Son los malos. Cuando te desahucia el banco, son los que te arrojan a la fuerza de tu casa. Y cuando te manifiestas frente al Congreso, son los que le abren la cabeza a un niño o patean en el suelo a una abuela. Cuartopoder.es mantuvo ayer dos entrevistas telefónicas con el secretario general del Sindicato Unificado de Policía, José Manuel Sánchez Fornet, y con un portavoz de la Confederación Española de Policía. Los dos sindicatos mayoritarios del sector. El primero quizá más progresista y el segundo quizá más conservador. En conversaciones telefónicas individuales, sorprende que ambos coincidan en esta frase sílaba por sílaba: “El peor servicio con diferencia que le puedes mandar hoy a un policía es intervenir en un desahucio”. Y, con matices expresivos pero no de contenido, coinciden en la siguiente afirmación: “La policía es contraria a los desahucios y a las cargas policiales indiscriminadas”
Ayer mismo, se sabía que el PSOE ha ordenado a sus alcaldes que impidan a la policía local intervenir en desalojos. Sin embargo, la situación de un policía nacional es diferente: acude al servicio por mandato judicial, y, en caso de negarse, se expone a una sanción grave que puede apartarlo temporalmente del servicio o, incluso, dejarlo sin empleo, expulsarlo del cuerpo. “Es difícil tomar la decisión de objetar y exponerte a la expulsión con seis millones de parados en la calle, ¿no te parece?”, señalan desde la CEP.
El tema de la objeción de conciencia policial en las intervenciones en desahucios la desató Fornet (SUP) en un twit el pasado 9 de noviembre:
Una invitación que el CEP considera irresponsable. “Los funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía que auxilian a una comitiva judicial que procede a ejecutar un desahucio tienen la obligación legal de cumplir con su misión. No hacerlo supondría jugarse el puesto de trabajo y enfrentarse a una imputación judicial por la posible comisión de un delito, puesto que se obstaculizaría, cuando menos, la labor de la Justicia. Aunque los policías suframos la crisis igual que el resto de ciudadanos, aunque pensemos que los desahucios son injustos y que el Gobierno debe encontrar ya mismo una solución para este tema, no vamos a dejar que un oportunista, el secretario general del SUP, utilice la crisis y sus dramas para animar a los policías a cometer locuras. Las mismas en las que, por descontado, jamás participará él”, respondió el CEP a Fornet a través de un comunicado.
Por su parte, Fornet matizaba anoche el alcance de sus declaraciones a este periódico: “Nosotros no le decimos a los agentes que se nieguen a obedecer. Lo que pasa es que hay algunas situaciones en las que el daño psicológico puede ser considerable. Tenemos constancia de agentes que han sido obligados a intervenir en desahucios de sus vecinos y amigos. Y otros que han sido criticados por desalojar de su casa a niños con el casco puesto. Algunos agentes, en estas circunstancias, se dejan el casco puesto para que no les vean llorar. Es el peor servicio que hacemos. Desde el sindicato no estamos invitando a la objeción sistemática. Estamos diciéndole al gobierno que la policía no está de acuerdo con la política de desahucios”.
La brutalidad de las cargas policiales en diversas manifestaciones indignadas y durante la huelga general del 14-N también ha generado fuertes críticas contra los uniformados. A los dos sindicatos se les plantea la misma cuestión.
-Yo, como periodista, he sido testigo de casos injustificables de violencia policial. El 25S, en concreto, estaba al lado de un anciano que fue agredido arbitraria y brutalmente por un agente de la Unidad de Intervención Policial. El hombre no estaba haciendo nada. Ni siquiera gritaba. Cuando el UIP estaba aporreando en el suelo al anciano, otros agentes lo separaron y le llamaron loco. ¿Por qué pasan estas cosas?
CEP.- Son situaciones de estrés muy grandes, pero nosotros somos los primeros en decir que hay que identificar a los gentes que se excedan y sancionarlos o apartarlos a otros destinos. Cuando los agentes reciben la orden de cargar, son muy conscientes de que están cargando contra sus vecinos, contra sus iguales. Los UIP tienen una formación muy completa en [la academia de] Linares. Incluso los colocan en medio de otros agentes, les escupen, les insultan y les enseñan a soportar este estrés. Pero no es fácil. Una cosa es una simulación y otra estar en la plaza rodeado de miles de personas. Sería conveniente, después de situaciones conflictivas, hacer autocrítica e incluso contar con apoyo psicológico para analizar las reacciones. Y el que no soporte el estrés, debe ser apartado de estas unidades.
SUP.- Cuando te ordenan una carga, un buen profesional debe de tener los nervios de acero, y saber que quien está enfrente son personas y no sacos de garbanzos. Es inadmisible ver esas imágenes de un agente acorralando a una chica que se esconde en un portal. Una carga no te da carta blanca para darle a cualquiera. Hay una línea que separa al buen profesional del malo. En esta situación, o en los desalojos, una ayuda psicológica no estaría de más. Como la tienen, por ejemplo, los del SAMUR.
Hienas se alimentando de presas vivas
http://www.youtube.com/watch?v=t83jYC3ewUc
Es hora de tomar conciencia, lo que vemos afuera es el reflejo directo de lo que llevamos dentro. Cuando pensamos negativo y nos dejamos llevar por la ira, el odio, el miedo, el rencor y la avaricia, estamos creando catástrofes de diferentes índoles, en otras palabras, nos estamos destruyendo día a día y a su vez, estamos destruyendo el planeta. Es verdad que nadie por si solo puede salvar al mundo. Pero, si cada ser humano emprende la sublime tarea de realizar su propio cambio positivo, se podrá lograr la masa crítica necesaria para que la raza humana pueda dar este gran salto y de esa manera volveremos a convivir en paz y armonía con nuestros congéneres y así sanear el mundo que nos cobija.