa de pobreza»

Estoy acostumbrado cada primera semana de mes -y otra más cada trimestre cuando toca la EPA- a escuchar con un asombro cada vez menos asombrado aquello de que el empleo tira para arriba, que ya hemos pasado lo peor y que de Madrid van a ir al cielo los puros de corazón y los mansos. La cantinela que nos ronronean -y que muchos compran- cada vez que arrancamos una décima a la tasa de desempleo resulta cuando menos sorprendente para cualquiera que tenga medio minuto para pensar que de lo que estamos hablando, desde hace años, es de una décima menos, o más, respecto a un colectivo que ronda los 5,5 millones de personas en edad y disposición de trabajar, según los últimos datos de la EPA.

Está claro que este tipo de análisis son obscenos y resultan más obscenos todavía cuando uno entra a buscar entre los gráficos el detalle del tipo de contratos que firma la gente, cuáles son los sectores que acaparan el empleo o cómo se reduce mes a mes el índice de cobertura del desempleo, dejando en la estacada a miles de parados que ven agotada su prestación.

El retrato llega a ser sobrecogedor cuando te detienes en la información precisa respecto al número de familias que tienen a todos sus miembros en paro, cuando repasas las cifras de desempleo de los mayores de 45 años, de los jóvenes, de las mujeres, de los que llevan años buscando un trabajo y no lo encuentran.

Con todo y con eso -que ya es mucha tela- el chasquido de parálisis facial que mensualmente me provocan algunas interpretaciones de los datos de desempleo no se acerca, ni de lejos, al amago de catatonia que sufrí ayer tarde cuando escuché a la secretaria de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, Susana Camarero -que no sabemos si cree o no en la Virgen del Rocío, pero que algo debería saber sobre estos asuntos-, afirmar que, afortunadamente, "la última encuesta del Instituto Nacional de Estadística sobre Condiciones de Vida refleja un estancamiento de la tasa de pobreza". Tal cual, Pascual.

Esto que voy a hacer ahora no es muy periodístico, pero me parece necesario no solo escuchar  y ver (para eso está el vídeo colgado al final del texto), sino leer, tomarse el asunto un poco en serio y simplemente leer y dejarse abandonar por la desalentadora sensación de que esta señora piensa que todos somos gilipollas. Es como lo de la indemnización en diferido de Cospedal sobre el finiquito de Bárcenas, pero mucho peor y respecto a un tema que debería ponernos a todos los pelos de punta. Por cierto, la secretaria de Estado de Servicios Sociales e Igualdad estaba valorando sendos informes de Cáritas y UNICEF sobre la fractura social que padece el país: Una cuarta parte de la población (12 millones) vive en riesgo de exclusión social, advierte Cáritas; España es uno de los paises de la OCDE donde más ha aumentado la pobreza infantil, denuncia UNICEF.

Esta es la transcripción de la respuesta de Susana Camarero al respecto: "Los últimos datos nos indican, en todos los indicadores, y en todos los índices conocidos, que desde, por ejemplo, el indicador S-80/S-20 indica que desde 2009 se ha reducido un 6,3, dos décimas menos que en 2012, en el año 2013. Es decir, un indicador que se había mantenido creciendo desde 2009 ha conseguido en el 2013 bajar dos décimas".

Siendo justos, tendremos que reconocer que un mal arranque de rueda de prensa lo puede tener cualquiera -algunos asistimos incluso a comparecencias de  don de Gerardo de Díaz de Ferrán y no se nos movió la boina del cogote ni un puto milímetro,-, así que es de esperar que si queremos enterarnos de cómo está el asunto de la pobreza en España habrá que prestar atención al segundo párrafo del relato de Susana Camarero, que no es otro que este: "El índice Gini se reduce en 2013 a 33,7 puntos, lo que supone cinco décimas menos que en 2011. La tasa de riesgo de pobreza (...) se mantiene, aunque se reduce entre los mayores de 65 años... Recordemos que esta tasa entre 2008 y 2011 creció un 13%, llegando al 27,7; un crecimiento cinco veces superior al de los países de la UE".

Y por si a alguien le quedaba todavía alguna duda sobre la forma en la que el Gobierno ha encarado el desagradable asunto de la pobreza, que no creo, porque muy torpe tendría que ser uno para que le quedara alguna duda sobre eso, ahí va la despedida de Camarero: "Y si nos fijamos en la evolución de la pobreza infantil, la tendencia tampoco cambia. La tasa de pobreza entre menores de 18 años entre los años 2004 a 2011 crece más de cuatro puntos, mientras que en la UE bajaba siete décimas".

¡Y ya está! Todo sigue estabilizado, amigo. Y, por cierto,  la nave surca a velocidad de crucero por los límites de la Galaxia. El cuaderno de bitácora tiene marcadas las coordenadas y el Enterprise se desliza como puto por rastrojo entre los confines del Universo conocido. No hay nada más de lo que hablar. No procede. Los datos son los datos y contra eso poco podemos hacer los que estamos condenados a tocarle las pelotas al Gobierno, o a intentarlo al menos. Eso sí, ahora que ya nos hemos quedado tranquilos con el asunto de la pobreza en España, ¿podría explicarme alguien por qué seguimos condenados a soportar a gente como esta? ¿O no estamos condenados a eso? Corto y cierzo... Y que alguien cierre esa maldita ventana, que llega el invierno y nos vamos morir de frío... Estabilizados, sí; pero muertos de frío...

Europa Press (YouTube)