LITERATURA / Gustavo Martín Garzo realiza con 'La ofrenda' un espléndido homenaje a las películas de serie B
Cuando la literatura se inspira en la serie B
Gustavo Martín Garzo (Valladolid, 1948) es uno de los grandes escritores de su generación. Versátil hasta curiosos extremos, fundó una de las revistas literarias más bellas de los últimos años, Un Ángel Más, es autor de una vasta obra narrativa, desde aquella primeriza Luz no usada a esta La ofrenda (Galaxia Gutenberg) se extiende una obra de justificados títulos, El lenguaje de las fuentes, El pequeño heredero, Los amores imprudentes, Mi querida Eva, Tan cerca del aire... obras de rara fascinación, característica que Martín Garzo lleva a cabo en cada obra que publica con aplicada atención, y que el público agradece hasta el punto de la incondicionalidad. Esa feliz conjunción conlleva que las obras sean premiadas: Premio Nacional de Narrativa, Premio Nadal, Premio Miguel Delibes, Premio de Novela Ciudad de Torrevieja, Premio de la Crítica de Castilla León...
Así, La ofrenda es muchas cosas, pero desde luego un homenaje al género de los monstruos, género que ha dado obras notables en literatura, al fin y al cabo se basa en el mito de La Bella y la Bestia, pero sobre todo porque se ha constituido como una bella muestra de la cultura de masas, sobre todo en el cine y la televisión, King Kong como ejemplo señero de la misma, pero la cosa va más lejos pues Gustavo Martín Garzo realiza con esta novela un espléndido homenaje a las películas de serie B.
¿Recuerdan Creature from the Black Lagoon, una película que Jack Arnold realizó en 1954 y con la muy atractiva Julia Adams, en el papel protagonista y que en España se llamó La mujer y el monstruo? Desde luego que tanto a Gustavo Martín Garzo como a mí aquella película debió impactarnos y no solo por la belleza de Julia Adams sino por la creación del monstruo, un hombre que para darle aspecto acuático, habían vestido con un traje de hombre rana pero con escamas.
La novela está dividida en dos partes, la que narra las peripecias de Patricia Ayala que se encarga de cuidar en una isla cercana a Madagascar, a Rose Hansonn, una anciana que vive hecha una matriarca en La Construcción, conjunto de residenciales que asemejan un laberinto acuático y la segunda parte, un diario que lleva Patricia y donde descubrirá en esas aguas a un monstruo marino.
El posmodernismo lleva a situaciones gozosas. Las referencias literarias y de cine abundan en esta novela. Hay un personaje que se llama Bardamu, como guiño a El Viaje al fin de noche, de Louis Ferdinand Céline, pero los referentes son múltiples, como un relato de Kipling o cualquier de aventuras. Pero las referencias participan de lo clásico, así, las ofrendas de naranjas que el monstruo disemina cuando Patricia se baña en esas aguas del deseo, lo que hace de esta novela un gozo particular.
Martín Garzo es autor muy experimentado y la novela funciona como un mecanismo de relojería: aun ahora, después de haber leído la novela no les voy a chafar la cosa sobre el origen de los gemidos que se oyen después de la ofrenda de naranjas. ¿Y qué pasa con la anciana, a Rose Hansonn ? ¿qué secreto oculta?
Una novela de alto copete con intriga de serie B.
No se la pierdan