Acampada de varias personas sin hogar antes del 28-A: “Estamos en peligro de muerte”
- “Ningún político entiende que en la calle estamos en peligro de muerte por enfermedad o agresión”, denuncia Miqui
- En plena precampaña, antes de las elecciones del domingo, los acampados buscan provocar un debate político sobre el sinhogarismo
En esta última semana de precampaña antes de las elecciones generales del 28-A los candidatos hablan sobre muchos temas, pero fuera de los focos quedan problemas que afectan a miles de personas como el sinhogarismo. Bajo el lema “Sin techo, con derechos” un grupo de personas sin hogar lleva acampado desde el martes pasado frente al Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social en Madrid. “Ningún político entiende que en la calle estamos en peligro de muerte por enfermedad o agresión”, denuncia Miqui, uno de los portavoces de la protesta a Cuartopoder.es.
Debido al hartazgo ante la situación que viven, varias personas sin hogar de la Asociación Sin Techo Chupano y de la organización Derechos Garantizados han decidido acampar frente al Ministerio de Sanidad. Otras personas sin hogar se han ido uniendo durante los últimos días a la reivindicación y en estos momentos calculan que hay un total de 30 acampados frente al Ministerio. Cuentan con media docena de tiendas de campaña donadas por la gente y están recaudando dinero de los viandantes para comprar más porque dos personas tuvieron que dormir la noche anterior a la intemperie.
Los manifestantes exigen que a nadie “se le abandone en la calle”, es decir, que el Estado garantice un techo para todas las personas. El objetivo de la acampada, que ha sido notificada a la Delegación del Gobierno, es visibilizar un problema que se encuentra silenciado y capta pocas atenciones. A falta de cifras oficiales recientes --el INE lleva sin realizar una encuesta sobre esta cuestión desde 2012-- la organización Rais Hogar Sí calcula que al menos hay 31.000 personas viviendo en la calle en España. Un conteo del Ayuntamiento de Madrid del pasado mes de diciembre estima que hay 2.772 sin techo, un 25% más que hace dos años.
En plena precampaña, antes de las elecciones del domingo, los acampados también quieren provocar el debate y que los políticos se vean obligados a hablar sobre el problema de las personas sin techo. Con la intención de captar la atención de los medios de comunicación, los acampados también se desplazaron el lunes hasta los estudios de RTVE en Prado del Rey, donde tuvo lugar el primer debate de los candidatos a la Presidencia del Gobierno. Critican que la estrategia nacional contra el sinhogarismo 2015-2020 carece de objetivos ambiciosos y que continúa muriendo gente en la calle “por frío, agresiones, infarto o diabetes”.
En esta acampada, se encuentran varias mujeres y hombres de diferentes edades. Reparten panfletos a quienes pasan por allí y les explican su situación. Saben que uno de los problemas es su estigmatización, “la barrera” social que les pone la ciudadanía. La realidad es que los motivos para estar en la calle de las personas acampadas son muy variados y que “cualquiera puede acabar en esta situación”, insisten ellos mismos.
Miqui es joven y lleva años con trabajos temporales. Cuando puede paga un sitio en el que dormir y, cuando no, vuelve a la calle, relata a este medio. Esta inestabilidad, según cuenta, le impide realizar un proyecto de vida. Por otro lado, Javier tiene 58 años y hace años trabajaba en la conservación de parques naturales. Se quedó solo al cuidando de sus padres mayores hasta que fallecieron y el año pasado le desahuciaron de la que era su vivienda. “Hay mucha gente que está en la calle y no debería ser así. Si le damos tanta importancia a la integridad territorial en la Constitución, empecemos a dársela también al derecho a la vivienda digna. Hay que conservar a quienes tienes dentro del territorio nacional. Si esos son los gobernantes, yo no quiero este país”, indica.
Vivir en la calle es, además de un estigma, una amenaza constante para la vida y la integridad de las personas sin techo. Según Rais Hogar Sí, el 47% de las personas sin hogar han sufrido alguna agresión o discriminación por aporofobia –miedo o desprecio al pobre--. “Tenemos derecho a dormir tranquilos, sin miedo a que nos den una paliza o nos quemen. También a no pasarnos tres días con la ropa mojada porque llueve o a no enfermar por pulmonías. No puede ser que la estrategia nacional contra el sinhogarismo que se aprobó en 2015 aspire a dar cobertura del 30% de la gente. En cinco años, se te muere la gente en la calle por frío, agresiones o enfermedades”, explica Miqui.
Los afectados, que planean acampar hasta ver satisfechas sus demandas, tampoco creen que los albergues nocturnos que alojan a las personas sin hogar sean una solución. Denuncian que no hay sitios para todos y que a veces tienen que esperar entre uno o dos meses para poder ingresar, un tiempo que se vuelve eterno para quienes viven en la calle. Dentro de estos lugares también se encuentran problemas o conflictos al compartir espacio “con todo tipo de gente”. Por el contrario, exigen que el Estado no permita que nadie duerma en la calle y que llegue el día en que la Policía o el Samur, en lugar de “echarles” de determinados espacios, les propongan “un sitio donde dormir y refugiarse”.
Es una pena mas.