El acoso judicial a su familia aflora la peor cara de Emilio Botín

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El presidente del Santander, Emilio Botín, volvió a mostrar su cara más áspera (¿la real?) en la junta de accionistas celebrada ayer, ante las palabras de algunos que se identificaron como “indignados” o al menos simpatizantes del movimiento. De nuevo, ante las preguntas por cuestiones judiciales reaccionó como una furia, retirando la palabra al inversor que formulaba las cuestiones. Esta vez no hubo lugar para los simpáticos guiños populistas. No invitó a la prensa en un gesto espontáneo a la reunión de directivos, no saludó a su vieja secretaria de siempre, no fue hacia el becario con más pinta de pánfilo para saludarle personalmente, no hubo desenfadado spanglish

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De nuevo el Botín agresivo, que también pudimos ver con ocasión de la presentación de resultados, cuando contestó con dureza a los periodistas que preguntaron por el coste reputacional del juicio a su consejero delegado, Alfredo Sáenz. El 3 de febrero, Botín decía con agresividad “no hay caso de riesgo reputacional ni nada que se le parezca. No hay sentencia ni absolutamente nada, ¿está claro?”. Sin duda, el presidente del banco está ya más que harto de que se le reproduzcan casi por esporas los asuntos judiciales, superadas ya las cesiones de crédito, la indemnización a su anterior consejero delegado…

Que Botín retirara ayer la palabra a alguien que pregunta en la junta anual, con toda lógica, por los asuntos judiciales del presidente de la compañía, y que despachara de un plumazo a las voces que denuncian la economía artificial que han generado los bancos es una mala señal. El movimiento de indignados es algo inevitable en un país de cinco millones de parados, que contempla cómo las grandes corporaciones del Ibex presumen de beneficios, mientras realizan fuertes Eres. Requiere por parte de nuestros grandes ejecutivos un mínimo de interés, de sensibilidad… de dar la cara y ofrecer un mínimo de transparencia. En especial los del sector financiero.

Conste que, respecto a la demanda fiscal contra la familia Botín, lo que más me interesa es el porqué. ¿Por qué ahora y por qué contra los Botín, una familia que siempre ha sabido manejarse sin el menor problema con la clase política? Que todo llegue por un dinero de 1936 parece un argumento digno de Berlanga. Los Botín pagaron 200 millones de euros, que se dice pronto, para arreglar el asuntillo pendiente con Hacienda. Pero por lo visto, no es del todo suficiente y se les escarmienta en plaza pública.

Por mi experiencia de varios años haciendo periodismo económico he deducido que las grandes fortunas españolas tienen un pacto fiscal no escrito con Hacienda. Todas tienen sus estructuras en Irlanda y otros paraísos fiscales; sociedades en Holanda u otros territorios opacos pero también tienen bastante patrimonio visible en España. Pagan mucho, pero asimismo disponen de mucho fuera.

Un arreglo tácito, del que apenas trasciende nada nunca, que parece que ha satisfecho a las partes. Por ello, cuando se ejemplariza en público, antes que rasgarme las vestiduras por los 2.000 millones de euros de la familia, mi primera inquietud es la pregunta de Mourinho: ¿y esto por qué?

Puesto en contacto con un abogado mercantil, sus palabras eran claras: “no salgo de mi asombro tras leer el auto. O sea, hace un año Hacienda se entera de que tenían un dineral en el extranjero, la familia regulariza pagando 200 millones de euros y como en Hacienda no tienen casi medios, ni ordenadores, denuncian por la vía penal por si acaso, porque no les da tiempo a estudiar todo antes de que prescriba el posible delito. Lo malo es que va un juez y lo admite”.

El experto legal añade que “someter a la pena de banquillo a una familia de banqueros es algo muy perjudicial para el país. Si han eludido impuestos que lo paguen como Dios manda, pero ante la duda lo que no puede hacerse es abrir un proceso penal”. A partir de ahí, realiza una serie de reflexiones personales sobre el riesgo país y la seguridad jurídica en España, en estos momentos de tan poco interés inversor sobre nuestra economía.

Las mismas, sin duda, que realizaron ayer algunos accionistas. Aunque Botín se remita al orden del día, un accionista de Santander estará inevitablemente preocupado si su presidente está bajo lupa judicial, aunque sólo sea por el impacto que puede tener respecto a inversores extranjeros. ¿Entrarán fondos internacionales en los próximos tiempos con semejante presión sobre la cúpula de la entidad? Son preguntas perfectamente lógicas.

A estas alturas del Siglo XXI demostrar (una vez más) que una junta de accionistas es una pantomima con palmeros que interrumpen las voces díscolas y aplauden las respuestas de los ejecutivos es algo impresentable. En febrero, Botín presumía de que “la imagen y la confianza que despierta Banco Santander entre clientes accionistas e inversores en el ámbito internacional ha mejorado enormemente durante estos años y constituye un activo de enorme valor”.

Y se vanagloriaba de los beneficios de 35.000 millones de euros obtenidos en cuatro años, todo ello conseguido “con el mejor consejero delegado” (Alfredo Sáenz). Una respuesta correcta y concisa a los accionistas no es demasiado pedir.

Las voces que protestaban tienen razón. En los últimos tiempos se ha generado una espiral especulativa, con retribuciones espectaculares a directivos, pérdidas socializadas para la ciudadanía en forma de rescates, paro masivo, corrupción, cohabitación poco lícita entre la política y la banca… No es el Santander el más malo de la película, pero Emilio Botín debe dar una respuesta más transparente en los días actuales. Han pasado los tiempos de actuar como antes. Ya no es aceptable que la seguridad saque a la fuerza a accionistas impertinentes. Son precisas otras respuestas. Sencillas y claras.

9 Comments
  1. tomás says

    si ha robado,a la cárcel,algunos por robar un pollo allí están

  2. lups says

    muy buen artículo. Una cagada muy gorda la de denunciar por si acaso al presi del Santander, una de las pocas entidades españolas que puede presumir de buenos números y pocos escándalos. El sr. Botín no será precisamente un santo, pero este tipo de cosas mejor que se laven en casa, ya bastante nos están dando pal pelo las agencias de calificación y las Angelas Merkel para que encima sakemos mierda entre nosotros

  3. pilu says

    buenos números= buenos beneficios, a costa de quíén¿? no lo sé… a demás tiene importantes inversiones en empresas armamentísticas (creo que el que más en España), entre otras muchas lindezas, como por la que se le juzga, pero ya sabemos que el que tiene dinero sale indemne de las cosas más horribles que se puedan hacer mientras que al pobre se le encarcela por dar una patada a un bote

  4. pilu says
  5. FRANCISCO PLAZA PIERI says

    No hablemos, ni bien ni mal, de quienes tienen blindados todos sus movimientos.
    Ahí tenemos a los «presuntos» de la Güirtel (de la ´correa´ para entendernos mejor).
    Por favor, seamos un poco sensatos de un vez por todas. A los ladrones de guante blanco nunca, jamás de los jamases, va a sucederles nada. Esos pájaros están muy, pero que muy bien blindados…. Inmunizados a todo.
    ¿Sabéis a quienes se les persigue a muerte? ¡Pues a los raterillos! Que, todo hay que decirlo, no está mal… Toda anomalía ha de ser sancionada, si procede.
    Pero, volviendo a los anteriores; a los ladrones de grandes volúmenes…, a esos se los perdona con cuatro ‘cuartos’ de nada. ¿Quieres salir de la trena? Pues afloja la tela… ¡Pobrecitos ellos!
    ¡A los otros: a los robagallinas es aquienes hay que darles duro!
    ¡Como se les dió a los del ’15-M’ en la Plaza de Catalunya!
    ¡Ah!, y estos últimos que se preparen, porque el ‘molto MAS’ ha pedido, o va a pedir que se los carguen a todos, no a ellos, que iban a hacernos la vida imposible en su perversa reunión inmediata.
    ¡A esos tíos, a ellos, sí que sería menester leerles la cartilla!
    ¡Ya estamos hartos de tanto bandolero, o asaltacaminos!

  6. nickenino says

    Pese a esto, Panea es un impresentable ambicioso y peligroso. No tiene nada para relacionarse con el movimiento del 15-M, y lo ha intentado. Bicho.

  7. Caso_SBI says

    ¿¿Con que autoridad va a poder hablar de economía española un residente en España como Botín, que durante años (hasta que lo descubrieron) mantuvo ocultos a la Hacienda española más de 2.000 millones de euros??

    Con condena o sin condena, es un defraudador, porque aunque haya regularizado su situación desde el 2005 para salvarse de la cárcel ¿Qué pasa con los años anteriores? ¿Y con el impuesto de sucesiones que pagabamos todos los españolitos en 1993? Prescribió y no lo pueden condenar. Pero fraude, hubo.

    Y eso puede que no lo lleve a la cárcel pero lo desligitima como persona pública.

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