Un repaso por el año de la Comisión de Juventud del Senado

Margarita Guerrero Calderón, vicepresidenta de Incidencia Política del Consejo de la Juventud de España (CJE)

En esta legislatura el Senado cuenta con 34 comisiones, una de ellas la de Juventud, desde el CJE celebramos su existencia en su primer aniversario de creación. Entendemos que este órgano debe servir para poder debatir sobre la situación de las personas jóvenes y poner sobre la mesa soluciones a la precariedad que vivimos, aunque también demandam2os una mayor actividad de la misma con el fin de avanzar hacia las soluciones a estos problemas. En la segunda sesión de la comisión se debatieron tres mociones, relativas a empleo, salud mental y consejos de la Juventud. Destacamos su aprobación con amplios apoyos.

La pandemia ha marcado el 2020 y ha generado una crisis económica que se ha cebado más con las personas jóvenes, que hemos visto cómo se han finalizado nuestros contratos temporales o no se han creado nuevos, generando un aumento tanto del paro, 4,8% en el primer semestre de 2020, como una subida de la inactividad que ha alcanzando el 52,1% de los jóvenes, según datos de nuestro último Informe de Emancipación Joven. Los que hemos conseguido quedarnos en nuestros trabajos también hemos acabado más en ERTE que con anterioridad, una medida que afectaba más que al resto de edades.

Esta nueva crisis se suma a los efectos de la crisis anterior, por tanto paliar las consecuencias de la pandemia sobre la juventud, es fundamental y esto requiere de medidas urgentes y otras de carácter estratégico que atiendan al medio y largo plazo. Pero también es importante atender otras cuestiones relativas al cumplimiento del artículo 48 de la Constitución, sobre la participación de la juventud y la responsabilidad de los poderes públicos en este sentido.

La moción aprobada en el seno de la comisión para que el Gobierno central y los autonómicos refuercen el CJE y los consejos autonómicos, dotándolos de una correcta financiación y facilitando su creación en aquellos lugares donde aún no existan, es una buena noticia. Estos espacios como máximo interlocutor de la juventud asociada con la Administración, son también el altavoz de sus necesidades. En tiempos de crisis suelen ser los que sufren recortes por eso es importante que exista un compromiso de los gestores políticos con su existencia. Los consejos como órgano de representación plural, democrático deben tener una figura jurídica que les permita hacer su trabajo con independencia y con estabilidad. El Consejo de la Juventud de España viene demandando una ley propia que regule su funcionamiento y superar así la inestabilidad que vive con la actual regulación vía real decreto. Así mismo, en cada comunidad autónoma se debe trabajar para reforzar los consejos autonómicos, los locales y comarcales, la participación es un derecho y no puede convertirse en un privilegio en tiempos de crisis.

En esta misma comisión también se han dado debates como la toma en consideración para la ampliación del derecho al sufragio a mayores de 16 años, propuesta que decayó y no pasó al Congreso, por lo que sigue siendo una asignatura pendiente. Parece que nunca es buen momento para este debate, pero cuándo es mal momento para ampliar derechos. Desde el CJE además consideramos que los partidos que se han comprometido en distintas ocasiones con abrir el debate sobre el voto a los 16 deben cumplir su palabra. Las personas jóvenes no somos el futuro, somos el presente y queremos formar parte del debate sobre las soluciones para salir de esta crisis, reivindicamos ser actores protagonistas en la generación de políticas públicas, queremos tener voz y voto.

Los retos de la juventud, y por lo tanto de la Comisión de Juventud del Senado, son claros y no nos cansaremos de repetirlos, necesitamos una salida social de esta crisis para la juventud, que se refuerce el papel de los consejos, entre otras luchas que tenemos la juventud: frenar el cambio climático, los feminismos, la transformación ecológica, etc.

En cuanto a la cuestión del empleo necesitamos una apuesta de país por una economía verde y digital, más productiva que dote de más valor añadido y por lo tanto mayor empleo de calidad, una reformulación del mercado de trabajo que combata la precariedad y la parcialidad y una vivienda asequible mediante la creación de un parque público de alquiler y la regulación del precio del alquiler en las zonas tensionadas. En definitiva, más juventud en el Senado, más políticas de juventud en el gobierno y una mirada joven a las políticas públicas para no dejarnos atrás.