Rafael Mayoral (Podemos): “Hay algunas dinámicas en Ganemos que nos hacen dudar, estamos pensándolo"
Rafael Mayoral (Madrid, 1974). Integrante del Consejo Ciudadano estatal de Podemos y una de las 11 personas que forma parte del Consejo de Coordinación. Es el secretario de Relación con la Sociedad Civil y Movimientos Sociales, además de coordinador de la actividad del secretario general, Pablo Iglesias. Ha sido abogado de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) durante varios años y su papel dentro de Podemos comienza a ser cada vez más importante, también a nivel mediático. Atiende a cuartopoder.es en el barrio de Lavapiés una hora antes de participar en un acto organizado por el Círculo de Podemos Bomberos.
— Siendo coordinador de actividades de Pablo Iglesias, el ritmo de trabajo puede ser frenético. ¿Cómo son esas funciones?
— Pablo es una persona muy trabajadora y disciplinada. Hace muy fácil el trabajo, sabe trabajar muy bien en equipo y confía mucho en la gente. Es un equipo amplio, no soy yo solo y eso lo pone muy fácil. Más allá de que es una carga importante de trabajo pero por su manera de hacerlo resulta fácil. Se lleva bien.
— ¿Sienten de alguna manera presión tanto mediática como social o política teniendo en cuenta la expectación que hay alrededor de Podemos?
— Hay dos partes, una que es positiva y supone un reto. El reto que plantean muchos sectores de la población que ven que Podemos puede ser interesante para poder afrontar la situación del país. Esa es la interesante y en la que queremos centrar nuestros esfuerzos. Hay una presión del poder económico, les da miedo la democracia y están en un acoso y derribo ante la posibilidad de un cambio democrático. Pero el reto que plantea la posibilidad de que la inmensa mayoría social de este país se puede convertir en una mayoría política hace que estemos muy ilusionados antes la situación actual. Esto hace que nos planteemos que todo es posible y creo que hace tiempo que no había un proyecto político que se planteara la posibilidad de hacer una manifestación en defensa de su proyecto político. Lo hemos planteado y el 31 de enero vamos a abrir un espacio para que la gente pueda expresar su voluntad de cambio.
— ¿Podría concretar un poco más los objetivos de esta manifestación?
— Una de las cosas que nos falta es cultura democrática. Y cuando una fuerza como Podemos plantea ejercer los derechos fundamentales como el de reunión o manifestación la gente se echa las manos a la cabeza. Nosotros estamos luchando por una democracia de 365 días, y eso significa que la gente pueda manifestarse para defender sus proyectos políticos. Hoy existe la posibilidad de abrir un cambio democrático en este país donde las cuestiones que determinan la vida de la gente sean decididas por la gente y no por un poder económico que condena a la exclusión y precariedad a la mayoría. Creemos que es legítimo hacer un llamamiento a encontrarnos y manifestar esto públicamente.
— ¿No está previsto entonces conversar con otras fuerzas políticas para que se unan al llamamiento?
— El llamamiento que nosotros hacemos es a la gente. Creemos que amontonar siglas no sirve para mucho en este momento. Y luego hay una cosa importante, que hay mucha gente que nos está demostrando el apoyo y está dispuesto a hacer cosas por lo que significa el proyecto. La manifestación es un buen momento para poder mostrarlo. Es interesante y puede ser una expresión de alegría y esperanza por ese cambio democrático. Por los gritos de la caverna creemos que es bastante adecuado hacerlo.
— La otra función que tiene es la relación con la sociedad civil y los movimientos sociales. ¿Es una parte fundamental para Podemos? ¿Cómo va a ser este trabajo?
— Hemos tenido algunas reuniones con asociaciones profesionales y colectivos. El planteamiento que tenemos es tener un diálogo permanente con diversas entidades de la sociedad civil y los diferentes movimientos populares. Creemos que esa es la lógica de una formación política que nos entendemos como una expresión política del movimiento popular. Para nosotros es importante entender qué cosas están haciendo y trabajando y cuáles son las propuestas de los movimientos sociales. Sobre muchos temas creemos que tienen la clave. Hay algo que se nos reprocha mucho últimamente en relación al programa. En cierta manera eso te hace Gobierno sin pasar por las urnas, a los demás no se lo piden y a nosotros sí. Estamos abriendo un proceso de diálogo con la sociedad civil para tener un programa participativo donde haya diferentes puntos de conexión. Uno van a ser profesionales y expertos de reconocido prestigio, otra con este espacio de diálogo con la sociedad civil y, por último, mecanismos de participación directa. Realmente estoy convencido de que no tienen miedo al resultado sino al proceso.
— Ha sido abogado de la PAH varios años, ¿qué papel ha jugado esta plataforma y sus acciones en la conciencia social?
— Le debemos mucho. Sobre todo a las personas afectadas. La lección y lo que ha hecho que gire todo son esas personas que perdieron su empleo, que no podían pagar su hipoteca, pero que a pesar de todo se pusieron de pie y se enfrentaron a los más poderosos del país. Empezaron a ganar tanto la batalla de las ideas como pequeñas victorias demostrando que cuando se lucha colectivamente se pueden conseguir cosas.
— Ha sido militante de IU y del Partido Comunista de Madrid. ¿Por qué se fue y en qué se diferencia ahora el proyecto de IU del de Podemos?
— Bajo mi punto de vista las organizaciones tienen una finalidad, que es conseguir dignificar la vida de las personas. Cuando esos proyectos no resultan útiles, no son capaces de afrontar esos retos, te dedicas a otra cosa. Yo estuve un tiempo sin militar y Podemos es una propuesta que tiene la determinación de hacer ese reto y que rompe el esquema de cómo hacerlo. Eso me parece interesante porque abre en canal el mapa político concebido en el 78, es capaz de dirigirse a la mayoría social para poder construir un nuevo proyecto político de país. También superar divisiones artificiales que se habían ido construyendo entre los sectores populares de nuestro país.
— ¿Esas divisiones son las de izquierda-derecha?
— Sí. En determinados momentos no hay que entrar a debatir si el PSOE es o no de izquierdas, si IU también... sino poder mirar a los determinados sectores sociales que están sufriendo los efectos de un régimen injusto y si son capaces de poner en pie un nuevo proyecto político. Esto se concreta en un proyecto como el nuestro en el que la gente que apuesta por él tiene todas las procedencias porque es la gente de abajo contra un puñado que están arriba.
— Como activista social en Madrid seguro que conoce bien el proyecto Ganemos Madrid. ¿Le parece que Podemos debería estar ahí? ¿Con qué forma jurídica?
— Nosotros estamos pensando cuál es la mejor fórmula. Creemos que no tiene que ser amontonar siglas, que vale de poco. Lo que se trata precisamente es de lo contrario, que es sumar voluntades de gente que está dispuesta a abrir procesos de cambio. Por eso el programa tiene que ser participativo, el proceso de conformación de listas también y las candidaturas tienen que ser unitarias de carácter ciudadano y popular. Hay gente muy interesante dentro de Ganemos. En algunos momentos hay algunas dinámicas que hacen dudar y estamos pensándolo.
— Le tengo que preguntar por el asunto de Iñigo Errejón. Lo último que hemos conocido es la suspensión de empleo y sueldo decidida por la Universidad de Málaga. ¿Qué opinión le merece todo este tema? ¿Les afectan de alguna forma este tipo de situaciones?
— Ponernos bajo la lupa y hacer campañas de intoxicación va a ser lo que nos viene por delante de aquí a las elecciones generales. Sobre cada uno de los asuntos van cayendo los pedazos. Primero se dijo que era una beca y luego que un contrato. Existe voluntad de buscar donde agarrar, yo no sé si van a encontrar el niño al que Pablo Iglesias le quitó la merienda en el colegio, puede ser que lo encuentren pero al final la voluntad de cambio no es de las personas que les toca dar la cara sino que es de la inmensa mayoría de la población. Resulta muy curiosa la manera de hacerlo y la trascendencia que se le da a según qué cuestiones en un momento como el de hoy en el que se acaba de descubrir que una de las entidades financieras rescatadas, Bankia, tiene unos balances algo más que tocados. Un empresario dijo que estaba dispuesto a poner dinero para montar un frente anti-Podemos. Eso ya está en marcha y además se concreta en propuestas que piden el pacto PP y PSOE para que se impida un cambio democrático en este país.
— La pasada semana se presentó la base del programa económico. ¿Cuáles serían las fortalezas y los puntos clave? ¿Qué medidas concretas del documento se pueden destacar?
— Es un programa económico para la gente, esa es la finalidad. Lo que se ha estado haciendo hasta ahora es antieconomía porque hay millones de personas en paro o que no reciben ningún ingreso. Este primer borrador, el planteamiento que tiene es intentar poner en el centro a las personas para garantizar su dignidad. Es el objetivo número uno del programa que quiere construir Podemos con los expertos y con la sociedad civil. Respecto a medidas concretas, hay que proteger a la gente frente a las deudas o intentar generar fórmulas para evitar el endeudamiento perpetuo. Se está hablando de atacar el fraude fiscal o la reestructuración ordenada de la deuda pública. Lo que se trata al fin y al cabo es de reactivar la actividad económica, eso significa que exista una banca pública cuya finalidad sea hacer que la actividad económica funcione, para que la gente pueda trabajar o impulsar proyectos de empleo.
— En el tema de la vivienda, que conoce bien, hay quien dice que vais a expropiar las casas vacías. ¿Cuáles son las medidas que se plantea Podemos en esta materia?
— Por un lado, derechos habitacionales para cumplir los estándares internacionales en materia de Derechos Humanos. Esto significa que no puede haber desalojos forzosos sin alternativa habitacional, que las viviendas tienen que cumplir su función social, que hay que sacar del Código Penal la utilización de viviendas vacías o abandonadas porque es una sobreprotección a la especulación y que hay que avanzar en el alquiler social. En segundo término hay que acabar con las deudas perpetuas. En tercer lugar la existencia de procedimientos judiciales con todas las garantías. Nuestro Estado ha sido condenado por violar derechos fundamentales y eso es inadmisible. Y la última es que se tienen que cumplir cuatro principios, el de verdad, justicia, reparación y no repetición.
— Como abogado, ¿qué y cómo se tendría que reformar el sistema de justicia?
— Respecto a las tasas hay un consenso generalizado entre todos los operadores jurídicos que creen en un Estado de Derecho. Solamente quienes no creen en un Estado de Derecho pueden defender una medida como las tasas que priva de un derecho a la tutela judicial efectiva y lo reserva sólo a aquellos que lo pueden pagar. Sobre los cambios a llevar en la justicia, tenemos pendiente sentarnos a dialogar con Jueces para la Democracia, con los fiscales y secretarios judiciales. Hay que girar esa orientación para que se convierta en un servicio para los ciudadanos en el que se defienda a los débiles frente a los poderosos.
— ¿Se fían de las encuestas que les sitúan como primera fuerza política? ¿Creen que están en el punto en el que si mañana hubiera elecciones ustedes ganarían?
— No. Lo que creemos es en la tendencia. Y es de cambio. El miedo que están demostrando a ese cambio son los ataques que estamos recibiendo. Lo que están diciendo de nosotros es absurdo. La gente quiere una verdadera democracia donde lo primero sea tener lo imprescindible para poder vivir. Es vergonzoso que haya quien desde un Gobierno se plantee la posibilidad de que una familia sin recursos económicos, para que pueda acceder a una prestación tenga que estar un año sin cobrar nada. Quien dice eso es un criminal.
— ¿Realmente creen que pueden ganar?
— Nosotros tenemos plena confianza en el pueblo. Y creemos que es el pilar central del proyecto político. Cuando nació Podemos, lo hizo preguntando. Si el pueblo quiere, ganaremos seguro.
Desde luego no es por la unidad por lo que trabajan en Podemos. y aunque le dan muchas vueltas lo dejan claro en cada una de sus declaraciones»— Nosotros estamos pensando cuál es la mejor fórmula.» Claro lo que piensen los demás aunque sea acordado colectivamente no vale. Despues describe el funcionamiento de los Ganemos:»Creemos que no tiene que ser amontonar siglas, que vale de poco. Lo que se trata precisamente es de lo contrario, que es sumar voluntades de gente que está dispuesta a abrir procesos de cambio. Por eso el programa tiene que ser participativo, el proceso de conformación de listas también y las candidaturas tienen que ser unitarias de carácter ciudadano y popular.» Sigue piropeando:» Hay gente muy interesante dentro de Ganemos.» Pero ahora viene el PERO: «En algunos momentos hay algunas dinámicas que hacen dudar»; en algunos momentos hay algunas dinámicas y los catalanes son gentes que jacen cosas. Pero de las irregularidades en Podemos de la gente que no hubiera superado un proceso de listas abiertas, del olvido y sordera hacia las decisiones en que nos han tenido a los circulos para quye van a hablar, y para (no) dejar claro por donde iran: » y estamos pensándolo.» ellos lo piensan porque meterse en procesos de listas abiertas en todas las ciudades no les garantizan hacer monopolio de los votos que creen que son de su propiedad. Mierda de politicos.
Dice que amontonar siglas vale muy poco. Esto es una manipulación. El sumar afectos y consensos no es poco, es determinante, es la suma de los históricos de las organizaciones que participan en un objetivo común. Parece que la lucha por la mejora de los derechos de las personas y de sus problemas se termina de descubrir hace escasamente un año. Por hoy es suficiente, continuaré….
yo también estuve en iu mucho tiempo pero considero que cuando algo no es útil lo mejor es dejarlo y a otra cosa creo que podemos con el tiempo será mejor herramienta.