Los tenía a tiro, a unos pocos metros, en la primera fila del Auditorio Marcelino Camacho, donde ha transcurrido el X Congreso de CCOO durante los últimos tres días y donde el reelegido secretario general, Ignacio Fernández Toxo, aprovechó para pedir a algunos de sus ilustres invitados, la ministra de Empleo, Fátima Báñez, y el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, que pongan fin al “espectáculo” de la corrupción porque “si no se soluciona la crisis política e institucional tampoco se solucionará la crisis económica”. Tal cual.
Al coordinador federal de Izquierda Unida, Cayo Lara, que también andaba por allí, no le dijo esas cosas, simplemente le dio la bienvenida, y eso fue suficiente para que el dirigente de IU se llevara uno de las ovaciones de la mañana.
Tres palabras -empleo, regeneración y austeridad- resumen este congreso extrañamente tranquilo en una organización como CCOO. Y eso que en esta ocasión la tarea de la integración de las minorías en una Ejecutiva que se ha reducido de 22 a 14 miembros no parecía fácil. Durante los debates e intervenciones del plenario se ha hablado de regeneración y de corrupción. También durante la ceremonia de clausura. Y no solo lo hizo Toxo. Unos minutos antes, Sharan Burrow, secretaria general de la Confederación Sindical Internacional, entre los aplausos de los delegados, se ponía del lado de todos aquellos que están “escandalizados” con los casos de corrupción que afectan al partido que sustenta al Gobierno. La ministra del Rocío, cuya presencia provocó una sensación cierta de desafección y mal rollo en el ambiente, tuvo que escucharlo dos veces: una en inglés y otra traducida en español.
Toxo fue un poco más allá y dio por agotado el impulso constitucional, sugiriendo una reforma de la Carta Magna, algo que, recordó, ya hicieron de forma expres populares y socialistas hace solo unos meses.
En el X Congreso también se ha hablado de empleo y ayer, Toxo, en su primera intervención tras ser reelegido, recordó a la ministra, a la que miró en varias ocasiones a la cara, que no es cierto que este sea el tiempo del emprendimiento (en relación al plan de ayudas fiscales a los jóvenes emprendedores aprobado el viernes por el Consejo de Ministros, sino del trabajo asalariado y, en este punto, le recordó, por si lo había olvidado, que los sindicatos no cejarán hasta conseguir la "reversión de la reforma laboral". También le dijo a Báñez que el diálogo social ha sido útil durante muchos años y que es en estos momentos de zozobra, la negociación, el diálogo y el acuerdo son más necesarios que nunca, tanto en el ámbito institucional como en el de la empresa a través de los convenios colectivos.
Por último, en el X Congreso se ha hablado de buenas prácticas y de austeridad–la elección del escenario del mismo es buena prueba de ello- y de gestionar los limitados recursos con responsabilidad. La reducción de la estructura directiva del sindicato también resulta definitiva en este sentido.
Al final, ha resultado este un congreso aparentemente apacible en lo interno (Toxo recibió el respaldo del 85,6% de los delegados y la Comisión Ejecutiva del 90,57%) y con recorrido de lo aprobado tanto puertas adentro como puertas afuera. De hecho, solo unas horas después, a pocos metros de la sede de la Unión de Madrid, arrancaba la madre de todas las mareas… Y las que nos quedan.
Mucho éxito a Toxo en la buena dirección del sindicato; los trabajadores lo necesitamos.
no se que pinta el ppsoe en el congreso de comisiones esto me huele cada vez peor de esta me borro despues de 17 años
Toxo, ¡cómeme o matoxo!