Internos del CIE de Aluche: “Estamos en huelga de hambre por nuestra libertad y seguridad”

Algunos de ellos han pasado varios días en el mar. Llegaron a la costa mallorquina en pateras. Eso bastó para que se les impusiera una cuarentena de 10 días y después les trasladaran hasta el CIE de Aluche (Madrid). En este lugar estos 41 internos argelinos viven actualmente su encierro con la incertidumbre de no saber cuándo acabará, si serán deportados a su país o no, y con el miedo de si acabarán contagiándose de covid-19. Este miércoles comenzaron una huelga de hambre indefinida que, aseguran a cuartopoder, no piensan abandonar hasta alcanzar su principal objetivo: la libertad.

“Estamos encerrados, mientras la Policía entra y sale, nos pueden contagiar a todos. Nos hemos puesto en huelga de hambre por nuestra libertad y por nuestra seguridad”, explica por teléfono uno de los portavoces de la huelga a cuartopoder. Algunos son enfermos crónicos y temen contraer el coronavirus. Aseguran que no les facilitan mascarillas con frecuencia y observan fallos de protección sanitaria contra el virus entre los funcionarios que trabajan en el centro. “Los policías van muchas veces sin mascarilla y nos dan los medicamentos sin guantes, sin precaución”, denuncian.

A estas quejas sobre las medidas de protección sanitaria, se suman otras sobre las condiciones mínimas de habitabilidad del propio centro. El Defensor del Pueblo ya ha denunciado en reiteradas ocasiones "las importantes deficiencias" que se dan en los distintos CIE que existen en España. “No podemos dormir porque hace frío en las habitaciones”, denuncian los internos de Aluche. Además, aseguran que se les dificulta su derecho a la huelga de hambre. “Nos dicen que si hacemos huelga no podrá vernos el médico o no podremos salir al patio”, indican.

La plataforma CIEs No ha difundido esta huelga de hambre de los internos del CIE de Aluche a través de sus redes sociales. Denuncian que "sus vidas están en riesgo por la covid-19". Este domingo 1 de noviembre han convocado una concentración a las 17.00 de la tarde, a las puertas del centro, "frente al racismo institucional y en apoyo a la huelga". Según han defendido, la medida que el Ministerio del  Interior debería aplicar en estas circunstancias es "el cierre definitivo de todos los CIE y el fin de las deportaciones".

🚨Atención: Máxima Difusión🚨 #CIEsNo
Las 41 personas internas en Aluche están en huelga de hambre indefinida desde esta mañana. Sus vidas están en riesgo por la #COVID19
-Estamos encerrados, sin medidas y sin opciones. ¡No nos pueden deportar¡ pic.twitter.com/YX7scyJGgA

— CIEs No Madrid (@CIEsNoMadrid) October 28, 2020

Los internos del CIE de Murcia también anunciaron otra huelga de hambre hace dos semanas para pedir su libertad. Estos centros, clausurados durante la primera oleada de la covid-19, reabrieron sus puertas el pasado mes de septiembre. El motivo de este cierre temporal no fue sanitario ni humanitario. Interior explicó entonces que con las fronteras bloqueadas quedaba invalidada su función: devolver a las personas sin papeles a sus países de origen. Recientemente el ministerio de Fernando Grande-Marlaska indicaba que su reapertura se debía a que se estaba “en disposición de volver a retomar esa política de retorno”.

Si la existencia de los CIE viene siendo controvertida, todavía lo es más en pandemia. La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y el alcalde de Valencia, Joan Ribó, volvieron a pedir este mes a Grande-Marlaska el cierre de estos centros. Según indicaron, "no tiene sentido internar en tiempos de covid-19 “a personas que no han cometido ningún delito por un periodo de hasta dos meses en centros de régimen cerrado que no cuentan con la infraestructura suficiente como para afrontar la posibilidad de un solo contagio”. De hecho, el CIE la Zona Franca ya ha vivido un caso de covid-19 de uno de los internos.

En ese mismo sentido se han manifestado otros actores como la Iglesia de Madrid, que ha pedido al Gobierno el cierre de estos centros porque “internar a personas en esas condiciones constituye un trato inhumano, indigno y degradante”.