Mientras Podemos continúa visibilizando sus diferencias respecto a la hoja de ruta que debe seguir el partido, en IU observan desde la distancia y la preocupación. Una vez constituida la candidatura electoral de Unidos Podemos tras el acuerdo alcanzado en mayo, tanto Pablo Iglesias como Alberto Garzón han afirmado en varias ocasiones que el espacio no tiene vuelta atrás. El secretario político del partido morado, Íñigo Errejón, también compartió oficialmente la necesidad de confluencias aunque son conocidas, también en IU, sus reticencias. El dirigente mencionó el jueves expresamente que Podemos no es “ni el PSOE ni el PCE”. Pese a que la postura oficial de IU es respetar los debates y no posicionarse, varios dirigentes del partido liderado por Garzón consultados por cuartopoder.es sí reconocen que el desenlace en el rumbo de Podemos puede afectar a la construcción del espacio de confluencia. En este sentido, muestran “preocupación” por una hipotética ruptura en sus actuales socios aunque confían en que no sea así.
“En el debate de Podemos no vamos a entrar porque no es nuestra organización. Como fuerza aliada en Unidos Podemos, todo lo que sea un debate sano desde el punto de vista democrático es importante para todo el mundo”, afirman oficialmente desde la dirección federal. “Si hay dentro del debate cuestionamientos o no, es legítimo y respetable y mientras que lo afronten de forma sana con las herramientas democráticas que ellos tienen, no habrá ningún tipo de problema”, añaden.
Una dirigente de IU señala que la confluencia “forma parte del debate”. Pero opina que el eje del debate interno en la formación morada no trata de convertir al partido en otra cosa porque ya lo son. “El Podemos original creo que lo representó bien Iglesias en su discurso en Galicia”, añade. Precisamente ese discurso desató una conversación en Twitter en la que el líder de Podemos y el secretario político mostraron distintas visiones. Otro dirigente de la dirección federal señala que el hecho de que el tema de la confluencia forma parte del debate “es inevitable”. En este sentido destaca además un déficit: abrir un debate común sobre los resultados y por dónde seguir en UP es algo que se debería haber hecho tras las elecciones. “No es buena noticia si hay crisis en Podemos. Que haya debate sí, si ese debate contribuya a enriquecer a la izquierda. Si se trata de un debate político, cualquier circunstancia es buena para debatir. Para mi el riesgo es que sea al revés, que en Podemos no esté habiendo una discusión sino que cada uno haya decidido ya el camino y le den un barniz de discusión”, añade.
Para otra de las dirigentes consultadas, que coincide en que en el debate de Podemos influye la confluencia, sería grave que hubiera una ruptura en el partido morado. “Sería bastante triste que una parte se vinculara más hacia el centro-izquierda o la transversalidad y otra que volviera a un punto de origen más cercano a IU. Ahí estaríamos en una situación compleja para futuras alianzas”, señala. Otras voces se muestran menos preocupadas porque confían en que Podemos no abandone la senda de la unidad popular. “Pase lo que pase la perspectiva de candidaturas de unidad es el único horizonte posible. Podemos tendrá que elegir si quiere ser un partido político al uso o ser parte de esa opción”, afirma un dirigente. “Supongo que el tema de la confluencia saldrá pero creo que está ya muy asentada. O así lo espero. Si este debate interno llevara a un cierre de filas identitario, sería no haber entendido nada”, afirma otra de las fuentes consultadas. En cualquier caso, la totalidad de los consultados coinciden en señalar que “serán ellos los que tengan que resolver hacia dónde quieren caminar en el futuro” y que “IU no se puede dejar arrastrar por los debates de Podemos”.
Opinión diferente mantienen desde Izquierda Abierta (IzAb). Críticos con la confluencia, señalan que IU ha renunciado a revisar el debate sobre ello y a hacer “una revisión profunda de las causas de su escaso éxito”. “Buscar esa unidad de acción no significa que se deba aceptar cualquier modelo sin debate, y en IU ese debate ni está ni se le espera. Las confluencias han fallado porque han sido verticales, opacas, impositivas y poco democráticas, además de ausentes de propuesta política común”, afirma Tasio Oliver, representante de IzAb en la Ejecutiva. Sobre las palabras de Errejón el martes señala que las comparte “toda vez que a IU, que ya ha sido copada y amortizada por el PCE, le ha ido fatal, prácticamente desaparece”.
En Podemos conviven diferentes tradiciones políticas y sensibilidades. El equipo más cercano a Iglesias está formado por personas que vienen de militar en el PCE como Rafael Mayoral o en las Juventudes Comunistas como Irene Montero. Ésta última contestó ayer, en declaraciones a los medios, a las palabras de Errejón. “No sé muy bien a qué se refería porque la relación con IU y el PCE la tenemos muy clara. Lo que estamos debatiendo ahora es la relación con el PSOE. Pero en todo caso lo seguiremos debatiendo cuando nos veamos y estoy segura que será una discusión muy fructífera”, afirmó.
No es ningún secreto que personas como Garzón rechazan las tesis populistas defendidas por Errejón. Por ejemplo, en una entrevista con este medio realizada en diciembre del pasado año, destacaba que había que “huir claramente de las estrategias del populismo de izquierdas de Ernesto Laclau, pensador argentino de referencia de Errejón. Mucho más reciente es la referencia incluida por el líder de IU en el Plan de Acción presentado esta semana. En él mostraba su preocupación por “aquellas derivas en la izquierda que fetichizan los discursos hasta desconectarlos de cualquier base material o aquellas otras que tienden a refugiarse en la marginalidad autorreferencial de la liturgia y la autocomplacencia”. El secretario político de Podemos no ha rechazado nunca públicamente la confluencia con IU, aunque poco después del 16-J afirmó que habría que “evaluar” su continuidad. Tampoco es un secreto que la apuesta por confluir con IU, a pesar de que fue ratificada por toda la dirección, fue impulsada directamente por Iglesias.