Ni centro de salud ni museo: el edificio de La Ingobernable está vacío a un año de su desalojo
- Un año después, en el imponente edificio en Gobernador 39 reina el vacío y la oscuridad
- Durante la campaña electoral, Martínez-Almeida había prometido que desalojaría el inmueble “de inmediato” y construiría una biblioteca y un centro de salud
- “Reivindicamos el uso de todo el edificio y en particular una parte del edificio para un centro de salud”, dice Víctor Rey, de la Asociación Vecinal de Sol y el Barrio de Las Letras
Por la mañana de un día como hoy, hace exactamente un año, se efectuó el desalojo del centro social okupado La Ingobernable. Los policías acordonaron esta céntrica zona de Madrid a las 06.00 de la mañana, a modo de operación quirúrgica, para evitar que una probable contestación social obstaculizara su plan. Este proyecto de okupación había sido el caballo de batalla de la derecha madrileña en la campaña electoral. El ahora alcalde, José Luis Martínez-Almeida, prometió entonces recuperar este inmueble de titularidad municipal para construir un centro de salud y una biblioteca. Un año después, en el imponente edificio en Gobernador 39 reina el vacío y la oscuridad, a excepción quizás de la luz de la linterna del guardia de seguridad que lo custodia.
“Por un lado hubo tristeza y por otro constatación de la fortaleza del proyecto”, recuerda del día del desalojo Serlinda Vigara, portavoz de Gobernador 39. Un intento que tuvo lugar en agosto, unos meses antes, había fracasado ante la protesta que se realizó para impedirlo. La rápida actuación policial pudo evitar que la escena se repitiera de nuevo. No obstante, horas más tarde, hubo una multitudinaria concentración para protestar por el cierre de La Ingobernable y más de un millar de personas alargaron la protesta en una marcha improvisada que cortó el tráfico del centro de Madrid.
El centro social, esquina del Paseo del Prado con la calle Gobernador, se había convertido en el símbolo madrileño del movimiento okupa (ese que propugna la utilización de edificios vacíos con fines sociales y/o políticos), como en otro momento lo fueron el Patio Maravillas o La Morada en Madrid. Sus más de 3.000 metros cuadrados acogieron la organización de las protestas feministas del 8M o al movimiento ecologista joven de Fridays for Future, entre otros. También fue el escenario de las charlas de intelectuales internacionales como Silvia Federici, Nancy Fraser o Toni Negri.
El edificio es un inmueble histórico de propiedad municipal. En 2015 la exalcaldesa Ana Botella cedió lo cedió a la fundación privada del arquitecto Emilio Ambasz por 75 años para convertirlo un museo. El proyecto no había avanzado cuando los miembros de La Ingobernable ocuparon el espacio, el 11 de mayo de 2017. A partir de entonces, hubo varios episodios de tensión entre los nuevos habitantes y Manuela Carmena, que no aprobaba esta okupación. Así el Gobierno municipal acabó aprobando una indemnización de 1,4 millones a la fundación Ambasz para la construcción de una Biblioteca de Mujeres que quedó en el aire cuando la exalcaldesa no pudo renovar su mandato.
Durante la campaña electoral, Martínez-Almeida había prometido que si alcanzaba la Alcaldía de Madrid desalojaría el inmueble “de inmediato” y construiría una biblioteca y un centro de salud. Una vez alcanzado el poder, cumplió lo primero y desechó lo segundo. El pasado mes de febrero el Consistorio aprobó los trámites para ceder durante 50 años el espacio a la Fundación Hispanojudía, de la que Alberto Ruiz Gallardón es vicepresidente, para la construcción de un museo judío. “En realidad el desalojo de La Ingobernable fue una prioridad política y una instrumentalización porque representaba todo lo contrario a las políticas del PP. La prioridad nunca ha sido hacer un centro de salud. La prueba es que un año después el edificio está vacío”, reflexiona Serlinda Vigara.
Los vecinos del Barrio de las Letras reivindican el edificio
A día de hoy el museo judío tampoco es una realidad. El inmueble de Gobernador 39 sigue vacío y los vecinos del barrio exigen que se use para cubrir las necesidades de los vecinos. “Reivindicamos el uso de todo el edificio y en particular una parte del edificio para un centro de salud”, explica a cuartopoder Víctor Rey, de la Asociación Vecinal de Sol y el Barrio de Las Letras. El actual, en la calle Alameda, está en malas condiciones por la falta de ventilación o accesibilidad. El pasado mes de octubre los vecinos simularon una “inauguración” de un centro de salud en la antigua sede de La Ingobernable a modo de protesta.
Los vecinos tienen la sospecha de que el Ayuntamiento, que no ha cedido ningún terreno del distrito centro para un centro de salud, acabe derivando todo el equipamiento a otra ubicación en el distrito de Arganzuela. Allí tendrían que desplazarse los cerca de 22.000 personas que viven en Embajadores y el Barrio de las Letras. Ante esta situación, a Rey le parece que el proyecto de "museo judío" para el edificio por parte del actual Ayuntamiento, en un barrio donde precisamente abundan los museos, es "un despropósito".
El Barrio de las Letras, tan apreciado por los muchos turistas que lo visitaban antes de la pandemia, tampoco tiene ni biblioteca, ni centro de mayores o espacio público para los jóvenes. El espacio de Gobernador 39 tendría espacio para albergar todos estos servicios. “Creemos que es un edificio muy dinámico en el que cabe también una biblioteca, estamos en Las Letras y no contamos con ninguna. Quizás no debe ser una biblioteca al uso, pero sí una que articule un programa en torno a los libros para niños y mayores. Creemos que es un espacio polivalente para todos", desarrolla Rey.
Sin embargo, para Rey el actual Gobierno municipal ha dado muestras de “especial interés en que el edificio sirva de cualquier cosa menos para los vecinos”. La okupación de La ingobernable despertaba simpatías desiguales entre los vecinos en la forma, pero se veía con buenos ojos que el inmueble tuviera una utilización colectiva. “Al menos se estaba dando a este espacio un uso que servía para hacer actividades”, añade.
Continuará...
En junio el Tribunal Superior de Justicia de Madrid concluyó que el Ayuntamiento de Madrid no tenía legitimidad para efectuar el desalojo del edificio de la calle Gobernador 39 porque su uso estaba cedido a la fundación Ambasz, que tendría que haber sido la encargada de iniciar el proceso. Por otro lado, falló a favor del Consistorio al concluir que los daños de este desalojo “no son irreversibles”. Se desconoce todavía si las partes recurrirán la sentencia y los planes del Consistorio para este edificio, ya que la construcción del museo judío está paralizada.
Mientras tanto el colectivo de La Ingobernable, que también fue desalojado del edificio okupado posteriormente en la calle Alberto Bosch, deja en el aire sus siguientes pasos. “El desalojo de La Ingobernable no se acabó aquel día de noviembre del año pasado. Un año después seguimos vivas y organizadas. Es el aniversario de un desalojo de un edificio, pero no de unas ideas o una manera de pensar. El nuevo proyecto que se haga en Madrid estará permeabilizado por estos aprendizajes que hemos tenido durante la pandemia”, deja caer Vigara.
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