Jóvenes y colectivos ecologistas en la COP25: “Esta cumbre es una farsa”

La Cumbre del Clima se va a acercando a su fin y todo indica que las negociaciones entre las partes están lejos de alcanzar los consensos necesarios para abordar la emergencia climática. Los jóvenes de Fridays for Future han impulsado dos sentadas, una dentro del espacio de la ONU en la COP25 y otra a las afueras de la Feria de Madrid (Ifema) junto a diversos colectivos sociales y líderes indígenas de todo el mundo. En las dos protestas consecutivas de este viernes los manifestantes han exigido “acción climática” y han sentenciado, antes de conocer las consecuencias definitivas, que “esta cumbre es una farsa”.

En uno de los pabellones de la COP25, donde siguen en curso las negociaciones, varias decenas de jóvenes ecologistas y representantes indígenas de diversos países del mundo han realizado una sentada a las 15.30 de la tarde en señal de protesta ante la inacción de sus representantes políticos. Una hora más tarde, estos mismos colectivos han salido a la calle para reunirse con otros activistas.

A las puertas de la Feria de Madrid, junto a los activistas de Extinction Rebellion, los manifestantes han recuperado la pancarta que lucieron el pasado viernes junto a Greta Thunberg con el lema “el mundo ha despertado ante la emergencia climática”. Entre las consignas resonaban varias en inglés exigiendo “justicia y acción climática”, además de “poder para el pueblo”. Jóvenes de países como Ucrania, Brasil, Chile o EEUU se han turnado para denunciar las situaciones particulares de sus países. “Lo más difícil de esta cumbre ha sido que nos hemos podido reunir activistas de todo el mundo, algo muy difícil de conseguir”, explicaba un miembro de Fridays for Future de España a este medio.

La Cumbre Social por el Clima, aquella que ha sido organizada por cientos de colectivos sociales de manera paralela a la cumbre oficial, concluye este viernes. La valoración que hacen las organizaciones es la siguiente: “Las negociaciones de la COP25 nos conducen a un calentamiento global de consecuencias catastróficas”, subrayan. “Depende de nosotras articular las respuestas a la emergencia climática, no podemos esperar nada de la mayoría de los estados cuyos compromisos deberían verse enormemente incrementados”, explican.

Respecto a la COP25, esta cumbre “de transición” hacia la cumbre más decisiva del año que viene en Glasgow, han criticado que se siga obviando “la necesidad de echar" de este espacio "a los grandes contaminantes”, empresas que lavan su imagen al patrocinar el evento. Por el contrario, el miércoles fueron expulsadas más de 300 personas –defensores de la justicia climática, líderes indígenas, jóvenes, representantes de organizaciones de todo el mundo-- que se habían unido “en una protesta pacífica” para denunciar que las negociaciones “están peligrosamente desviadas”, han criticado los colectivos sociales.

Las organizaciones ecologistas de la Cumbre Social por el Clima ya califican como “débil” el Acuerdo de París 2020 porque “parece incapaz de mantener el incremento de la temperatura global por debajo de los 2ºC o 1,5ºC, pero además la COP25 “podría reducir aún más esa ambición”, denuncian. “Apenas quedan 10 años para enfrentar la emergencia climática”, alertan contra el peligro de posponer las medidas necesarias, como, según parece, está ocurriendo en la cumbre climática de este año.

“Seguir permitiendo que las grandes empresas petroleras, de aviación civil y marítima, mineras, eléctricas… sigan condicionando la ruta de descarbonización de la economía es sencillamente inadmisible. Solo una correcta planificación que consiga transformar el sistema capitalista depredador en un sistema que quepa dentro del planeta y con la vida en el centro podrá frenar la emergencia climática”, concluyen.

De cualquier manera, afirman los activistas: “Nos vamos mucho más fuertes de lo que llegamos”. Y con este lema recuerdan una de las consignas más importantes de estos días: "el mundo despertó ante la emergencia climática". Y todo este movimiento que ha resurgido promete “mantener la presión frente a los políticos en defensa del bien común”.