La crisis continúa sin purgar a determinados sujetos

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José Luis Olivas (izda.) y Rodrigo Rato, durante la presentación de Bankia, en marzo de 2011. / Efe

Una crisis como la actual y todavía hay determinada gente dando la tabarra. Y de qué forma. Parecen nacidos para molestar. Lamento usar estos términos, aunque cuando digo que la crisis debería haber eliminado a una serie de sujetos me refiero a una purga de su presencia en centros de decisión, no a nada que bordee lo nazi. Pero todavía hay personas en puestos muy relevantes, que actúan en 'modo pre crisis', habiendo sido estandartes y causantes de la misma. Sería una buenísima señal que no les volviéramos a ver en primera línea, en mi modesta y tal vez equivocada opinión. Ahí van unos cuantos.

En primer lugar, el todavía presidente de Bancaja, José Luis Olivas, que continúa enrocado en su puesto de la entidad valenciana y en el consejo de Iberdrola. Tuvo que dimitir de la vicepresidencia de Bankia, pero parece que se arrepintió en el acto y ahora ha lanzado un órdago que puede llevarse por delante una de nuestras entidades sistémicas. Se niega a que le hagan una nueva auditoría.

Conviene recordar que el Banco Valencia, del que la caja tiene un 35%, tuvo que ser intervenido por el Banco de España y que ahora no hay manera de colocárselo a nadie. Valencia y concretamente Bancaja son claros ejemplos de los desastres del pasado. Sinceramente, creo que el banco central debería haber intervenido la caja en cuestión, relevado a su consejo y, de paso, poner orden en el Valencia. Dos por uno. Pero no: Olivas, ex consejero de Economía de la Generalitat valenciana, sigue dando guerra, en pleno primer trimestre de 2011.

Olivas debería haber entregado la chapa y haberse marchado con discreción y dignidad, aprovechando que nadie le pedía cuentas de nada. Pero se enrocó. Quería seguir siendo el jefe supremo de la principal caja de la región más próspera de España y esos tiempos han pasado. Valencia es un erial. Los colegios no tienen calefacción. Las competiciones internacionales han pasado a mejor vida. Y el estado real de Bancaja es una incógnita aunque no es exagerado decir que es el gran quebradero de cabeza de Rodrigo Rato. Seguramente, su gran error, porque la fusión la hizo él.

¿Seguimos? Otro caso increíble es el de Fernando Martín, fundador de Martinsa, comprador de Fadesa y protagonista de la mayor suspensión de pagos de este país. Otro de esos que le pareció que lo de vender pisos a troche y moche era muy basto y, después de su salida de Sacyr, comenzó a coleccionar participaciones relevantes en compañías cotizadas. Todo ello, combinado por un paso en la directiva del Real Madrid, donde quiso quedarse de presidente después de rozar esa gloria interinamente. Al final, quiso estar en Bolsa, faltaría más, y no lo hizo colocando su empresa, sino comprando otra, en la parte más alta del ciclo. Pagó unos 4.000 millones de euros por la Fadesa de Manuel Jove. El desastre estaba cantado, pero después de la caída, demandó a la otra parte. Acaba de caerle una sentencia en contra demoledora, pero dice que recurrirá. De verdad que este hombre es, más que agotador, cansino.

Lo de los Ruiz-Mateos, claro, es otra. Mira que llevamos años sufriéndoles y continúan dando la matraca. Todos los hijos alrededor del padre y nunca se han atrevido ni a toserle. Siempre con la cantinela de que como crean empleo, debe ser intocables y si han quebrado es por culpa de los bancos que no le han rescatado. Impresentable pero sintomática la entrevista del otro día con Susana Griso, aunque también la impresión que flota en el ambiente es que los hijos van echar todas las culpas al padre para quedar ellos lo más limpios posible.

Braulio Medel lleva siglos al frente de Unicaja, pero después de los pinchazos de CCM o Cajasur, resulta ahora que tampoco sale adelante la unión con las castellanas. Eso sí, continúan las altas remuneraciones, sus pensiones y el eterno compadreo político. Medel está muy bien relacionado con la Junta, pero también con Arenas, dice todo el mundo. Agota, la verdad.

Mientras tanto, la ex directora de la CAM insiste en reivindicar sus derechos, cuando los demás, tanto de la misma entidad como de Caixa Galicia, al menos hacen mutis por el foro e intentan que no se acuerde nadie más de ellos.

Rubalcaba, Aznar... hay tantos más. Sigue habiendo mucha gente en primera fila que tiene realmente hastiada a la sociedad. Saber retirarse a tiempo es un arte. Esta gente literalmente agota a la sociedad, aunque se valen de sus resortes de poder para seguir enganchados en el machito.

No son los únicos, por supuesto. Hay demasiados que continúan aferrándose a un futuro que no ha de volver y lo que hacen es crear problemas a los que quieren salir adelante. Con ellos no saldremos de la crisis.

1 Comment
  1. capecape says

    En Bankia, donde yo trabajo, están que trinan con el tipo este. Se oyen rumores de que se la han colado con bancaja y que están «moviendo hilos» para expulsarla del SIP

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