ENTREVISTA COP25

Marinel, superviviente de un supertifón: “La situación de Filipinas podría reproducirse en otros países”

  • Entrevista a la joven filipina Marinel Sumook, activista contra el cambio climático desde que sobrevivió al supertifon Yolanda cuando tenía 16 años

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En noviembre de 2013 el supertifón Yolanda, uno de los más intensos de nuestra época, cambió a Filipinas. Más de 6.000 personas murieron y localidades enteras fueron devastadas. El ciclón también transformó la vida de Marinel Sumook Ubaldo, quien tenía 16 años y vivía con su familia de pescadores en el remoto pueblo de Matarinao, en la provincia de Sámar Oriental. Cuando perdió todo, incluida su casa, esta joven hizo suya la causa contra la emergencia climática, responsable de huracanes y tifones cada vez más frecuentes e intensos. Ahora, respaldada por Amnistía Internacional, presiona a su Gobierno para que garantice condiciones de seguridad y de vida dignas. Y a la COP25 ha traído un mensaje adicional: si no hacemos nada, la crisis climática puede causar desastres similares en otros países.

– ¿Cómo viviste el día que el tifón Yolanda llegó a Filipinas?

– Antes del día fatídico del tifón, me encontraba realizando los preparativos en el centro de evacuación, que estaba a diez metros de mi casa. Había ido allí con mi familia y no teníamos electricidad. Estuve con un grupo de jóvenes de Matarinao tratando de identificar cuál era el centro de evacuación más seguro. Cuando llegó el tifón vimos como el tejado de acero saltó por los aires. Todo estaba muy oscuro, llovía con mucha fuerza. El nivel del agua llegó hasta los 4,5 metros de altura y hubo casas enteras, incluida la mía, que se llevó el agua. Hubo 11 muertos en mi pueblo.

– ¿Qué impacto ha tenido este tifón para ti, tu comunidad y, en general, para las personas afectadas?

"La gente, en general, no ha podido recuperarse. El Gobierno además no ha insistido en la prevención ante los desastres naturales"

– El tifón realmente cambió mi vida. Perdí mi hogar, no pude seguir estudiando ni podíamos disfrutar de la vida que conocíamos hasta entonces. Tuvimos que celebrar la Navidad sin electricidad. En aquellos días tuve que volverme madura, ya que mis padres no podían apoyarme porque también estaban luchando contra esta situación. A día de hoy, nuestra casa no está totalmente reparada. Mi familia y los míos, en general, siguen teniendo dificultades. A muchos los realojaron en la costa, en zonas muy expuestas al riesgo. La gente, en general, no ha podido recuperar sus medios de vida. El Gobierno además no ha aprovechado esta situación para insistir en la prevención ante los desastres naturales y esto es un gran problema. Sin ir más lejos, ayer mismo, mi pueblo se vio afectado por otro tifón que ha causado mucha devastación y, de nuevo, estamos sin electricidad. Mi país ha aprendido que los tifones así de monstruosos son una realidad. Para el Gobierno es un reto afrontarlos y le cuesta actuar de manera que no vuelva a repetirse una situación parecida.

– ¿Cuál es la salud del movimiento ecologista en Filipinas? ¿Se está consiguiendo presionar al Gobierno para que impulse medidas necesarias para prepararse ante estos desastres naturales?

– Antes de que surgiera el tifón Yolanda, ya existían movimientos ecologistas a favor de la acción climática, pero después de que ocurriera aquel desastre el número de gente que se unió a todo el movimiento, se incrementó muchísimo. De alguna manera sirvió para que el país abriera los ojos ante estos desastres porque podían volver a repetirse. La gente está tratando de aplicar más medidas que vayan en la dirección de la prudencia. En 2015 nosotros presentamos una petición con la Comisión de Derechos Humanos de Filipinas para investigar a las 47 empresas mas contaminantes de emisión de CO2. Estamos haciendo de grupo lobby a nuestro Gobierno para que priorice la acción climática. La pregunta es si nuestro Gobierno tiene la voluntad política para incorporar este tipo de medidas en sus acciones y si esto va a ser una prioridad en su labor.

– La actuación de su Gobierno es fundamental, pero el incremento de huracanes y tifones es una consecuencia del cambio climático. ¿Qué responsabilidad tienen otros países en lo que le ocurre al tuyo?

"Filipinas representa únicamente el 0,003% de la contaminación que está causando estos desastres"

– Ante todo nuestro Gobierno tiene que garantizar la seguridad de la gente, que haya centros de evacuación que sean seguros y que además cuenten con electricidad, pero por supuesto hay que ir a la raíz del problema e involucrar a otros países. Filipinas representa únicamente el 0,003% en de la contaminación que está causando estos desastres. La mayor parte de la responsabilidad está en los países del primer mundo. Mucha gente me pregunta qué quiero que hagan. Mi respuesta es: tenéis que presionar a vuestros gobiernos y hacer que las prácticas empresariales cambien en vuestros países. Si simplemente os limitáis a donar dinero a países que pasan por estos problemas, tened en cuenta que no vais a arreglar las vidas humanas que se han perdido. Tenéis que presionar para que respeten los Acuerdos de París, con sus compromisos. Precisamente por esta razón estoy en la COP. Quiero que este mensaje se difunda. Si la gente de otros países no escucha nuestras historias, ¿cómo van a intentar cambiar las cosas en sus países?

– La activista sueca Greta Thunberg también ha visitado esta COP. Aunque haya muchas activistas como tú que lucháis por el cambio climático, finalmente la más famosa es una adolescente blanca, de un entorno privilegiado y un país rico. ¿Crees que su figura es positiva o negativa para la lucha contra la emergencia climática?

"Greta es de gran ayuda, pero también creo que habría que dar más espacio a activistas como yo"

– Considero que Greta Thunberg es de gran ayuda porque ha conseguido atraer la atención de muchísima gente, incluso de quien hasta ahora no se preocupaba por el cambio climático. Hay quien dice que no debería ser Greta la que impulsara la lucha contra el cambio climático y creo que en este caso la están discriminado, porque ella basa sus opiniones en hechos. Ella es de gran ayuda, pero también creo que habría que dar más espacio a activistas como yo. Como somos de piel morena, o de países no tan ricos, en desarrollo, mucha gente piensa que nuestros casos son normales. Yo retaría a todos los Gobiernos a escucharnos. Es muy importante que exista una plataforma para quienes, como yo, han perdido a familiares, a amigos, directa o indirectamente por causa del cambio climático. Los demás deberían pensar que también les puede ocurrir a ellos. La situación de Filipinas podría reproducirse en otros países.

– ¿Qué expectativas tienes del papel de tu país en esta COP y qué es lo que esperas de esta cumbre?

– Nuestro país ni siquiera ha enviado a una delegación filipina a la COP. Nosotros querríamos poder negociar con nuestras autoridades, pero veremos que pasa. En segundo lugar, estoy aquí para contar mi historia. En Filipinas cada vez somos más vulnerables y me niego a aceptar que esto es una vida normal. Otra expectativa que tengo es encontrar la manera de cómo se pueden aplicar los Acuerdos de París y conocer si se han producido progresos o seguimos igual. También, de paso, quiero conocer otras iniciativas que se están llevando a cabo y algunas alternativas para reducir la contaminación.

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