Algunas sugerencias para el ITF

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Contemplo con mucha expectación los movimientos civiles que se están organizando gracias a las redes sociales ya que creo que su capacidad para escapar al control político, económico y mediático las convierten en un fenómeno capaz de (¿por qué no?) liderar cambios en esta era. Es cierto que en las convocatorias de DRY y 15M se ha sumado mucha chusma, de esa que siempre que hay ‘movida’ se anima, sea de lo que sea, pero a mucha gente no le ha pasado inadvertida esa explosión espontánea.

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Ayer se arremolinaron ante la Bolsa de Madrid los chicos de ITF (Impuesto a las Transferencias Financieras), reclamando precisamente eso, además de la abolición de los paraísos fiscales y que se les arree duro a las agencias de rating y a la banca. Estuvo presente en el acto Cayo Lara, número uno de IU, que en los últimos tiempos está más mediático que nunca, aunque dudo mucho que a este movimiento ni a ningún otro que quiera tener la etiqueta de ‘civil’ le ayude la presencia del líder comunista.

El Impuesto a las Transferencias Financieras es algo que no me gusta un pelo, ya que no es con más impuestos como se debería salir de esta. La denuncia de Lara de que las transacciones son especulativas en su mayor parte es casi una obviedad. Pero las transacciones son la sangre de la economía. Los impuestos no serían más que colesterol en el sistema.

Un asunto de mucho más calado es el de los paraísos fiscales. Ahí hay mucho que hacer y existe una gran hipocresía entre las grandes naciones. Puede decirse sin titubeos que si aflorara el dinero que hay depositado en esos territorios opacos la crisis acabaría de un plumazo. Simplemente, con hacer tributar con normalidad a ese capital. En los paraísos fiscales hay una parte de las grandes fortunas que evaden su allí su dinero, pero también están las mafias, el narcotráfico, la venta de armas, las cuentas ocultas de los Gobiernos (que haberlas haylas), las fortunas de los tiranos… y por supuesto son el refugio ideal para hedge funds y demás capital corrosivo en los mercados.

Su final es una cuestión casi imposible que debería abordarse por fases, con un gran pacto global y, por supuesto, con una promesa de amnistía fiscal para los capitales florecientes. Y aun así sería complicado. Hay pequeños países que viven íntegramente de ser un paraíso fiscal, por ejemplo. Pero ese es un apartado en el que ITF ha puesto el dedo en la llaga. ¿Es posible que después de estos años de crisis todavía nadie del FMI, del Banco Mundial, de la Fed o de dónde sea haya hablado con firmeza a este respecto?

Lo malo de estas iniciativas como ITF, que nacen del hartazgo de la gente, es la falta de iniciativas claras, concretas y reales. ITF y plataformas similares necesitan más economistas y hombres de ley que asesoren y dirijan.

Por ejemplo, en lugar de pedir más impuestos para que se hagan menos transacciones (primera consecuencia inevitable) es precisa una reforma de los derivados, que deben ir mucho más ligados a capital y no deben poder emplearse sobre materiales de primera necesidad, como las materias primas. El que quiera especular sobre activos financieros, que tenga más requerimientos de capital.

Con ello se evitarían burbujas virtuales como la reciente… o la que sufrimos sobre el crudo, por ejemplo, cuyos contratos financieros no finalistas han alcanzado cifras nunca vistas en meses recientes y por eso se ha ido el precio de la gasolina a máximos históricos.

Y el otro apartado es el de los bancos de negocio. No puede ser que puedan tomar posiciones por cuenta propia, asimismo asesoren a clientes (casi siempre en función de sus intereses, no del que paga), emitan informes y realicen las operaciones corporativas. Se da la paradoja de que, por ejemplo, en España van a tutelar la conversión de cajas en bancos muchos brokers que quebraron y/o tuvieron que ser rescatados. Esos, ahora, vienen a dar lecciones de cómo tenemos que reformar nuestro sistema financiero.

De verdad, sería mucho más efectivo un cambio en este sentido más que gravar las transferencias. Por lo demás, todo lo que se diga sobre los paraísos fiscales es poco. Esos son los temas sobre los que debería hablarse ahora.

3 Comments
  1. dabulper says

    Lo malo es que esta tasa se aplique indiscriminadamente, sin diferenciar entre los que especulan con sus ahorros y los que mega-especulan con los ahorros ajenos.

    Lo que habría que tasar son todas las transacciones financieras efectuadas por sistemas automáticos. Las famosas «maquinitas» que suele comentar Cárpatos.

    Las entidades financieras [de inversión las llaman…] que usen esos sistemas deberían dar al fisco la información del capital que han movido sus maquinitas y que les graben no un 0,05% como pide Sarkozy, sino un 0,1%, a ver si así siguen desestabilizando el mercado como hacen actualmente.

    Y que no digan que están para proporcionar liquidez, que todos recordamos el flash-crash de wall street el 6 de Mayo de 2010.

  2. Inteligibilidad says

    Pequeño comentario a Dabulper.
    La especulación (macro o micro, con los ahorros de otros o con los propios) es algo éticamente reprochable.
    Y no por ser legal o de pequeño volumen deja de serlo (y la especulación puede ir desde el que mueve millones para sacar más millones hasta el que vende su terrenito en el campo a precio de oro porque sabe que lo van a hacer urbanizable)…

  3. dabulper says

    En un entorno monetario fiduciario, donde la inflación es la piedra angular para que el crédito siga fluyendo, el pequeño especulador no es éticamente reprochable, sino que el único que puede (si acierta con su especulación) mantener su nivel de ahorros y sobrevivir. Es el sistema el que funciona en contra de todos aquellos cuya tasa de retorno del ahorro sea menor que la inflación. Lo que es éticamente reprochable es el sistema, no el afán de supervivencia.

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