A la gente del cine español le molesta el termino españolada. Lo usan muchos espectadores cuando zapean. Mi padre, sin ir más lejos. También usan la expresión americanada. Todos sabemos lo que significa. Y digo yo que para que la gente deje de usar el término españolada a lo mejor, y solo a lo mejor, llámenme loco, conviene dejar de hacer españoladas. A saber: películas infames llenas de chistes de cuarta, de estereotipos y de personajes escritos con más brochazos de aficionado que el eccehomo de Borja.
Hace poco el productor, director y guionista (y hoy feliz novelista) Santiago Lorenzo decía en una interesante entrevista: “Hace dos años le dieron el Goya de Honor a Mariano Ozores y yo no quiero pertenecer a un gremio que premia a Mariano Ozores. Me repugna él y toda su morralla. La Academia se puso en pie a aplaudirle. Lo identifico con esas palabras que hoy sueltas y te demandan. Creo que no sería demandable decir que lo identifico con el franquismo psicológico. Yo había oído lo de “franquismo sociológico”, pero el psicológico también está en los espectadores que encuentran graciosas esas agresiones a las mujeres y a los paletos de pueblo”.
El cine de los infames Ozores, Lazaga o Esteso y Pajares sigue más vivo que nunca gracias a esas pésimas comedias que financian las televisiones en este país. La sinopsis de Señor, dame paciencia es la siguiente: La mujer de un banquero facha y del Real Madrid muere y el tipo se ve obligado a cumplir su última voluntad: Pasar un fin de semana con sus hijos y sus parejas en Andalucía para esparcir sus cenizas. Una hija está casada con un catalán nacionalista y muy culé, la otra está saliendo con un antisistema y su hijo se presenta con su novio, que es negro y encima vasco. Además, el rico facha se meterá, tranquilamente, en una vieja furgoneta decorada con la bandera catalana y la del Barcelona. ¿?
Supongo que a muchos españoles este elaborado planteamiento les parecerá una incuestionable promesa de felicidad, de peli de “echar unas buenas risas sin más”. Para mí es un horror que debo sufrir por mi trabajo. Pero es lo que hay y toca hablar de este tipo de “cine”, porque es lo que suele llenar las salas en este país.
Señor, dame paciencia no se diferencia en nada a esas abyectas películas que aprovechaban el boom del turismo en el desarrollismo franquista como El turismo es un gran invento, Verano 70, Amor a la española, Objetivo bikini... Ya saben, todas esas decenas de porquerías de los sesenta y setenta. Aquí la cosa no cambia nada: personajes que son un puro cliché se van a pasar unos día al sur, algo que los productores de la cinta aprovechan para hacer un largo, hortera y descarado spot de la costa andaluza anhelando el boom de 8 apellidos vascos.
Y de productores (en este caso José Manuel Lorenzo, Antonio Pérez, Mercedes Gamero y Mikel Lejarza) va la cosa, porque aunque esta película está dirigida y escrita (es un decir) por un tal Álvaro Díez Lorenzo, es un grosero aborto de productores respaldados por Atresmedia y Canal Sur, gente que busca conseguir como sea otro bombazo como ese mal sainete de Martínez-Lázaro. Con el ganado que llena las salas, y con una propuesta tan veraniega, lo conseguirán.
El “guión” de esta cosa es digno de estudio. Para empezar, esto de cine no tiene nada, es más bien televisión y de la mala, uno de esos capítulos de series en los que la gente no para de gritar y cuyos personajes son puro arquetipo de la comedia más rancia y arrabalera. Su protagonista, Jordi Sánchez, se limita a hacer los mismos ademanes insufribles que en La que se avecina, solo que aquí en vez de un pescadero facha es un banquero facha. El colmo del riesgo para un actor limitado, vago, malo, espantoso. También Eduardo Casanova, del que ya hablamos la semana pasada, regresa a sus orígenes: es el joven gay rodeado de zafiedad, como en la bochornosa serie Aída.
En cuanto a resto del elenco, cabe destacar la total mediocridad interpretativa del actor negro Boré Buika y de Silvia Alonso, absolutamente incapacitada para la comedia. El nuevo intento del modelo Andrés Velencoso de ser actor y no un trozo de carne también da pena. El resto hace lo que puede con sus personajes, que están escritos a martillazos. Se nota, además, que no hay química entre ellos, aunque se esfuercen en parecer una familia unida que canta Vivimos siempre juntos, de Nacho Cano (esto sucede, se lo juro, es el tema principal de la película).
No soy un buen adivino, pero me da que este tipo de cine de chichinabo le va a encantar a los cuñados españoles porque la película está plagada de lamentables chistes de cuñados. Ya saben: chuflas sobre la rivalidad Madrid-Barcelona, negros, gays, perroflautas... En fin: un humor que va de políticamente incorrecto y es todo lo contrario. Es un humor zafio diseñado para halagar el mal gusto de los miles de cuñados españoles que pagan por ver estas cosas.
Señor, dame paciencia es como Es por tu bien (el bombazo de Telecinco) pero en road movie. Sigue una lógica parecida: padre conservador frente a las inapropiadas parejas de sus hijos. El facha frente al rojo, el gay, el negro... Y todo aderezado con las apariciones de un cura y un guardia civil muy “especiales”.
En fin, que la gente que perpetra y financia estas españoladas sigue tratando a los espectadores como a deficientes mentales. ¿Y saben qué? Que si este tipo de subproductos llena las salas igual es que no están muy desencaminados. Una pena, porque en nuestro país se ha hecho muy buena comedia (sobre todo negra) y esto sigue asesinando a un género tan digno como difícil. Menos mal que la semana que viene se estrena Selfie, una comedia mucho más humilde y valiente y con algunos momentos gloriosos.
El plan b:
Este fin de semana también llega a nuestras salas la versión cinematográfica de Los vigilantes de la playa, que ya de por sí era una serie vomitiva. Una gran opción para el chonismo patrio. Estamos rodeados.
Yo fui a verla este finde y la verdad es que la recomiendo una barbaridad, risas aseguradas
Una maravilla de comedia para este verano, divertida, amena y fresca!
Todavía no he ido a verla pero teniendo en cuenta las críticas tan buenas que estoy leyendo, de este sábado no pasa! Jajajajaja
Un diez de comedia, muchas risas y un buen festival palomitero la verdad creo que la crítica no es muy…na es broma, es una puta mierda de película si me la descargo seguro que me salta el antivirus y eso que no tengo.