Un resumen de año en cinco vocales

El año 2010, el peor para la economía española desde el inicio de la recesión, ha sido leído por nuestro Gobierno según su alfabeto particular. Como a los ciudadanos nos ha tratado igual que si fuéramos niños, ¿por qué no compartir con el Ejecutivo su juego infantil? Yo participo deletreando las cinco vocales de su política económica. Y añado mi deseo de que se enmiende. Con humildad navideña y por el bien de todos.

Arbitrariedad.- Las Administraciones Públicas deben servir con objetividad los intereses generales, con sometimiento pleno a la Ley y el Derecho. En el año 2010, sin embargo, la Agencia Tributaria (y no sólo ella, sino también muchas Comunidades Autónomas y Ayuntamientos) ha puesto en entredicho los principios de objetividad y legalidad. La crisis fiscal de todo el sector público ha propiciado comportamientos indeseables en la aplicación de los tributos, interpretaciones sesgadas e irrazonables en perjuicio del contribuyente, proliferación de liquidaciones paralelas en el IRPF en muchos casos sin fundamento alguno…Mientras la economía negra sigue campando a sus anchas e incluso es más fuerte con la recesión, algunos poderes públicos se dedican a tirar al blanco con muy mala puntería pero produciendo numerosos perjuicios sin ton ni son, pues al injustamente tratado se le devuelven tarde sus créditos fiscales, sus cuotas por IRPF o IVA, o se le piden avales para recurrir o que pague por anticipado. Un uso templado del ius imperii de la Administración ha pasado a ser un abuso arbitrario de su poder.

Estupefacción.- Lo que es bueno, cinco minutos después es malo. Pero sin rectificaciones personales: los culpables son los hechos. Con los ataques a la deuda española durante la pasada primavera murió también la política expansiva del Gobierno y fue sustituida por una estrategia (sic) de ajuste continuo y creciente que todavía hoy no ha terminado. EL presidente y sus ministros nos dicen ahora que la contención y el rigor presupuestarios son imprescindibles para crecer después; que dicha política es progresista. Puede ser, ¡pero cuántos improperios recibió esa política por los neófitos que hoy han descubierto el Mediterráneo (a destiempo) hace apenas un año, cuando se dedicaban a derrochar el dinero de todos y a disparar con la pólvora del Rey!

Ilusión.- El capitán de la nave, al que le gusta ocupar todos los puestos (aunque ahora esté más callado), subió al bote del vigía y gritó ufano en lo más áspero de la tormenta: “¡Brotes verdes a la vista!”. El capitán es un iluso, en su cerebro se forman imágenes de cosas inexistentes que él y sus subalternos toman como reales.

Ortopedia.- La economía española necesita un cambio de rumbo. Tan mala como la parsimonia que fue la respuesta de Rodríguez Zapatero al comienzo de la recesión es la serie de bandazos sin rumbo conocido que viene dando en los últimos tiempos a remolque de los mercados. Los españoles debemos corregirnos radicalmente y tomar la iniciativa, en vez de ser arrastrados una y otra vez por los acontecimientos. Necesitamos un ortopeda genuinamente democrático, alguien que no nos mienta; una reforma en profundidad de nuestro sistema de partidos, un médico capaz de corregir las deformaciones de nuestro cuerpo social. Y que todos los ciudadanos pongamos lo que esté de nuestra parte. Pero la principal responsabilidad reside en las instituciones y en quienes las ocupan. Nuestro tejido institucional debe cambiar de raíz sus prácticas clientelares…

Ufología.-…Porque, de lo contrario, nuestras elites (sic) políticas y económicas sólo nos van a hablar de sí mismas, intentarán seguir convenciéndonos de que la realidad que nos afecta a los demás no es tal, sino sus imaginarios “unidentified flying objects”. La política española no puede ser por más tiempo el estudio de los ovnis.