El impacto de las restricciones por edad en los mayores: “Nos sentimos un poco vejados”

Durante la pandemia, muchos países han impulsado restricciones o respuestas que se han basado en criterios de edad. Si bien estas medidas tienen como fin preservar la salud de la población, los más mayores han visto como las restricciones eran más severas para ellos, en comparación con la población más joven. Un informe de Help Age International concluye que este “trato desigual” de las personas mayores ha tenido “un impacto nocivo en su bienestar y en el disfrute de sus derechos”.

Además, incluso en países que no llevaron a cabo respuestas a la covid-19 basadas en la edad, las personas mayores encuestadas señalaban otros tratos discriminatorios durante la pandemia. “Dijeron que se les había negado el acceso a servicios o se les había dicho que se quedaran en casa porque la gente creía que el covid-19 era una enfermedad de las personas mayores”, señalan en el informe “Trato desigual. Lo que dicen las personas mayores sobres sus derechos durante la pandemia de covid-19”.

Para el estudio han sido encuestadas 101 personas de 50 a 96 años de diez países -España, Argentina, Canadá, República Dominicana, Jordania, Kenia, Kirguistán, Pakistán, Filipinas, Ruanda -. La pequeña muestra no pretende aunar las experiencias de todas las personas mayores, pero ha recogido testimonios individuales de una parte de la población poco escuchada durante la pandemia, a pesar de haber sido duramente golpeada por la covid-19. De estos testimonios se extraen algunas conclusiones: que ha habido discriminación por motivos de edad durante la gestión por la covid-19, que los servicios públicos no han llegado a todas las personas y que hay “lagunas” en la comprensión de los derechos de las personas mayores.

“Nos sentimos un poco vejados”

En España, además de un confinamiento nacional para el conjunto de la población, se introdujeron medidas específicas para las personas mayores. Podían salir menos tiempo a hacer ejercicio a la calle que las más jóvenes. El 1 de mayo se publicaban en el BOE las franjas horarias para pasear por edad. En total, las personas de entre 14 y 70 años podían salir a la calle durante siete horas al día, los niños también durante siete horas y los mayores de 70 y las personas dependientes tres horas al día. Además, ha habido restricciones adicionales a los visitantes en residencias y centros de cuidados.

“Al final el colectivo mayor que está en residencias es un colectivo muy abundante. Y nos sentimos un poco vejados”, señala para este estudio una mujer de 89 años que vive en un centro residencial para mayores de una zona urbana. “Si yo, por ejemplo, en la peluquería donde voy, no me quito la mascarilla en ningún momento, me limpian la suela de los zapatos y solo aceptan a tres personas al mismo tiempo, una cada esquina, ¿qué peligro puede haber allí?”, reflexiona sobre las restricciones que se mantenían para las personas que vivían en las residencias de mayores tras la desescalada.

“Creo que, a nivel psicológico, por lo menos a los mayores, nos está afectando mucho porque no solo pensamos en nosotros, sino que pensamos en la familia y que les puede afectar a ellos (…). Pienso que se debería hacer algo para que no nos sintiéramos tan afectados los mayores”. Prosigue esta mujer, una de las siete encuestadas en España para este estudio, que también ha contado con tres hombres. En total se han escuchado a diez participantes tanto de áreas rurales como de urbanas.

Aunque España no es de los países que mas restricciones ha tenido basándose únicamente en el criterio de la edad, desde Help Age alertan de las consecuencias negativas de este enfoque. “Ante situaciones excepcionales como esta, entendemos que se puedan tomar medidas que limiten derechos fundamentales, pero las restricciones que se tomen para proteger la salud y seguridad deben basarse en criterios objetivos y médicos y no en la edad. Cuando hablamos de personas mayores, nos encontramos ante un grupo muy diverso y con condiciones de salud muy diferentes. Por eso, es importante que, al hablar de medidas dirigidas hacia personas mayores tengamos en cuenta que estamos hablando de sujetos de derechos y que todas las medidas que se tomen partan desde este enfoque”, señala Inma Mora, responsable de Comunicación de Help Age y entrevistadora para el estudio.

Además, otras personas encuestadas en España señalaron más problemas como la insuficiencia de algunos servicios y la desigualdad en el acceso al sistema sanitario. “Estaba escuchando muy mal y era muy difícil conseguir una cita. Me tomó mucho tiempo (…). Debería haber más servicios para las personas mayores y deberían ser más accesibles”, señala una mujer de 76 años que vive sola en una ciudad.

Una legislación para las personas mayores

Por otro lado, en el estudio de Help Age han observado que algunas personas mayores tienen dificultades en la comprensión de sus derechos, mientras otras se manifestaron a favor de una ley específica. "Creo que si hubiera legislación específica que garantizara los derechos de las personas mayores, esto podría mejorar su calidad de vida, en especial porque ayudaría a generar conciencia. Esto es absolutamente necesario. Si no se habla de algo, si no hay conocimiento sobre ello, poco va a cambiar”, dice una mujer de 68 años que vive con su marido en un área urbana,

Desde Help Age defienden que se cree una Convención de las Naciones Unidas sobre los derechos de las personas mayores, que sea  “una guía clara” de los derechos de este colectivo y “un motor de cambio”. Los derechos de las personas mayores se discutirán en el Grupo de Trabajo de Composición Abierta sobre el Envejecimiento de la ONU, cuya siguiente sesión es en marzo-abril de 2021. El informe "Trato desigual" ha tratado de obtener información para las discusiones de esta y las demás sesiones futuras.