Antonio Gutiérrez denuncia la «lamentable complicidad» del PSOE con el pacto fiscal

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Antonio Gutiérrez, ayer, durante su intervención en la clausura del I Congreso Trabajo, Economía y Sociedad, organizado por la Fundación Primero de Mayo. / 1demayo.ccoo.es

Lo cierto es que no resulta extraño que un asunto de cierta relevancia, como la ratificación del pacto fiscal europeo en el Congreso de los Diputados, se vea eclipsado por jaimitadas como cuándo formalizará el señor Luis de Guindos -que habla como Aznar y como Julio Iglesias- la solicitud del rescate para la banca española. ¿Será today? ¿Será tomorrow? ¿Y qué puede importar eso?

El caso es que, el pasado jueves, el Congreso de los Diputados aprobaba el pacto fiscal europeo con los votos de PP, PSOE, CiU, PNV, UPyD y UPN. El dicho pacto recoge, entre otros puntos, la obligación de los países de la UE de cumplir con la denominada regla de oro, destinada a limitar el déficit estructural anual al 0,5% del PIB. Esto, que dicho así suena muy raro, significa, ni más ni menos, que habrá más recortes en Educación y Sanidad, más miseria para los dependientes y para los inmigrantes, más ruina para los funcionarios, más problemas para los pensionistas y más nubes negras sobre las crestas de los parados que, a día de hoy, todavía cobran la prestación por desempleo.

El asunto no parece menor, entre otras cosas, porque contradice los tímidos balbuceos de Mariano apostando por el crecimiento en cuanto Monti le invita a unos caneloni  y porque no tiene nada que ver con las cosas que dice el amigo Hollande y que el bueno de Rubalcaba no para de jalear en público con las orejas, aunque a la hora de votar esas mismas cosas en el parlamento patrio salga por pepeneras y apoye eso de llevar la austeridad y los ajustes a los altares constitucionales. Algo huele raro... No sé... Recuerdo que cuando Zapatero arruinó la campaña de Rubalcaba antes de que empezara anunciando una reforma constitucional para incluir el déficit casi cero entre nuestros preceptos constitucionales, y sin referéndum, Rubalcaba, que entonces parecía del 15-M, dio a entender a todo el mundo que eso no le gustaba un pelo, pero que José Luis seguía siendo el presidente y que había que asumir el desaguisado. Lo raro es que ahora que no manda José Luis, ahora que manda él, Rubalcaba haya optado por lo mismo que el otro, y encima, sin explicarnos nada.

A este asunto dedicó ayer cinco minutos de discurso Antonio Gutiérrez –ex secretario general de CCOO, ex diputado del Grupo Socialista, ex presidente de la Comisión de Economía del Congreso en la pasada legislatura y, en la actualidad, economista- durante la jornada de clausura del I Congreso Trabajo, Economía y Sociedad, organizado por la Fundación Primero de Mayo de CCOO. Fueron los cinco minutos finales de su intervención en la jornada de clausura y fueron cinco minutos intensos. Gutiérrez -que ha pisado pocos actos confederales desde que dejó la secretaría general del sindicato allá por abril del año 2000- aprovechó para pegar un repasito a sus antiguos compañeros de bancada en el Congreso y calificó de "lamentable" la "complicidad" del PSOE con el pacto fiscal. Antonio Gutiérrez, que en su día votó en contra de la reforma laboral del Gobierno socialista y de la reforma constitucional impulsada por Zapatero, destacó ayer que mientras los socialdemócratas alemanes han arrancado a Merkel algunos compromisos en favor de las políticas de crecimiento, los españoles han dado su voto favorable a una proposición no de ley que nada compromete al Gobierno.

Tampoco anduvo remiso a la hora de afirmar que no le convence mucho la idea del pacto de Estado si éste se utiliza como cobertura de las políticas de ajustes y recortes de inversión que estrangulan el crecimiento y hacen imposible el cambio de nuestro modelo productivo. Gutiérrez recordó que ninguna economía ha superado una crisis sin inversión y déficit público y que lo aprobado el pasado jueves en el Congreso con el voto de los diputados socialistas va en la dirección opuesta.

Antonio Gutiérrez considera que no es el momento de los pactos de Estado, sino de la lucha, que ahora solo libran los sindicatos y a la que invitó a sumarse a los socialistas. "La izquierda española y europea tiene que recomponerse, debe recuperar su credibilidad. Hacerse la foto en una manifestación de la que aborrecían hace solo un año, durante el desconcertante gobierno de Zapatero, no es suficiente. De momento, la lucha la están dando los sindicatos, pero no pueden permanecer solos ante el peligro, como Gary Cooper, durante mucho tiempo". Hubo ovación sentida y saludos desde el tercio. ¡Qué menos!

2 Comments
  1. Binah says

    Bueno; algunos ya se están enterando, aunque un poco tarde.

  2. Patronio says

    Quien ha estado bastantes años viviendo (y nada mal) a costa de un partido, debería tener la decencia de quedarse calladito aunque discrepe. En esos desconcertantes gobiernos de Zapatero tuvo usted mucho que decir y si no comulgaba con sus ideas, modos y maneras, haber abandonado desde el principio, pero no cuando faltaban unos pocos meses para la formación de candidaturas y sabía que no entraba en ellas. Decencia, señor Gutiérrez.

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