Juan Ángel Juristo: “Creo que es un error que la gente escriba ahora sobre la pandemia”

El crítico literario Juan Ángel Juristo, compañero en cuartopoder, retorna cada cierto tiempo a la novela. Ya lo hizo con Detrás del Sol en 2006, con El hilo de las marionetas en 2008 o, en 2013, con Vida Fingida. En esta ocasión, regresa a las páginas de la editorial Confluencias con Dar Paso, una historia que parte de un intrigante punto de partida. En el Museo Reina Sofía se encuentra la escultura Eku Egin de Eduardo Chillida, un homenaje a San Juan de la Cruz. La novela consta de historias independientes que suceden a su alrededor. Hablamos con el autor.

-¿Por qué has dado el paso de escribir Dar paso? ¿Qué te ha movido para crear esta novela?

-¿Qué se puede encontrar el lector en este libro? ¿Por qué hay que leerlo?

-La única razón para leer este libro es la de cualquier otro. Que procure un gusto en el lector y que cada uno saque sus conclusiones. Un libro es en cierta manera como un paisaje: no lo ve igual el que labra la tierra que el cazador de mariposas o el ecologista que el paseante de domingo que va de picnic. Cada libro es visto distinto por cada lector. He ahí su valía. La única que debe poseer.

-El punto de partida es intrigante: qué ocurre alrededor de una escultura, Eku Egin de Chillida, que se encuentra actualmente en el Museo Reina Sofía. ¿Qué te seduce de esta escultura para centrar sobre ella tu novela?

-En realidad el libro es una serie de monólogos y diálogos que ocurren en un banco alrededor de una escultura que es el homenaje a uno de nuestros grandes místicos, San Juan de la Cruz, que, además, es patrón de los poetas. Se trata de una escultura con una tremenda fuerza expansiva pues consta de dos tenazas que se abren, o se cierran. Me dio la idea de una estructura circular: de ahí que el último relato y el primero sean uno, al modo circular.

- ¿Qué elementos innovan en Dar paso en relación con anteriores novelas tuyas, como Detrás del sol, El hilo de la marionetas o Vida fingida?
-No he hecho descripciones. Esa es la única innovación, que además para mí supuso un reto, pues en mis anteriores novelas prima mucho lo descriptivo.

-Normalmente cultivas la crítica literaria. ¿Qué diferencia al Juristo crítico del Juristo novelista?

-He procurado siempre distinguir entre mi oficio de crítico y mi trabajo literario como narrador. Y digo que lo he procurado, pues que lo haya conseguido es otra cosa. La actitud crítica exacerbada suele ser un lastre para un narrador, más que para un poeta. Se cuentan con los dedos de la mano los novelistas que a la vez son buenos críticos. En los poetas, la cosa abunda más, que si T. S. Eliot, que si Auden, que si Luis Cernuda, que si Octavio Paz… Borges fue un buen crítico, pero escribía cuentos. Aunque lo dicho debería matizarse en multitud de detalles, constato un hecho. Y claro, siempre se puede decir: mire ahí esta Foster, Virginia Woolf, el mismo Gore Vidal y tantos otros, pero en general el novelista tiende a englobar a los demás en su universo literario. De ahí los juicios injustos que acontecen a muchos, desde Nabokov criticando a Cervantes a Tolstoi repudiando a Shakespeare.

-Aprovecho para preguntarte, ¿cómo ves el panorama literario español actual?

-Pues no me atrevo a generalizar porque seguro me equivoco. Llevo 50 años haciendo crítica literaria y he visto pasar ya dos generaciones de escritores. Ahora los hay, como siempre, buenos, malos y regulares, pero los retos tecnológicos van a cambiar la perspectiva de cómo vamos a tomarnos el hecho literario. Un ejemplo: hace un año, en un congreso de literatura hispanoamericano, rodeado de más de treinta escritores, algunos muy conocidos, pasamos tres horas hablando de... series, de Netflix y demás, lo que me parece muy bien, pero hace treinta años los escritores solíamos hablar de literatura.

-¿Cómo afectará esta pandemia al arte y la literatura? ¿Nuevos temas, nuevos géneros, nuevos estados de ánimo?

-No lo sé. Pero depende de lo que dure. Creo que es un error que la gente escriba ahora sobre la pandemia. Es pura estrategia comercial. Hace falta mucho tiempo para darnos cuenta de los cambios, pero de seguro surgirán de la pandemia. Ha pasado siempre: sin comparar, hay que tener en cuenta que la peste que diezmó Europa aceleró la llegada del Renacimiento y el auge de la burguesía.