No lo dice un cualquiera, sino José Oliu, presidente de Banco Sabadell, entidad que pondera en el selecto Ibex 35 desde hace tiempo y que ahora está engullendo al Banco Guipuzcoano. Oliu pronunció estas agoreras pero sabias palabras en una entrevista del 12 de septiembre, concedida a El Correo Español-El Pueblo Vasco. “Los banqueros norteamericanos no son conscientes de la que han liado. Y me temo que la volverán a liar en cualquier momento”.
Estuve atento a ver si semejantes declaraciones provocaban algún terremoto… pero no. Para variar.
Se puede decir más alto pero no más claro, aunque increíblemente son pocas las voces que claman en este sentido. Desde cuartopoder.es estamos dando caña con ello. Hemos denunciado un modelo perverso, que continúa igual y que sigue sin cambiar, a pesar de Lehman Brothers, Bear Stearns (finiquitados), Morgan y Merrill (rescatados) y los cochambrosos escándalos en los que se ha visto envuelto Goldman Sachs.
Estas firmas causaron un gran estrépito en los mercados, llenándolos de derivados que vencían y los colaterales no valían nada. Han sido los artífices de esta economía de artificio que sólo provocó una inflación de precios de la que aún no nos hemos recuperado. Con este esquema, y las inyecciones de liquidez posteriores al 11-S, se pudo crear un monstruo que lograba megafinanciaciones para todo tipo de operaciones.
Uno a veces siente que está predicando en el desierto. ¿Seré yo el equivocado? Bueno, al menos, tuve la satisfacción de leer la semana pasada, en su edición del 15 de septiembre, un artículo que iba en esta línea, nada menos que en The Lex Column del Financial Times. Vamos, en la Biblia de la prensa financiera. Todos los medios soñamos con tener una columnita de opinión con tanta influencia como la Lex Column.
Pues bien. El artículo recuerda que ya se han cumplido dos años después de la caída de los dos citados bancos de inversión, así como del rescate de los otros. ¿Qué parecía anunciar aquello? “Que los bancos de inversión de Wall Street estaban muertos”. Pues no. “Not so”. Dos años después, Goldman y Morgan “están más vivos que nunca”. Ambos han cambiado su estatus de banco de negocios a banco comercial, pero “sus modelos de negocio permanecen intactos”.
Estas entidades funcionan viento en popa a toda vela, beneficiados “desproporcionadamente” por una política de la Reserva Federal que se ha esmerado en mantener tipos de interés bajos, con lo que los precios de la renta fija se han disparado. La operativa con activos financieros, (no olvidemos tampoco cómo se han disparado el mercado de swaps sobre derivados, es decir, seguros de quiebra de determinados emisores; hablando para tontos) ha hecho ganar protagonismo a estas firmas, frente a otros bancos convencionales que se las han visto para sobrevivir en esta crisis, pese a no haber sido ellos los que inflaron la crisis colocando todo tipo de papelitos sin subyacente que respaldara.
En espera de que los reguladores se decidan de una puñetera vez a hacer algo con cierta decisión, los grandes ganadores de la crisis “han sido los grandes bancos de inversión”. Repito, esta vez no lo digo yo, lo dice Lex Column.
Así tenemos el patio. Mientras en la UE se empeñan en que los bancos comerciales tengan que aportar más capital lo cual restringirá inexorablemente el crédito, en la ONU, Zapatero y Sarkozy coinciden en pedir tasas bancarias, lo cual es de aurora boreal.
No me extraña que Oliu, que preside un banco que en su día fundaron unos cuantos pequeños empresarios textiles de la zona y que está intentando crecer centímetro a centímetro; euro a euro, tenga un cabreo monumental. Los Goldman y compañía nos la liaron a lo bestia hace unos años y todo está listo para que vuelvan a hacerlo.
Por cierto, estas firmas eran las que hace tres años despotricaban en sus informes de la banca mediana española. Conviene no olvidarlo.
Totalmente de acuerdo con tu artículo, Manel. Muy bien trabado. El señor Oliu tiene toda la razón.
Pero me temo que no se va a hacer nada (en la reforma de Obama, las declaraciones del FMI y de la Comisión Europea sólo veo vana palabrería) para poner coto ni a los bancos de inversión ni a las agencias de calificación. Estamos ante un expolio sistemático y sistémico.
Un abrazo.
Desde el momento en que el único valor en alza es la obtención de dinero, la vida humana queda reducida a los despojos que estos monstruos devoradores quieran dejar olvidados en el camino. Pues sí que hemos progresado bien, dijo la mantis religiosa.
me temo que tiene toda la razón este sr.
toda la razon este sr.
Es lo que pasa por no haberlos sometido en su momento a la quiebra como exige un mercado libre. Si, dirán que eso hubiera causado el caos y que los depositantes habrian perdido sus depositos, pero aqui no se han salvaguardo los depositos, se ha salvaguardado a los banqueros de responder de la insolvencia de sus entidades y a los especuladores traspasando sus perdidas al conjunto de la sociedad que ahora debe pagar las perdidas mientra banqueros y especuladores mantienen su riqueza intacta.