Toxo y Méndez auguran un «duro y largo» conflicto social

Desde que el pasado viernes el Gobierno hiciera saltar por los aires la chistera de la reforma laboral -con el conejo dentro-, los secretarios generales de CCOO y UGT -Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez- se han cogido la mochila de mano y el cepillo de dientes y se han pateado los medios para explicar que la reforma es muy mala, que no sirve para nada, que es injusta y que, incluso, puede ser inconstitucional. También han tenido que dedicar parte de su tiempo a explicar que una huelga general no se convoca así como así, que si se convoca tiene que ser para ganarla y que todo en esta vida, incluso la convocatoria de una huelga general, necesita sus tiempos.

Nosotros les hemos hecho también unas preguntas y ellos, amablemente, nos las han contestado. "La reforma del PP", nos dice Toxo, "es el mayor ataque al derecho del trabajo desde la transición democrática,  porque desregula las condiciones de trabajo e individualiza las relaciones laborales; devalúa la negociación colectiva y convierte la tutela judicial en papel mojado". Tampoco le gusta a Méndez, que considera que lo que ha aprobado el Gobierno es "la reforma del Fondo Monetario Internacional y de la Comisión Europea, regida por la política de Ángela Merkel. Y sí, también responde al sueño de los empresarios españoles de disponer del trabajador cuándo y cómo convenga, bajo la amenaza de un despido rápido y barato. Al aprobar esta reforma radical y desequilibrada, el PP ha actuado como si España fuera ya un país intervenido".

Una vez constatado que el clima entre partes también padece los rigores siberianos, como en Teruel, la pregunta que le asalta a cualquiera es: ¿y ahora qué hacemos? "Lo primero que habría que aclarar", recuerda Méndez, "es que las huelgas generales las provocan los Gobiernos, pero las convocan los sindicatos cuando lo estiman oportuno. Antes de ese paso es necesario concienciar y explicar a la ciudadanía sobre las consecuencias de lo que se ha aprobado. De momento, estamos desarrollando asambleas en todo el territorio nacional y hemos acordado una jornada de movilización general para el próximo domingo 19 de febrero".

¿Y no será que a la hora de convocar una huelga general once millones de votos imponen mucho cuando todavía no se han cumplido ni cien días de las elecciones?, llevaba  preguntándome a mí mismo desde hace ya algún tiempo. "Conviene", contesta Toxo, "no poner en conflicto dos legitimidades: la que deriva de un triunfo en las urnas de unas elecciones generales y la que nace de la victoria en las elecciones sindicales con una hegemonía aplastante del sindicalismo de clase que representan CCOO y UGT. El triunfo del PP es un factor que no debemos ignorar, pero nunca una hipoteca para el desarrollo de la autonomía sindical". Y sobre este mismo asunto, Cándido Méndez añade: "No creo que los ciudadanos que han votado al PP hayan respaldado esta reforma laboral. Basta consultar las hemerotecas para contrastar lo que decía el PP cuando era oposición y lo que hace ahora que es Gobierno. Entonces, muchos dirigentes, con Mariano Rajoy a la cabeza, desmentían rotundamente que en los planes de PP estuviera abaratar el despido o subir impuestos".

Y para terminar, ¿qué alternativa hay a la huelga general? Ignacio Fernández Toxo responde que, únicamente, la negociación y el acuerdo. "Si no es así, estamos abocados a un duro y largo conflicto social. Que en un momento determinado ese conflicto se exprese a través de la convocatoria de una huelga general para defender el estado social y los derechos de los trabajadores dependerá de la voluntad política del Gobierno. Debe elegir entre acudir raudo a corresponder las exigencias de los mercados, dando la espalda a los intereses generales de su país; o restablecer el valor de la política democrática y dialogar con los partidos y los interlocutores sociales para alcanzar una salida equilibrada de la crisis". Cándido Méndez apuntilla: "Nunca hemos convocado una huelga general por gusto. Es nuestro último cauce de expresión para manifestar el máximo grado de rechazo de los trabajadores ante las injusticias laborales, que empobrecen nuestro modelo social y nuestra democracia".

El próximo domingo 19 podremos empezar a comprobar la longitud de la mecha.