COMUNICACIÓN / «Superemos el “y tú más” del político mediocre, y demos ejemplo de cordura y reflexión»
Todos somos Piqué (y Coixet)
Todos somos Piqué, porque en estos días broncos todos podemos ser víctimas de una campaña de acoso, de una mentira o un comentario envenenado, de un linchamiento mediático. El ambiente está tan enrarecido que, como en los viejos western, los cobardes y los miserables corren a casa a por cuerda para fabricar horcas: es tiempo de rencores y de venganzas, de señalar al diferente. Escribo estas líneas tras leer cómo Santiago González, columnista de El Mundo, utiliza este periódico para llamar a Piqué cosas como “majadero” o “mastuerzo”, y le califica como “una criatura cuyo talento está residenciado por debajo de los tobillos”.
Como futbolero confeso no hace falta que les diga quién me ha dado más alegrías, si el mastuerzo con el talento bajo los tobillos o el ingenioso y brillante opinador hasta ayer desconocido. Pero sí creo que debo decirles que el tono del articulo de este último, esa superioridad, esa soberbia, ese “prenda”, apesta a miembro de ese Ku Klux Klan periodístico que trata de imponer en este país la justicia de su pensamiento único. Casi puedo imaginar al columnista, bolígrafo en mano y caperuza en cabeza, infiltrado entre los seguidores de la selección española que en uno de los últimos entrenamientos de la Roja recibieron al central del Barcelona al grito de “Piqué, cabrón, España es tu nación”.
Unos seguidores que gritaban “¡Viva España!”, y se respondían a sí mismos con unos “¡Viva!” de otro tiempo, de otro país. Y no me diga, por favor, que los catalanes también tienen sus cosas, o que los catalanes también hacen skratches. Superemos el “y tú más” del político mediocre, avancemos y demos ejemplo de cordura y reflexión. Ese sentido común imprescindible que comienza despreciando los linchamientos, respetando al diferente, evitando buscar culpables más allá de aquellos políticos incapaces y corruptos. Rajoy, Puigdemont…
Hablo de unos linchamientos que están aumentando día a día, de manera más o menos grosera, siempre peligrosa. Unos desconocidos se acercaron a Isabel Coixet cuando sacaba a pasear al perro y la llamaron “¡Fascista!”. Le ha sucedido más veces. Fascista, le dicen, solo por pensar de manera diferente.
Vivimos tiempos difíciles en los que debemos tener siempre presentes las palabras de un sabio llamado Ferlosio: “Nunca se convence a nadie de nada”. Partiendo de esta base, convirtamos el sentido común en moneda universal y no olvidemos que todos tenemos, o deberíamos tener, ideas propias, y que nadie debe impedir que las defendamos en voz alta. Es decir, que todos somos Piqué. Y Coixet, claro.
Hay pocas ideas, y muy viejas Javier. Defender las mismas en un País que no abre un libro; y el que lo hace, se encuentra con unas contradiciones elementales… Los ganadores de guerras procuraron mantener el analfabetismo adoctrinado: » Pinta tu bandera «… » Debes de amarla asta la muerte «… Y, cuando eres mayor, te das de cuenta del engaño: Ni los Reyes son Magos, ni los niños los trae la cigüeña. Te enteras que Francisco Franco Bahamonde, juró defender la bandera de su República… Hasta que el nazismo fascista, ayudado por la Santa Madre Iglesia, que convirtió el: No mataras !… Lo convirtieron en la acción más baja de un ser humano… ¡ Mataras !. Cuarenta años despues, los perros que tienen, su tajada… Colegios, hospitales, concordatos… Adoctrinando, sin bipartidismo. Este viene. Cuando dicen que es una democracia… En fin Javier, hemos llegado hasta esta fecha; y las educaciones no han servido para un fin noble, sino perpetuar manu militari las inculturas vividas, por esa opresión dictada por un dictador. De aquellos polvos, estos lodos. Ahora dicen que el banco que mantiene a C´S, se deslocaliza. El dinero, hipoteca la libertad… ¿ Mantendriamos el dinero, en un banco que va contra tus ideas ?. Pues igual pierde ala larga mucho más!.