‘Inocentada’ de Montoro a sus empleados

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Cristóbal Montoro, el pasado día 20, durante el pleno del Congreso en el que se aprobaron los Presupuestos para 2013. / Ballesteros (Efe)

Reducción de los haberes activos, supresión de la extra de Navidad, aumento de la jornada de trabajo… ¿Se cerrará algún día la lista de los ajustes que afectan a los funcionarios públicos? Puede ser, pero ese día parece lejano. Por ahora, la lista continúa y cada vez resulta más larga (al menos para determinadas categorías de servidores del Estado). Desde el 28 de diciembre, festividad de los Santos Inocentes, tiene tres capítulos más según esta Orden del Ministro de Hacienda y Administraciones Públicas.

1.- Hasta ahora los mutualistas de MUFACE podían recibir, con el carácter de prestación de asistencia social, una ayuda económica para adquisición de vivienda mediante la pertinente convocatoria de la mutualidad. La concesión de estas ayudas, según una Orden Ministerial de 1987, era obligatoria y debía publicarse en el BOE. Desde el 28 de diciembre de 2012, la concesión de estos auxilios sólo se realizará cuando las disponibilidades presupuestarias de MUFACE lo permitan, con lo que la mencionada  ayuda pasa de ser un derecho subjetivo de los funcionarios (que cumplieran los requisitos exigidos) a convertirse en una decisión graciable de la mutualidad, en un decreto que su voluntad adoptará o no a tenor del vaivén de  circunstancias externas y ajenas a la persona del funcionario. Quimeras, derechos teóricos, quizás ensueños de empleados públicos desestimados por la realidad presupuestaria, por una realidad que, al decir de nuestro Presidente, es la Madre de todas las batallas. ¿La tercera y antepenúltima fase de la ‘Guerra del Golfo’?

2.- Suma y sigue para los miembros de MUFACE. Leña a los subsidios de jubilación generados a partir de 1 enero de 2013: el coeficiente multiplicador que debe aplicarse a las retribuciones básicas computables para obtener y calcular dicho subsidio queda establecido en 0,5. En una Orden Ministerial de 1988, vigente hasta hoy, el citado coeficiente multiplicador era 2. Es decir, en este caso la prestación económica se ha reducido en un 75%. ¿De qué color son los brotes de actividad económica que intuye el Gobierno para el próximo futuro? ¿Negros? ¿De color verde oliva? ¿Morados de Semana Santa y de Jueves de Crucifixión?...

3.- Más suerte han tenido (aunque en este último caso sea lúgubre la afirmación precedente) los subsidios de defunción en el régimen especial de seguridad social de los Funcionarios Civiles del Estado. En esos supuestos el subsidio consiste en la entrega de una prestación única, calculada según la edad del mutualista causante en la fecha de su fallecimiento. La clave para la determinación del subsidio es la cuantía de un módulo legal, que se multiplica por la edad del fallecido (si tenía menos de 41 años de edad) o por el número de años que, si ignoramos su óbito, deberían transcurrir hasta alcanzar la edad de 80 años (si hubiera fallecido con 41 años o más). Pues bien, desde el 1 de enero de 2013 el valor del módulo, que desde 2004 hasta hoy importaba 187,82 euros, “sólo” bajará la mitad (93,91 euros). Y lo mismo sucederá con el importe mínimo del subsidio: de 1.502,53 euros pasa a 751,28 euros.

Definitivamente, 2013 será el año de la recuperación (en torno al 28 de diciembre). Gracias por la inocentada, señor Montoro. Seguro que habrá divertido mucho a sus empleados. Qué graciosa se está poniendo la cosa.

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